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raíz del mudar la existencia de un alcaloide
que llamaron mud'arina, soluble en el agua y
en el alcohol, además de haber hallado en proporciones
considerables goma, resina, almidón,
albúmina, un poco de aceite y fibra vegetal.
De cada 50 gramos, M. Eicord Mediana
obtuvo por término medio 9 gramos de
resina pura (ó sea un 18 por 100), 4 de aceite
craso (8 por 100), 9 de bálsamo sólido (18
por 100), 12 de cerina (24 por 100), 8 de caucho
mucoso (16 por 100), 6 de substancia leñosa
(12 por 100) y unos 7 gramos de pérdida,
ó sea un 14 por 100.
El jugo de la asclepiade apocina (A. cornuti),
analizado por M. John, dio 26,50 por 100
de resina, 12,50 de substancia elástica, 4 de
substancia glutinosa vegetal, 4 de extracto y
53 de ácido tártrico y albúmina. Las cenizas
contienen carbonato de potasa, fosfato de cal,
fosfato de magnesia, sílice, hierro y óxido de
manganeso.
También en América se hilan, mezclados
con otras fibras, los pelos de las semillas de
las Asclepias curassavica, syriaca y Douglassi.
Son sedosos, y de color blanco ó amarillo claro;
su longitud es de 1 á 3 centímetros; el
diámetro, de 0,016 á 0,04 milímetros. Los
americanos del Sur emplean para usos análogos
á los del cáñamo entre nosotros, las
fibras liberianas de las Asclepias exaltata, syriaca,
obavata, amaina, tomentosa, phytalasvides
y quadrifolia.
En Francia se ha ensayado el cultivo de la
Asclepia syriaca, y ha dado resultados bastante
satisfactorios, sobre todo dedicando su
producto á la preparación de guatas, no ala
de telas de pelo. La planta no tiene nada de
exigente; se puede cultivar en tierras pobres,
poco profundas, pedregosas y de subsuelo impermeable
, si bien la son favorables también
las tierras calizas. Se multiplica por medio de
semillas ó de raíces; en el primer caso las
plantas no dan flores hasta el tercer año; en
el segundo, las producen desde el segundo.
La recolección se hace cuando las vainas ó
cascaras están maduras, y las crestas son muy
visibles. A medida que se cortan los frutos, se
los va guardando en cestos ó sacos, para exponerlos
más tarde al sol, á fin de que se sequen
y separar fácilmente el pelo ó borrilla
del desgrane; operación que se hace á mano,
y colocando las cápsulas en una cubeta. Una
hectárea, sembrada de plantas de esa especie,
produce al año, por término medio, de 450 á
500 kilogramos de vello ó borrilla. La guata,
no solamente se emplea en los vestidos y otros
objetos, como lo hacen los turcos, si que también
en hilas.
ASCHISCH.—Con este nombre, y con
los de haschisch ó hasckish, se indica á veces
una planta, la Cannabis indica, y á veces
alguno de los diferentes preparados que
con la planta se forman. Los árabes y otros
pueblos orientales usan mucho esas preparaciones,
dotadas de propiedades excitantes
y embriagadoras especiales y verdaderamente
extraordinarias. La palabra aschisch es de
origen árabe, y significa hierba, aplicándose
por antonomasia, al cáñamo indio. Los indios
emplean la denominación bangh; los persas la
de bliang ó bangie; los turcos la de esrar, y
los argelinos la de aschisc de los fakires. En
otras regiones se designan la planta y los
productos con otros nombres.
El cáñamo índico, como indica el calificativo
, es originario de la India y de algunas comarcas
de África, cultivándose en Egipto
para uso de los aficionados á las preparaciones
de esa hierba. En Europa se desarrolla la
planta, pero no adquiere las especiales propiedades
que la hacen tan buscada en Oriente.
Es tan parecida al cáñamo común, Canapa
sativa de Linneo, del cual se distingue
por ser algo más delgados los tallos, que en
sentir de algunos botánicos ambas plantas
son únicamente variedades de una misma familia.
;.
El cáñamo común posee en grado muy débil
algunas de las propiedades del cáñamo
indio; así es que se citan muchos efectos dañosos
producidos por la prolongada estancia
en terrenos donde existían cañamares, principalmente
en la época de la flor, y ha habido
casos en que han sufrido violentos vértigos
algunos que habían dormido sobre haces de
cáñamo verde. El indio es más activo en la
época de la floración, y de aquí que se utilicen
las flores, las cuales, después de secas,
tienen un olor característico; sus emanaciones,
respiradas durante largo tiempo, causan
vértigos; su sabor apenas es perceptible.
Desde tiempo inmemorial se hace en Oriente
uso, y se abusa de esa planta y sus preparados;
así que es uno de los narcóticos mencionados
con varios nombres en los más antiguos
libros del mundo. Muchos astutos jefes
de tribu y muchos sacerdotes indios han hecho
uso de él, ya para sí mismos, ya para sus
secuaces, con objeto de imponerse á los ignorantes.
De esa manera pudo mantener su supremacía
el famoso Viejo de la montaña durante
las Cruzadas, y mantener la fanática
devoción de sus secuaces, llamados aschischini,
porque se servían de la planta que nos ocupa;
palabra que se transformó en la de asesino,
tan usada hoy en muchos pueblos.
Preobraschensky, que acompañó á la expedición
rusa dirigida contra Khiva en 1873,
dio cuenta de sus observaciones acerca deí
aschisch. En las grandes poblaciones del Asia
central se vende en barras de 5 á 15 pulgadas
de longitud y 1 á 3 de grueso. Son de color
moreno obscuro en la superficie, y verdoso ú
obscuro en el interior; son de consistencia
dura; se rompen con dificultad, y solamente
se parten fácilmente y mediante la acción del
calor, las barras delgadas. En la Bukharia, durante
la primavera y antes de que haya llegado
el fruto de la planta al estado de madurez,
se recoge el jugo resinoso de los cogollos
de la planta, se mezcla con arena y agua para
obtener una pasta, que se extiende luego en
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