l - Repositorio Gestion Documental v.03

ARI — 510 — ARI
pográficas se prestan, el riego, y de consiguiente
la apertura de canales, convierte en
feraces los terrenos áridos; en otros casos es
preferible dejarlos completamente abandonados,
ó cubrirlos de césped, ó dedicarlos á plantaciones
forestales, eligiendo cuidadosamente
las especies arbóreas apropiadas á las condiciones
del suelo. (V. Enmiendas y mejora de
los terrenos.)
ARIETE HIDRÁULICO (Mecánica
agrícola).—Sabido es que los cuerpos, al descender
en virtud de la ley de la gravedad,
adquieren una velocidad que aumenta en razón
del cuadrado de la distancia recorrida, y,
por lo tanto, son capaces de ejercer considerable
acción mecánica, pudiendo determinarse
esa acción con sólo multiplicar el peso del
cuerpo por la altura recorrida. Las ruedas
hidráulicas son movidas precisamente por el
peso del agua corriente, cuya acción es tanto
más enérgica cuanto mayor es el salto, y
por lo tanto la velocidad. A ese género de
máquinas pertenece también el ariete hidráulico,
bastante sencillo en sí, y que se emplea
para elevar á determinadas alturas una cantidad
más ó menos considerable de agua.
La construcción del aparato se funda en que
si cuando circula agua por un tubo se cierra
éste bruscamente, el líquido empujará las paredes
que le retengan con energía tanto mayor
cuanto mayor sea su masa y la velocidad adquirida.
Si no son bastante resistentes, estallarán
las paredes á consecuencia del choque;
pero en el caso contrario el esfuerzo acumulado
se transformará en movimientos moleculares,
abriéndose cualquier parte de esas paredes
que se halle en condiciones de abrirse, y lanzándose
el agua por la abertura con una velocidad
tanto mayor cuanto más reducida sea
la salida; de modo que se podrá elevar el
líquido á alturas más ó menos considerables,
según su cantidad. El ariete hidráulico se
halla dispuesto en tal forma que el agua se
encarga de obstruir y abrir alternativamente
los orificios de salida.
El aparato se compone de un tubo ó cuerpo
del ariete que deberá tener considerable
longitud, y á cuya extremidad habrá de haber
dos válvulas. La de detención se cierra
en el mismo sentido en que corre el agua, y la
de ascensión, por el contrario, se abre al impulso
de la corriente líquida; pero como soporta
el peso del agua contenida en el tubo
de ascensión, se requiere un considerable esfuerzo
para que quede abierta. Toda la parte
del aparato que reúne el cuerpo del ariete al
tubo de ascensión, constituye lo que se llama
la cabeza del ariete.
Ahora bien; supongamos que la válvula de
detención se halla abierta á consecuencia de
una enérgica presión; el agua procedente del
depósito de alimentación escapará por esa
abertura, y es claro que si se ha calculado convenientemente
el peso que la mantiene separada,
el empuje del agua acabará por cerrarla,
y la acción del retroceso del líquido se
ejercerá principalmente sobre la válvula de
ascensión, la cual se abrirá y dejará pasar por
su orificio una cantidad mayor ó menor de
agua. Descargado así el aparato por sí mismo
, se abrirá nuevamente la válvula de salida
en virtud de su propio peso, y se repetirán
los movimientos indicados mientras el aparato
se halle en comunicación con el depósito.
Tal es, reducido á su maj'or sencillez, el
mecanismo del aparato; los que ordinariamente
se construyen son más complicados; el
orificio de ascensión comunica con un depósito
ó cavidad que contiene aire, y que es comprimido
cuantas veces se abre la válvula de
ascensión y reacciona sobre la masa de agua
impulsada, regularizando la corriente de ésta,
al mismo tiempo que por su elasticidad amortigua
la violencia del choque. La presencia
del aire es casi indispensable, y para sustituirle
es necesario dar al aparato especial disposición.
Esa función secundaria del ariete se
realiza por medio de una válvula pequeña colocada
también á la extremidad del cuerpo
principal del aparato, y que se abre de fuera
adentro. Cuando después de un golpe la válvula
de salida deja correr el líquido, y todos
los resortes del mecanismo se ponen en tensión,
esa pequeña válvula deja penetrar un
poco de aire, suficiente para compensar la
pérdida del depósito, y que á veces se hace
pasar por un depósito suplementario en comunicación
constante con el cuerpo del ariete.
Guarneciendo de caucho la válvula principal
, se .amortiguan considerablemente los
golpes y se deteriora menos el aparato.
El ariete hidráulico llega á prestar grandes
servicios á la agricultura, siempre que se
pueda utilizar un pequeño salto de agua, para
elevar el líquido á puntos donde no es posible
llevarle á pie. Hay arietes que elevan el agua
á una altura veinte veces mayor que la de la
caída utilizada, si bien conviene servirse de
aquellos que únicamente la lanzan á una elevación
seis ó siete veces mayor. La energía
del aparato se calcula teniendo en cuenta la
altura y masa del salto , y así un ariete que
gaste por segundo 32,40 litros de agua, ó sean
32,40 kilogramos, y en tales condiciones que
el agua caiga de una altura de 0,979 metros,
representará un trabajo motor de 32,40 por
0,979 = 31,72 kilográmetros, elevará en cada
segundo 4,72 litros ó kilogramos á 4,55 metros,
y utilizará por lo tanto 21,48 kilográmetros;
es decir, que la faena utilizada está con la obtenida
realmente en la relación 21 á 32, es decir,
el 67 por 100 del impulso total. Los perfeccionamientos
que algunos ingenieros han
introducido en el aparato han realzado considerablemente
su valor .bajo el punto de vista
industrial y agrícola, habiéndose llegado á
obtener 8 litros de agua por segundo con arietes
de grandes dimensiones, ó sean 30 metros
cúbicos por hora. (V. Máquinas hidráulicas.)
ARIJA, ARIJO—Calificación de la tierra
delgada, ligera, leve, fácil de cultivar.
ARINGIT— (V. Payanguit.)