l - Repositorio Gestion Documental v.03

ALI — 72 — ALI
que, gracias á esos agentes, la goma se convierte
en fécula, la fécula en azúcar, y que
alimentos que contenían pocos principios asimilables,
los adquieren por la cocción basta
cierto punto, puesto que se convierten en
digestibles substancias que antes no lo eran,
asi como el agua solidificada en la fermentación
panaria es alimenticia por causas aun no
explicadas. Convirtiéndose unas veces en mucílago
y otras en almidón, resultan nutritivas
plantas que se juzgaron inútiles. Hoy es una
afirmación, aceptada por la generalidad de los
químicos, la de que todas las substancias orgánicas
procedentes del reino vegetal, por muy
acidas que parezcan, son susceptibles de convertirse
en alimento; principio cuya transcendencia
salta á la vista, porque permitirá
utilizar algún día plantas que en la actualidad
no tienen aplicación alguna.
La acción del agua hirviendo es tal que reblandece
muchos tejidos que oponen gran resistencia
á las fuerzas digestivas sin esa preparación;
gracias á ella, se utilizan las ortigas
y los punzones de los juncos, se neutraliza el
principio viroso de las patatas y la acritud de
muchos vegetales, y se obtienen otras transformaciones
beneficiosas al penetrar el agua
en los tejidos ó combinarse con algunos elementos
de los vegetales.
El peligro de que no se insaliven bien los
alimentos, señalado por algunos veterinarios,
no es tan grave como pudiera creerse, puesto
que la salivación se determina, ora á la vista
de los alimentos simplemente, Ora al ingerir
las bebidas, ora en el mismo estómago. Precisamente
en la primera edad, es decir, cuando
se alimentan los animales con leche, no es
necesaria la presión de cuerpos duros para
que se verifique la insalivación, y los cerdos
nutridos con suero y residuos délas queserías
se hallan en el mismo caso. Esto no quiere
decir que se haya de alimentar con sopas exclusivamente
aun á las vacas.de leche y á las
reses cebonas; siempre debe ser sólida una
tercera parte del pienso. De todos modos, los
rumiantes no necesitan insalivar tanto los alimentos
al masticarlos.
También es muy recomendable la práctica
de los flamencos, que en lugar de agua pura
dan á sus vacas para beber disoluciones de
harina de cebada, de avena, de centeno ó de
habas, asociándola á veces residuos de semillas
oleaginosas pulverizadas, templando previamente
el líquido, manteniéndole durante
doce horas en cisternas ó en el establo. Se
pueden convertir esas bebidas en sopas frías
solamente con agregar heno picado. Transfórmanse
en dietéticas esas preparaciones, y en
apetitosas para las vacas de leche, que no
beben toda el agua necesaria á la producción,
adicionando un poco de sal ó de un ácido refrescante,
ó de cualquier laxante muy ligero,
especialmente en la época de los fuertes calores.
Ya lo hemos dicho, no sucede lo mismo
cuando se trata de un animal que haya de
utilizarse únicamente por sus fuerzas físicas.
Este tiene que desenvolver sus energías hasta
el mayor grado, lo que solamente se consigue
mediante una alimentación especial y rica,
compuesta de alimentos secos, fibrosos, resistentes,
difíciles de triturar con el aparato
masticador, que por lo mismo ha de funcionar
de la manera más completa posible.
La fermentación de los alimentos, al mismo
tiempo que economiza combustible, produce
. los mismos resultados que la cocción y el remojo;
pero ese procedimiento es, sin duda alguna,
mucho más delicado, y además depende
de que haga bueno ó mal tiempo el obtener
los piensos fermentados en las debidas condiciones.
El pan es un alimento que la cocción
y la fermentación convierte en asimilable en
alto grado, pero la nutrición de los animales
con esa substancia resulta muy costosa, y
cuando no está bien sentado se empasta en la
boca de las reses. Ocioso será también advertir
que con los alimentos fermentados han de
mezclarse alimentos secos para conseguir que
los animales no ingieran aquéllos sin masticar,
sobre todo tratándose del ganado de labor.
En la actualidad se recomienda por todos
los agrónomos la fermentación de los forrajes
almacenándolos en silos, adoptando las prácticas
que expondremos en el lugar correspondiente;
pero por lo común se logra que fermenten
los alimentos manteniéndolos durante
dos días, después de cortados los forrajes y
raíces, en cubos que contengan agua con pequeñas
cantidades de sal cuando son secos, y
sin agua cuando son húmedos, colocando en
todo caso sobre ellos pesos, para que la presión
regularice la operación hasta cierto punto.
En algunas comarcas extranjeras se prepara
una comida fermentada del siguiente
modo: Cada 100 partes de mezcla se obtienen
con 20 de forrajes cortados, 40 de nabos,
300 de remolachas, 9 de agua y '/5 de sal.
Generalmente se preparan de esa suerte los
forrajes de calidad inferior.
Un agricultor de Bohemia, M. E. André,
después de cortar los forrajes secos de heno
y paja, los mezcla en capas alternas con raíces
también cortadas en lonjas, y los deposita en
cajas cerradas herméticamente, no sin rociarlos
antes con agua salada ó pura, ó que contenga
en suspensión polvos de torta, elevando
á veces la temperatura del agua á 70 y 80°
centígrados. La fermentación se desarrolla
espontáneamente en la caja, y á las treinta y
seis ó sesenta horas, según la temperatura se
ha desenvuelto convenientemente. Se extraen
los alimentos antes de que se presente la fermentación
alcohólica, y se administran á los
ganados.
Ese procedimiento aumenta el valor nutritivo
de los alimentos, porque reblandece las
fibras vegetales, prepárala disolución de ciertos
principios, y gracias á la acción del calor,
convierte en dextrina el almidón, la fécula y
el azúcar, permitiendo que se consuma la paja
con provecho y se economice el heno, si bien