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las Islas Filipinas no son raras las especies
siguientes:
Antidesma alexiteria, L. Nombre vulgar,
Calarnantao.—Árbol de 5 á 6 metros de alto,
con hojas alternas, aovadas, alargadas, enteras
y vellosas; pecíolos cortísimos. Flores
masculinas, axilares, en espigas, compuestas
de muchas florecitas sentadas; las femeninas
en espiga apretada. Fruto drupa pequeñísima,
oval, con una nuez. Florece en Agosto.
El fruto se parece al de la frambuesa, pero
los granos están más sueltos. La madera se
emplea para tabiques y tablas de piso.
Antidesma Bunius, L. Nombre vulgar, Bignai.—Arbolito
de unos 3 metros de alto,
con las hojas alternas, oblongas, de 12 centímetros
de largo y 5 de ancho, terminadas
en punta tiesa, enteras y lampiñas; pecíolos
cortísimos. Flores dioicas; las masculinas en
espiga y las femeninas en racimos terminales,
con los pedúnculos propios cortísimos. Fruto
drupa globosa, con la nuez comprimida y
excavada con hoyos; contiene una semilla;
es dicho fruto del tamaño de una cereza, negro
en la madurez, ácido y comestible, aunque
poco sabroso. El carbón de la leña se
usa para las fraguas. Florece este vegetal en
Julio.
ANTÍDOTO— (V. Contraveneno.)
ANTIESPASMÓDICO (De anti, contra, y
spasmos, contracción).—Empléanse las substancias
así calificadas contra los espasmos ó
sacudidas involuntarias de los músculos. Entre
las de origen vegetal figuran la angélica,
la artemisa, la asafétida, el bedelio, la belladona,
la manzanilla, el eucalipto, díctamo,
las hojas de naranjo, el gálbano, la goma
amoníaco, el hidrolato de flores de naranjo,
el beleño, el laurel-cerezo, el espliego, el meliloto,
la melisa, la menta', el orégano, el
azafrán, el sagapeno y el tilo, además de
otras muchas substancias y plantas que sería
ocioso enumerar aquí.
ANTIFERMENTATIVO (Química y
Medicina). — Esta palabra es sinónima de
antiséptico, porque son antisépticos todas las
substancias capaces de impedir que se produzcan
ó desarrollen, una vez ya iniciadas,
las fermentaciones, y de ahí que sirvan para
preservar las substancias orgánicas de una profunda
descomposición. Precisamente en estos
últimos años se ha patentizado que se puede
detener el curso de las enfermedades pútridas
ó de fermento morbífico, y aun curarlas por
completo, mediante el uso de los medios con
que se detienen las demás fermentaciones que
se realizan fuera del organismo de los animales,
tales como la fermentación alcohólica, la
amigdálica y la diastásica. El doctor G. Polli,
de Milán, que ha estudiado la cuestión detenidamente
, descubrió también que son preciosos
remedios para esos casos el ácido sulfuroso,
los sulfitosy los hiposulfitos especialmente;
substancias que figuran á la cabeza de las
llamadas hoy antifermentativas en medicina
, porque impiden la acción de los fermentos
morbosos que alteran profundamente la sangre.
Inyectando en las venas de los perros pus,
sangre putrefacta y otras substancias capaces
de producir ciertas afecciones, se ha observado
que éstas se determinan, y que son
debidas al fermento séptico y contagioso introducido.
Para combatir éste se comienza por
emplear ácido sulfuroso disuelto en agua, ó
sulfitos que se administran con facilidad mayor.
Precisamente en los animales preservados
anticipadamente con esos antifermentativos
, la inyección de los fermentos solamente
origina perturbaciones pasajeras, de igual
manera que, si antes de proceder á la inyección,
se mezclan esos fermentos y materias
purulentas con los sulfitos, bisulfitos ó hiposulfitos.
Es decir, que se pueden emplear como
medios preservativos ó profilácticos, y como
remedios curativos, contra las fiebres palúdicas
, las tifoideas, dartrosis, etc., etc.
Muchos médicos han combatido las terminantes
afirmaciones del doctor Polli, y por lo
. tanto, han hecho resaltar el inconveniente de
que los sulfitos no se hallen preparados en las
debidas condiciones y contengan un 50 por
100 de substancias extrañas, además de haberse
conservado en contacto con el aire, de
manera que se hayan transformado en sulfatos
y resulten completamente inertes. Probablemente
es análoga á la acción de los tan
celebrados sulfitos la de otros antisépticos
que hace tiempo se vienen empleando en medicina
, como el ácido arsenioso, la quinina, la
salicina, que tan excelentes resultados diera
al profesor Piazza en el tratamiento de las
fiebres tifoideas y otras enfermedades de proceso
disolutivo, en que disminuye notablemente
la eliminación de los productos de
consumo animal, llamados también productos
de metamorfosis regresiva, como son la
leucina, la creatina y la glicócola principalmente,
los cuales se descomponen dentro del
cuerpo del enfermo, y se convierten, gracias
á la llamada metamorfosis regresiva, en úrea,
ácido lírico y en amoníaco, alterando la composición
normal de la sangre y de los tejidos.
La salicina, y acaso también la quinina,
obran como antisépticos ó como antifermentativos
en la curación de las fiebres tifoideas
ú otras, de una manera algo diferente á la de
los sulfitos.. Estos últimos descompondrán probablemente
los fermentos, en tanto que los
primeros comunican estabilidad á las materias
fermentescibles ó capaces de desdoblarse; pero
el resultado en definitiva es el mismo, puesto
que de todos modos se dificulta é impide la
fermentación.
ANTIFLOGÍSTICO. —Voz compuesta de
la preposición anti, contra, griega, y de otra
palabra, phlogs, llama, y con la cual se designan
los medicamentos adecuados para combatir
las inflamaciones. Como además suelen ser
emolientes y calmantes, pueden verse estas
palabras.
ANTIHELMÍNTICO—(V. Vermífugo.)
ANTILECHOSO.—Califícanse así los me-