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Durante el invierno se sumergen en el fondo
de los estanques ó lagunas, permaneciendo
aletargados hasta las primeras lluvias de primavera;
las mudas de su piel las verifican en
el agua. Las especies que conservan la cola
toda su vida son acuáticas en su mayor parte
(tritones, tritomegas, proteos, sirenas, menopomes
y otros). De los anuros, ciertas especies
de los raniformes. Los ceciloides son terrestres.
Usos y aplicaciones.—Algunas especies de
batracios son muy útiles á la agricultura, porque
destruyen los insectos que le son perjudiciales;
otras, como las ranas, tienen partes
comestibles, las ancas, que se condimentan de
diferentes maneras, y sometidas á la ebullición,
producen un exquisito caldo, muy apropiado
para los enfermos, y tienen cierta importancia
en la historia de las ciencias por
haber dado ocasión, aunque casual, al descubrimiento
del magnetismo por las contracciones
musculares que en ellas se observaron al
ponerlas en contacto con dos metales de distinta
naturaleza, lo que después dio lugar á
los experimentos y controversias de Galvani
y Volta, origen de tantas y tan útiles aplicaciones.
Otras especies, como los tritones, han
engrandecido la biología con notables descubrimientos
y experiencias acerca de la vivificación
artificial de sus gérmenes, cambios verificados
en los principales centros de la vida,
y singular particularidad de reproducir las
partes perdidas ó mutiladas de su cuerpo, tales
como las extremidades, la cola y hasta los
ojos.
Los ofidios ó serpientes tienen el cuerpo
cilindrico; piel escamosa y gruesa, que mudan
varias veces al año; cabeza pequeña y más ancha
que el cuerpo; boca muy hendida, y tal
movilidad en los huesos de la cara, que les
facilita poder dilatar dicha cavidad y engullir
la presa que les sirve de alimento. La conformación
de los dientes es un carácter distintivo
de las diferentes familias de este orden; carecen
de esternón; tienen el tacto en la lengua;
beben agua, y les agrada el bañarse. Las
serpientes acuáticas son marinas ó fluviátiles;
las primeras, que son venenosas y se conocen
con el nombre de platicercos ó serpientes marinas,
habitan el Océano índico, las costas
Sur de la China y las del Norte de la Australia.
Entre las fluviátiles figura en primer término
, por su gran tamaño, el anacondo, Ennecies
marinus, pitonido del Nuevo Mundo,
que mide de 24 á 30 pies de largo; vive en
los pantanos, y se encuentra en mejores condiciones
en las tranquilas y cristalinas aguas
de los lagos y de los ríos que corren por los
frondosos bosques del Brasil. El Trigonocephalus
piscivorus, mocasín de agua, es venenosa,
voraz y muy temida porque ataca repentinamente
á cuantos se le acercan; habita
los ríos, lagos, pantanos y estanques déla
América del Norte.
Entre los saurios ó lagartos figuran como
acuáticos el Champsa Mississipensis, caimán
del Mississippi, que se encuentra en este gran
río, y en los de la Carolina y Luisiana; el caimán
de anteojo, C. sclerops, que habita los
ríos, lagos y estanques de la América meridional
y Brasil; y los cocodrilos vulgar, listado,
del Nilo y el del Ganges.
Los quelonios ó tortugas, cuya resistencia
vital es tan extraordinaria que se les ve moverse
por espacio de algunos meses después
de haberles cortado la cabeza, y que pueden
vivir por mucho tiempo sin respirar ni mezclar
oxígeno en su sangre, se dividen en acuáticos
y terrestres, y aquéllos en marinos y de
agua dulce. Entre los quelónidos ó tortugas
marinas figuran la verde, que alcanza muy
cerca de 2 metros de lai'go y hasta 460 kilos
de peso; el carey y el laúd, ó tortuga coriácea.
Las fluviales las constituyen los galápagos, que
habitan las charcas, lagos, estanques y pantanos
de ambos continentes.
Usos y aplicaciones.— Las tortugas marinas
se utilizan por su carne, grasa y huevos,
y además la carey por su concha. Los huevos
de las fluviátiles son muy abundantes en Norte-América,
y constituyen para los indios un
exquisito alimento. Entre nosotros los galápagos
se utilizan en las huertas y jardines
para destruir los insectos perjudiciales á las
plantas.
AVES.—Además de los caracteres propios
de estos animales, que sirven para distinguirlos
del resto de los vertebrados, tienen las especies
acuáticas cualidades orgánicas especiales,
debidas al medio en que naturalmente habitan,
en proporción tan considerable, que
sólo las que frecueutan los mares forman la
décima cuarta parte de las que pueblan el globo
, suponiéndose ascender su número á 9.400
especies. Estas aves, que viven en el agua,
frecuentan los sitios húmedos ó encharcados,
las riberas de los ríos, costas y orillas de los
mares, se subdividen en dos grupos, que son:
palmípedas (aves esencialmente acuáticas), y
zancudas (aves denominadas de ribera).
Las palmípedas se distinguen por tener el
cuerpo dispuesto para la natación, y con un
peso específico menor que el agua; patas cortas
, implantadas muy atrás, que les dificulta
mucho para andar por exigirles la posición
vertical; los dedos unidos en todo ó en parte
por membranas interdigitales ó colocadas lateralmente;
la glándula sebácea que las aves
tienen en el origen de la cola se encuentra
muy desarrollada en las acuáticas, y con la
materia grasienta que en abundancia segregan,
lubrifican y untan frecuentemente sus
plumas, con el fin de hacerlas impermeables al
agua. Unas vuelan con dificultad, otras apenas
si pueden elevarse y sostenerse en el aire;
por último, las hay con alas tan desarrolladas
que les permite surcar los aires hasta muy lejano
de las costas, aun en medio de las tormentas.
Habitan los ríos, lagos y mares de los diferentes
puntos de la tierra, y hasta parece
habérselas encontrado en los lagos subterráneos
de la América. Este orden se divide en