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cañas. En los terrenos de buena calidad se obtienen
tres ó cuatro cortes; en los de mediana
solamente dos, siendo más abundante el
primero. En un limo arcilloso obtuvo Sinclair
dos siguientes rendimientos por hectárea:
En verde ' l^n seco
En flor lftO quintales 71 quintales
Retoño 152 — 55 —
Pinkertk cosechó en dos cortes 144 quintales
por hectárea, y Karmrodt 226 quintales
por término medio, en el período de cuatro
años. Ese forraje ofrece el inconveniente de
tener un sabor amargo bastante acentuado,
principalmente cuando está verde; de ahí la
conveniencia de mezclarle con otras gramíneas
ó leguminosas, para que el ganado lo
coma con gusto.
De todas las gramíneas forrajeras la avena
elevada es aquella cuya semilla requiere ser
enterrada á profundidad mayor; ésta ha de
ser de 2 á 3 centímetros en suelos frescos, y
de 3 á 4 en los secos, siendo conveniente hacer
la siembra durante el mes de Septiembre
en países secos, y durante la primavera en los
húmedos. En la mezcla de los demás forrajes
con los cuales se combine, debe figurar en la
proporción -de 20 por 100, y gana mucho si
se mezcla con el trébol para que vegete durante
dos ó tres años; no así cuando ha de
durar uno sólo.
En Francia llaman fromentul mejorado de
Tourves á una variedad de la avena elevada
obtenida en la Provenza por el cultivo, y que
excede en una tercera parte de elevación á la
avena elevada común. En tierras de regadío se
obtienen de ella cuatro cortés al año, y aun
en las cercanías de París obtuvo M. Vilmorin
dos, uno en Junio, y otro en Agosto ó Septiembre.
Del análisis hecho en cuatro cortes de
fromental mejorado, obtenido en una pradera
de Saint-Kemy (Bocas del Ródano), el año
1876, resultó que contenían por cada 100 partes:
el heno del primer corte, 1,48 de ázoe,
el del segundo, 1,49; el del tercero, 1,64, y
el del cuarto, 1,74; y después de la desecación
respectivamente, 1,69, 1,69, 1.86 y 2,03;
es decir que el heno del tercero y cuarto corte
es más azoado y nutritivo. También las cenizas
de esos cortes contenían mayor cantidad
de potasa.
La avena amarilla ó dorada (Avena flavescens,
L., ó Triseium flaoescens, Beauv.), llamada
también pequeña avena de los prados, y
en París heno fino, da un forraje de excelente
calidad, apetitoso para el ganado y abundante
en los dos primeros cortes. Es una planta vivaz
, de mucha duración , que se puede cultivar
en todas las tierras que no sean demasiado
ligeras ó excesivamente fuertes, y que da excelentes
cosechas, lo mismo en los años secos
que en los húmedos. No forma césped tupido;
los brotes laterales, intravaginales siempre,
aparecen muy luego, y los tallos, ordinariamente
pubescentes en los nudos, alcanzan una
elevación de 40 á 70 centímetros. Las hojas
son planas, blandas, estriadas ligeramente, más
ó menos pubescentes, sobre todo en la parte
superior; la lígula corta y truncada; la inflorescencia
en panícula, difusa y dorada en el
período de la floración, y morena y mate después.
Las espiguillas son numerosas, pequeñas,
de tres flores ordinariamente , casi cilindricas
en el momento de la floración, y muy abiertas
después, de color plateado amarillo y aun á veces
violáceo. El'eje de la espiguilla es velloso,
y las dos glumas más cortas que las flores, la
inferior uninervada, y la mitad que la superior
en longitud, siendo trinervada la segunda.
En el momento de la floración se abren
por lo común dos flores á la vez; el falso fruto
ó cariópside está envuelto en glumillas, y
mide 5 á 6 milímetros y 10 con la arista. El
cariópside es oblongo, en forma de huso; está
algo comprimido lateralmente, y no presenta
surco en la faz interna.
Los botánicos distinguen tres variedades de
esa especie: la avena amarilla común (A. flaoescens
oulgaris); la grande (A. flaoescens
major), y la abigarrada (A. flaoescens variegataj;
las dos últimas aun no explotadas pollos
agricultores.
Crece esa gramínea en todas las regiones
europeas, con excepción de la Laponia; en la
Argelia, en el Cáucaso, la Georgia, la Armenia,
la Siberia y la Península de Kamchatka,
y no se ha encontrado en la América septentrional.
Abunda en los sitios herbosos, en
los prados y en las orillas de los caminos, y
aun en las más elevadas laderas y cimas de
los Alpes y del Jura, anunciando la buena calidad
de las praderas en que abunda. Prospera
ante todo en la región de la vid, cuando
es adecuada la naturaleza del terreno; soporta
bien las sequías, pero sin adquirir desarrollo,
y el exceso de humedad, y sobre todo las
aguas estancadas, impiden su vegetación y
desenvolvimiento.
Como se desprende de lo dicho, la avena
amarilla prospera en los suelos frescos, profundos
, ricos en humus y calientes, y sobre
todo eu los calcáreos y margosos, en los limos
y arcillas de buena calidad, y en los arenosos
ricos en limo, alcanzando á veces un
metro de altura y destacando en las praderas
artificiales. No se, amolda á los terrenos
áridos, y su producto es escaso en los flojos
y secos. Según Wolff y Ogoston, 1.000 libras
de heno exportan del suelo 10,1 de ázoe,
4,2 de ácido fosfórico, 16,4 de potasa, 0,6 de
sosa, 1,4 de magnesia, 3,5 de cal, 1,8 de ácido
sulfúrico y 16 de silíce.
Los riegos son muy beneficiosos para la
planta, á condición de que las aguas no se
estanquen; prefiere al abono fresco el depositado
en el terreno con mucha anterioridad;
respecto de los abonos líquidos, no le convienen,
al parecer, tanto como á las demás
gramíneas, pero no se han hecho experiencias
concluyen tes.
Florece esa planta, cuyas cañas son altas y