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irregular, de corteza gris, agrietada longitudinalmente.
Las ramas están levantadas, y son
verdes, asurcadas, vellosas y erizadas de espinas
tiesas y divergentes, formando en su
conjunto una masa espesa, compacta, siempre
verde. Florece de Marzo á Abril, y fructifica
Figura 258.—Rama de tojo en floración
en verano. Arraiga mucho, y se apodera pronto
del terreno.
La madera es de color blanco amarillento,
con vetas parduzcas en el centro, dura, pesada
y de grano grueso. Su peso específico medio,
estando seca, puede fijarse en 0,91. El argoma
da buena leña menuda para hornos, y
cultivada puede formar excelentes setos, dóciles
á la tijera. Donde escasea la leña gruesa
se usa también para la lumbre. La más lata y
útil aplicación de esta planta consiste en su
destino á la alimentación del ganado, como,
sucede en Galicia y Asturias, donde es de una
importancia extraordinaria su aprovechamiento.
Generalmente se hace el primer corte en
Diciembre, el segundo después del
invierno y los restantes cuando la
planta se encuentra en disposición;
con este objeto es necesario cuidar
de que no florezca, y mucho menos
de que' eche semilla; cuando esto
sucede, las espinas se endurecen
demasiado y lastiman la boca de los
animales. Este inconveniente lo
suelen tener también los tallos cortos,
pero se evita machacándolos
con un mazo, ó tendiéndolos en el
suelo y quebrantándolos por medio
de un rodillo que se hace pasar por
encima. Convienen á esta planta
los terrenos areniscos y substanciosos.
La semilla se recoge luego que
está madura; para ello se cortan las
extremidades de los ramos, que es
donde se contiene; se ponen á secar
en un cobertizo, y después de secas
se apalean bien, se limpian y se
guardan al abrigo de la humedad
hasta que deban emplearse.
En algunas provincias se cultiva
el argoma para forraje de invierno,
y para suplir la falta de otro mejor
en los años secos. Para la siembra
es necesario romper bien el terreno
durante el verano á fuerza de labores
con el arado, y durante el otoño
ó á fines de invierno se echa la semilla,
verificado lo cual se allana el
terreno pasando la grada. Debe escardarse
con esmero hasta conseguir
que la planta arraigue bien.
Después de encepada, ella misma
ahoga las malas hierbas. Hay que
cuidar de que las ovejas no entren
en los prados de argomas, porque
en poco tiempo estropearían toda
la cosecha.
Cuando después de algún tiempo
de haber rendido pingües productos,
comienza á decaer esta planta,
produciendo sólo tallos pequeños y
en corta cantidad, debe descuajarse
el terreno y sembrarlo muchos años
seguidos de centeno ú otros granos,
hasta que bien empobrecido pueda
volver á sembrarse el argoma.
Sirve también este arbusto y se aprovecha
con mucha utilidad en otros países, especialmente
en Inglaterra, donde por el clima estas
plantas son muy crecidas, para cerrar los campos,
formando setos, evitando así la entrada
de los animales. Para esto es indispensable
sembrarlas de asiento, porque transplantadas
no agarran; una vez señalado el espacio de
terreno que se quiere resguardar ó defender,