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AZA — 645 — AZA
ras para la cogida de la flor, así que llegan á
la casa del labrador, se pesa la que cada una
ba recogido, para después pagarla, según usos
y costumbres. Lo primero que hay que hacer
es separar la flor de cada una de las cogidas,
para limpiarla por riguroso turno, porque lo
más que puede resistir sin deteriorarse y sacar
el azafrán, son dos días, y para esto no ha de
estar ni muy extendida ni muy amontonada.
Figura 291.—Hornilla con cedazo
Si se hubiese cogido durante los días lluviosos,
porque aun cuando llueva no se puede dejar
de recoger, hay que extender la rosa sobre una
estera, y removerla de cuando en cuando para
que se oree antes de mondarla: De modo que
cuando ya está en disposición, y comenzando
por la que primero se ha cogido, se extiende
sobre una mesa larga, alrededor de la cual se
sientan hombres, chicos y mujeres, teniendo
cada cual á su frente una cazuela limpia y
vidriada, para ir echando en ella los mazos,
ó sean los estigmas que constituyen el azafrán.
Así que se ha terminado la monda de la
rosa por aquel día, se pesa el azafrán que cada
uno ha sacado, y se continúan las operaciones
en los sucesivos hasta finalizar la cosecha, que
es cuando se ajustan cuentas y se pagan los
jornales devengados, si es que diariamente no
se han satisfecho. ¡
TOSTADO DEL AZAFRÁN.—Esta importante"
operación, de la cual dependen en gran parte
sus cualidades comerciales, es propia de la mujer
del labrador, á cuyo cuidado y dirección
suelen estar todas las manipulaciones subsiguientes
ala recolección, y con especialidad
la del tostado, al que se procede inmediatamente
, reuniendo por tandas el azafrán obtenido.
Para tostar el azafrán verde se usa en Albacete
un barreño ó cazuela-hornilla, representada
en la figura 292, al que denominan tostador,
en cuyo fondo se coloca un poco de ceniza y
encima una capa de lumbre bien pasada, y no
muy fuerte, que regularmente es el resultado
de quemar separadamente en el hogar una
gavilla de leña. En esta disposición se coloca
encima de la hornilla, tapándola, un cedazo
ordinario, dentro del cual se pone bien exten-
dido el azafrán, como lo demuestra la figura
291. Cuando ya se ha desecado lo necesario
por la parte expuesta al fuego, se coge otro
cedazo, y colocándole encima del primero, se
levanta de la hornilla y se vuelve el de arriba
abajo, dejando caer dentro del segundo el azafrán
contenido en el primero', quedando encima
la parte del azafrán que se hallaba expuesta
á la acción directa de la lumbre. Así
Figura 292.—3arreño-hornilla ó tostador
que se ha desecado por esta parte, se separa de
la hornilla y se envuelve en un trapo negro,
que se guarda cuidadosamente dentro de un
arca, en sitio obscuro, pues la acción de la luz
descolora el azafrán, lo que hace disminuir
su valor en el mercado. En Pequeña y otros
Figura 293.—Hornilla usada en el partido de Requena
para tostar el azafrán
puntos usan para el tostado del azafrán la
hornilla que figuramos en el grabado 293, pero
en otros pueblos la reemplazan por el hueco
que forman dos ladrillos de canto, arrimados
á la pared, en el que echan la lumbre y colocan
encima el cedazo.
ENFERMEDADES Y ENEMIGOS.—Entre las alteraciones
morbosas que puede experimentar
esta planta, se encuentra el monstruoso desarrollo
que al lado de los búlbulos ó cebolla
nueva adquiere algunas veces el bulbo llamado
por los cultivadores tumor, impidiendo su nutrición.
La caries ó podredumbre, que ataca y