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ALP — 142 — ALP
grupa, y de 87 á 95 centímetros de altura
desde los pies á la cruz. Su cuerpo se halla
cubierto por un vellón de lana muy fina, cuyas
hebras miden por término medio 35 centímetros
de longitud, y son derechas, brillantes,
suaves y elásticas. El vellón pesa por lo común
de 2 á 6 kilogramos, y en ocasiones hasta
8 y 9. Se desarrolla principalmente en el cuello
, las espaldas, el dorso, los flancos, la grupa
y los muslos, formando largos mechones que
caen por los lados del cuerpo. La cabeza y el
vientre se hallan casi desnudos, y son blancos,
mientras que el vellón es de color aleonado
obscuro.
La alpaca es un animal dócil y tímido, que
se deja guiar fácilmente por las personas que
le cuidan. Se alimenta de igual modo y con
las mismas plantas que el carnero. La carne
de la alpaca es excelente para el consumo; su
cuero, muy resistente, se curte con facilidad,
y se utiliza para fabricar calzado y arneses
de mucha duración. Desde hace medio siglo se
vienen importando en Europa grandes cantidades
de lana de alpaca, destinadas ala fabricación
de tejidos especiales, brillantes y ligeros
, que comenzaron á preparar las industrias
inglesas, y que desde hace años elaboran también
la industria francesa y la catalana.
Vive la alpaca en estado selvático sobre las
altas mesetas del Perú y en otras comarcas de
la región andina, según queda apuntado, á 5
y 6.000 metros sobre el nivel del mar; de ahí
que se confiara hace tiempo en poder aclimatar
las alpacas en nuestro Continente; las tentativas
de aclimatación no han producido el
resultado que se esperaba; varias veces se ha
logrado organizar rebaños en Inglaterra, en
Holanda y aun en Francia; pero por unas ú
otras causas han desaparecido esos rebaños,
patentizando, sin embargo, que el animal puede
vivir y desarrollarse en nuestros climas. Y,
en efecto, el marqués de Campo, en su posesión
de Viñuelas, al Norte de Madrid, y otros
propietarios españoles, han logrado aclimatar
numerosas alpacas. La domesticación es más
difícil de conseguir, porque el animal reclama
cuidados muy minuciosos, gran paciencia y
destreza; sólo los indios americanos han logrado
educar á las alpacas, porque solamente ellos
pueden habituarse á vivir en las altitudes en
que vive el animal, y que no pueden habitar
los hombres de raza blanca.
Del cruzamiento de la alpaca con el llama
resulta el alpallama, animal de más alzada
que el último y de igual lana que la primera.
También se obtiene la alpavicuña cruzando la
alpaca con la vicuña; su lana es casi tan fina
como la de la vicuña y tan larga como la de
la alpaca. En el Perú se ha logrado formar
rebaños de alpavicuñas.
ALPAL—,(V. Alipai.)
ALPECHÍN.— Mientras la aceituna permanece
amontonada antes de pasar al molino,
suelta una porción de agua de vegetación que
con el contacto del aire toma un color pardo
obscuro, de un olor especial, y sabor amargo
y astringente á la vez. Se llama también alpechín
al líquido que ocupa la parte inferior de
las bombas ó depósitos donde se reúnen todos
los líquidos que salen del cargo que se pone
en la prensa; este líquido es en realidad alpechín
, con mayor ó menor cantidad de agua
procedente del escalde del orujo.
Este alpechín varía de densidad según la
cantidad de agua que contiene, marcando unas
veces hasta 13° del areómetro Baumé, mientras
otras veces apenas pasa de 2. Tiene siempre
una reacción acida muy marcada, y los
reactivos químicos descubren en él la existencia
de un principio curtiente.
Haciéndolo hervir da un precipitado pardo,
albuminoide, insoluble en el agua. Abandonado
el alpechín en contacto con el aire, forma
en su superficie una capa mohosa, al propio
tiempo que precipita una materia de un color
obscuro. La acidez del líquido va desapareciendo
por efecto de una especie de fermentación
del mismo líquido, siendo reemplazada
por una reacción alcalina bien marcada.
Un litro de alpechín procedente de la primera
presión de la aceituna, evaporado hasta
sequedad en baño-maría, me dio 26 gramos de
residuo extractivo. Cuyo extracto, después
de calcinado, dejó 7,627 gramos de ceniza, la
cual representa los principios fijos existentes
en el alpechín, ó lo que es lo mismo, las materias
minerales que el vegetal extrajo del
suelo.
La composición de dicha ceniza es la siguiente
:
Acido carbónico 1,131 gramos.
Sílice 0,086 —
Fosfatos tórreos 0,175 —
Cal.... 1,018 —
Magnesia 0,191 —
Potasa 4,101 —
Acido sulfúrico 0,587 ' —
Cloro 0,203 —
La cantidad de ázoe que contiene un litro
de alpechín es de 51 centímetros cúbicos, ó
en peso 0,64 gramos.
La generalidad de los propietarios dejan
perder el alpechín en el mismo terreno, dando
lugar á quejas y hasta á litigios con los
colindantes, creyéndolo perjudicial á la vegetación,
puesto que destruye y quema toda
planta que encuentra al paso. Sin embargo,
desde muy antiguo se ha estudiado el medio
de modificar esta acción demasiado enérgica
, á fin de aprovechar este. líquido como
abono. Herrera dice que «mezclado el alpechín
con otra tanta agua para que no dañe,
se eche en las excavas de los árboles, mayormente
á los olivos; y sea en poca cantidad,
añade, porque cuanto aprovecha siendo poco,
tanto daña si es mucho, que esteriliza la tierra,
y donde quieran que no nazca hierba, que
lo echen, y no hay pulgas donde riegan con
alpechín, ni ratones, ni topos».
La perniciosa acción que tiene este líquido
sobre los vegetales cuyas raicillas llega á