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l - Repositorio Gestion Documental v.03

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ALG — 26 — ALG<br />

halle el árbol y de la humedad de la atmósfera.<br />

Unas veces causan aquéllas la pérdida de<br />

las hojas solamente; otras las de los brotes<br />

tiernos y ramas delgadas, y á veces la de todo<br />

el árbol. En 1829 perecieron muchos algarrobos<br />

en el reino de Valencia; en 1789, según<br />

Cabanilles, los fríos causaron estragos de consideración,<br />

y en 1885, la de muchos plantones<br />

y ramas, y la caída de todas las hojas. La gran<br />

humedad favorece de tal manera la acción<br />

destructora de los fríos, por impregnar las<br />

partes aéreas del árbol, que las heladas causan<br />

siempre mayores daños en los valles profundos<br />

y en los sitios inmediatos á los ríos y hueiv<br />

tas. Después de las lluvias, los efectos de las<br />

temperaturas bajas son también más terribles<br />

por la misma razón. La lentitud del deshielo<br />

disminuye en cambio los daños, porque los<br />

tejidos dislacerados recobran la forma y elasticidad<br />

primitiva paulatinamente. La acción<br />

de las escarchas, sobre todo cuando sirven de<br />

lentes convergentes á los rayos de un brillante<br />

sol, es perjudicial por lo mismo en grado<br />

sumo, quemando, como vulgarmente se dice,<br />

los pequeños brotes. Ese efecto no se produce<br />

cuando una lluvia matutina destruye la<br />

escarcha si ocultan el sol algunas nubes, dando<br />

tiempo á que se licúe la escarcha. Las nieves<br />

causan daños, no solamente porque ejercen<br />

la misma acción que las escarchas y los<br />

hielos, sino también porque acumulan enorme<br />

peso sobre los árboles, y son causa de que se<br />

desgajen numerosas ramas, cual ocurrió en la<br />

zona valenciana á mediados de Enero de 1885.<br />

Los efectos de las bajas temperaturas solamente<br />

se pueden evitar ó amenguar respecto<br />

de las plantas jóvenes, abrigando éstas y eligiendo<br />

convenientemente la exposición en el<br />

momento de plantar los algarrobos, es decir,<br />

la de Poniente y Mediodía en los climas fríos,<br />

y la de Levante y Norte en los templados<br />

y cálidos. Tampoco deberá ejecutarse labor<br />

alguna inmediatamente antes del invierno, ni<br />

hasta que no haya desaparecido la probabilidad<br />

de que caigan heladas tardías. Donde sea<br />

dable regar, se utilizará el agua para mantener<br />

en buena sazón el suelo durante la estación<br />

fría. Cuando no se hayan evitado los daños,<br />

será necesario repararlos despojando al<br />

árbol de las hojas, brotes y ramas destruidas,<br />

á fin de que sean sustituidas inmediatamente<br />

por la naturaleza próvida, observando, por supuesto,<br />

las reglas prescritas al hablar de la<br />

poda y de la multiplicación. Épocas hay, como<br />

en 1829 y 1789, en que fué necesario levantar<br />

un nuevo árbol sobre las ruinas del antiguo.<br />

B. Por elevadas temperaturas.—Estas no<br />

son tan dañinas como las bajas, siempre que<br />

los algarrobos obtengan del suelo la humedad<br />

necesaria para suplir el exceso de evaporación;<br />

mas no por eso ha de prescindirse de<br />

las precauciones recomendadas al hablar de<br />

las podas, para evitar que la acción directa del<br />

sol endurezca prematuramente los tejidos de<br />

los frutos, haciéndoles perder su elasticidad<br />

y dificultando su desarrollo. Además, la acción<br />

intensa del sol sobre el tronco y las ramas produce<br />

efectos análogos á los que causan los fríos,<br />

porque aumentando también el volumen de la<br />

savia, ésta rompe los tejidos en que se halla<br />

contenida, además de desprenderse algunas<br />

placas de la corteza, aumentar la evaporación<br />

y hacerse la madera más seca y quebradiza.<br />

El peso que durante los meses de Julio<br />

y Agosto adquiere el fruto, ya casi en sazón,<br />

contribuye á la rotura de innumerables brazos<br />

y ramas, y á que se inutilicen muchos árboles.<br />

Ya Sabemos, porque se ha dicho al hablar<br />

de las podas, que ese daño se previene en<br />

parte practicando aquéllas de modo que no<br />

quede la madera, y especialmente la cruz del<br />

árbol, expuesta á la acción directa de los rayos<br />

solares, sino algo sombrada por el ramaje.<br />

También deberá adoptarse la precaución<br />

de cortar á cierta edad las ramas principales,<br />

porque siendo exageradamente largas, exigen<br />

mayor esfuerzo de la cruz y es más fácil el<br />

desgaje.<br />

C. Por exceso de humedad.—En todos los<br />

árboles produce el exceso de humedad la enfermedad<br />

llamada filomanía, ó sea un extraordinario<br />

desarrollo del sistema foliáceo, á causa<br />

de la gran rapidez en el movimiento de la savia<br />

y de la imperfecta elaboración de ésta. Los<br />

algarrobos son muy propensos á esa viciosa<br />

vegetación, cual se advierte en los árboles<br />

que crecen en las huertas, y cuya producción<br />

en fruto no responde á la pompa y grandiosidad<br />

del porte.<br />

La humedad favorece también el desarrollo<br />

de los musgos ya mencionados en los troncos<br />

y en las ramas. En realidad son raras en<br />

los algarrobos las enfermedades producidas<br />

por la causa que nos ocupa, gracias á que esos<br />

árboles se cultivan generalmente en terrenos<br />

de secano y en laderas donde no se detiene el<br />

agua en cantidad excesiva. En cambio, cuando<br />

las lluvias son abundantes, se llenan de<br />

agua los huecos formados en el tronco por el<br />

reblandecimiento del duramen, penetrando el<br />

líquido por alguna de las heridas abiertas en<br />

la cruz, y á veces por una rendija al parecer<br />

insignificante. Entonces se establece comunicación<br />

entre el agua y la savia ascendente, la<br />

cual se disuelve y no circula con regularidad,<br />

revelando el color amarillo de las hojas que<br />

el árbol no se nutre en las condiciones debidas,<br />

y acabando aquéllas por secarse cuando<br />

no se contienen los progresos del mal.<br />

Los podadores inteligentes conocen, por el<br />

sonido que produce el árbol al golpearle, si<br />

está carcomido ó no, y procuran limpiar su interior<br />

abriendo un agujero en la base del tronco<br />

y estableciendo comunicación con el depósito<br />

de agua, lo que se consigue empleando<br />

simplemente un bastón achaflanado ó terminado<br />

en punta, que utilizan para limpiar el<br />

árbol de toda la escoria que se aglomera en su<br />

interior.<br />

B. Por falta de humedad.—Las sequías<br />

son menos perjudiciales para el algarrobo que<br />

para la generalidad de los árboles, á pesar de

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