l - Repositorio Gestion Documental v.03

AEG — 503 — AEG
•de una palabra árabe que significa colina, no
maduran bien los dátiles, y en cambio los cereales
prosperan sin otro riego que las aguas
de lluvia; en el Sahara, denominación que en
árabe significa pasto, y por extensión desierto
y llanura, maduran perfectamente los dátiles,
y los cereales solamente vegetan mediante el
riego. En esa región tienen excepcional importancia
los oasis de Oued, arroyuelo ó lugares
regables. En la zona de las altas mesetas
hay sitios que se pueden asimilar al Tell,
y comarcas que ofrecen condiciones agrícolas
análogas á las del Sahara. La temperatura del
Tell varía según los sitios, á causa de la diferente
elevación de éstos sobre el nivel del
mar. En la costa se eleva la máxima media á
18° centígrados, y desciende la mínima media
á 3 y 8", en tanto que en la región del Setif,
á 1.000 metros sobre el nivel del mar, sólo
llega la máxima á 13° y la mínima desciende
á 3° bajo 0. Las máximas absolutas observadas
pasan de 40°, y las mínimas llegan en ocasiones
á 7° bajo 0, mas no en los mismos sitios,
como es de suponer, puesto que las oscilaciones
termométricas no recorren una escala de
30" centígrados, siendo así que en Madrid la
diferencia entre la temperatura máxima y la
mínima absolutas del año pasa á reces de 46°.
Los calores del estío en Argelia, gracias á la
influencia de los grandes refrigerantes montañosos
, no son tan intensos como en las regiones
centrales y meridionales de España. Con
breves interrupciones, los vientos dominantes
desde Octubre á Mayo son los del Noroeste;
durante el verano, la dirección de las comentes
aéreas depende de causas locales, y solamente
el sirocco ó viento de Sudoeste resulta
•excesivamente molesto para los hombres y los
animales, y dañoso para las plantas, que se
agostan rápidamente á veces.
La escasez de lluvias es la preocupación
constante de los labradores; las primeras caen
en Septiembre algunos años, y generalmente
en Octubre; aumentan hasta el mes de Enero,
y desde Febrero van disminuyendo; de manera
que son escasas en Marzo y cesan por completo
en Abril. Desde el mes de Mayo hasta
el de Septiembre rara vez llueve, y los breves
aguaceros no influyen realmente en las condiciones
del clima. La cantidad de lluvia es muy
variable, según los años, y así se han recogido
en el pluviómetro desde 380 e n Mostaganem
hasta 1047 m m en Argel, pudiendo
fijarse la cantidad media entre 500 y 600 milímetros
anuales; siendo de advertir que aumenta
notablemente á medida que se avanza
hacia el Oriente, á causa probablemente de la
•mayor elevación de las montañas. El número
de días lluviosos oscila entre 52 y 55, lo que,
dada la cantidad de agua que cae, revela que
son torrenciales las lluvias. Su falta durante
el estío se halla compensada por los abundantes
rocíos. Créese que se evapora la mitad del
agua que arrojan las nubes, á causa de la limpidez
del cielo, de la violencia y persistencia
de los vientos en invierno, y de la acción del
sirocco en verano, menos terrible ciertamente
de lo que es de suponer por las exageradas
afirmaciones de algunos viajeros.
La nieve cae rara vez en la costa y en las
planicies; no así en los sitios elevados, donde
son muy frecuentes las nevadas en invierno.
Durante ocho meses pueden contemplar los
habitantes de Argel las nevadas cimas del
Jurjura ó más bien Churchura. En Tremecén,
Milianah, Medeah, Constantina y Batna son
frecuentes las tempestades de nieve únicamente
durante los rigores del invierno; pero la
nieve se funde todos los años aun en las más
altas cimas. Las heladas son también muy raras
en las llanuras, donde los cultivos han
adquirido gran importancia. El barómetro, al
igual del termómetro, oscila poco relativamente;
entre la máxima y la mínima altura
de la columna existe una diferencia de 40 milímetros
únicamente.
El clima de la región sahariana es mucho
más riguroso; durante la época de los calores,
la temperatura se eleva á 45° centígrados á la
sombra, y en invierno desciende á 3° bajo 0.
Los vientos son violentos en demasía; nieva
con frecuencia, sobre todo en las mesetas elevadas
, y no se conoce bien el régimen de las
lluvias. De ahí que no sea tan fácil, como en
las llanuras y vegas del Tell, el cultivo de
plantas intertropicales, á menos de que no
sean protegidas con abrigos durante el invierno.
CONSTITUCIÓN GEOLÓGICA DEL SUELO.—El
territorio argelino se halla formado por una
banda de terrenos primitivos, interrumpida
con frecuencia, y en la cual se encuentra granito,
gneis, micasquistos, pórfidos y rocas anfibólicas.
En algunos puntos se halla cubierta
por terrenos de transición, con capas de gneis
y micasquistos, que alternan con otras calcáreas
cristalinas. La principal parte del suelo se
halla constituida por terrenos á veces de formación
jurásica, pero casi siempre cretáceos.
El terreno terciario llena los huecos que dejan
las rocas secundarias, y cubre algunas llanuras
que no han sido ocupadas por aluviones
más recientes. Algunas erupciones han arrojado
á la superficie islotes de granito, de pórfido
y de basalto. Así, pues, es escasa la importancia
de los terrenos cristalinos eu comparación
de la que alcanzan los de sedimentos
aptos para el cultivo. Se encuentran allí toda
clase de rocas calcáreas, desde las más groseras
calizas hasta los más finos mármoles, margas
arcillosas, dolomías, esquistos arcillosos,
calcáreos y talcosos, é inmensas cantidades de
roca de gypsa, abundando también el cobre,
el hierro y el plomo en condiciones adecuadas
para la explotación minera.
Domina en Argelia el suelo arcilloso calcáreo,
mezclado con variadas proporciones de
arena; constituye las grandes vegas del Mediterráneo
y otros ríos, y cubre las vertientes
montañosas que les envían sus aguas. La arci- t
lia no abunda en ninguna comarca hasta tal
extremo que por su compacidad impida ó di-