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ARA — 456 — ARA
En las localidades en que se hayan aceptado
los arados modernos sencillos, deberían emplearse
los de muchas rejas, sobre todo para
las tierras sueltas y ligeras, y para las labores
superficiales de todos los suelos, aun los más
compactos.^--"
Arado aporeador.—Como su nombre indica,
este arado sirve para aporcar ó recalzar las
plantas alineadas, acumulando tierra á su alrededor
, bien para favorecer en unos casos el
desarrollo de nuevas raíces, ó para aumentar
el espesor de la tierra mueble y conservar la
frescura del suelo, ó bien para abrigar á los
vegetales, y darles mayor solidez y asiento en
el terreno, con objeto de contrarrestar los
efectos de los vientos, que conmueven sus
raíces.
Son los aporeadores unos arados de doble
vertedera, móviles, que, por medio de charnelas,
pueden abrirse y cerrarse á voluntad, y -
acomodarse á la anchura de las líneas en que
estén sembradas las plantas; y aun cuando el
principio en que están construidos es el mismo,
varían en sus formas y en los detalles de su
construcción.
Los de íloward (figura 241), y en general
los de construcción inglesa, son de hierro, y
tienen antetrén de una ó de dos ruedas, con
reguladores exactamente iguales á los de los
restantes arados.
En Francia es muy usado el de Dombasle,
que tiene de madera la cama y las estevas, las
vertederas de fundición y la reja de acero. El
graduador es el llamado de cremallera ó de
Roville. Cada una de las vertederas se une al
antecuerpo, por medio de dos charnelas de
hierro, y su separación ó abertura se regula
por medio de unos ganchos que se fijan á
una placa provista de agujeros y sujeta á la
parte posterior. Esta disposición permite variar
la anchura de 0,35 á 0,70 metros.
Los agricultores de la Sologne emplean con
gran resultado, para formar los pequeños surcos
sobre que siembran los cereales de invierno,
un aporeador generalizado en el país.
Este instrumento está formado por un fuerte
dental de madera, con una reja bastante ancha,
en forma de hierro de lanza, y por dos tablas
de encina, sujetas á la cama y al dental. En
estas tablas, que se unen por delante formando
un ángulo para abrir la tierra con más facilidad,
y que se apartan unos 0,15 metros en
su parte posterior, hay tres agujeros, cuyo eje
se dirige diagonalmente hacia atrás, y en los
cuales encajan tres fuertes listones de madera,
de longitud desigual, que son los que reemplazan
á las vertederas de los aporeadores ordinarios.
El trabajo que ejecuta este instrumento
es perfecto; los listones de madera
levantan la tierra al dividirla, y la arrojan á
derecha é izquierda, sin dejarla lisa, á la manera
de una llana de albañil, como la dejan las
vertederas, por poco húmeda que esté. El
grave inconveniente de este instrumento, es
que no puede aumentarse la anchura de la
acción de los listones, á no ser que se arranquen
y coloquen otros nuevos de mayor longitud,
lo cual, como se comprende, es embarazoso
por demás.
Los aporeadores prestan muy buenos servicios
para abrir las caceras en las huertas al
tajar el terreno para el riego, y también se
emplean para las labores ordinarias; muchos
de ellos van provistos de un punzón de hierro,
llamado marcador, que á medida que avanza
el instrumento, traza una línea que señala la
marcha que ha de seguir al hacer los surcos
siguientes, con lo cual resultan más derechos
y paralelos. Los de Howard pesan de 70 á 100
kilogramos, y cuestan de 400 reales en adelante.
Como que operan ordinariamente sobre
tierra ya removida, necesitan menor fuerza
de tiro, á veces el trabajo de un solo animal.