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l - Repositorio Gestion Documental v.03

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ARA — 444 A RA<br />

brá para la cuchilla 20 en lugar de 17,5; para arado.—La autoridad indiscutible que tienen<br />

la vertedera 10,14 en vez de 9,4, y para el en el mundo agrícola las doctrinas del Conde<br />

dental 38,15 en lugar de 37,7. En este aumento de Gasparin, nos mueven á consignar los re­<br />

de profundidad, la tracción no aumenta más sultados de los importantes trabajos del emi­<br />

que de 4,29 por 100.<br />

nente agrónomo, que resume de la siguiente<br />

Circunstancias que influyen en la tracción del manera:<br />

arado.—La naturaleza de la tierra, ejerce evi­ El arado que exige menor fuerza de tiro,<br />

dentemente una grande influencia en la trac­ ocasionando menos fatiga al hombre y al anición.<br />

Los ensayos comparativos dan á conocer, mal, es el de antetrén de ruedas elevadas,<br />

queel trabajo por hectárea en las diversas clases cuyo radio se aproxima más á la altura de la<br />

de terrenos, es de 11.944.160 kilográmetros en espalda del animal, y después el arado sin an­<br />

la arcilla; en una tierra fuerte, 6.389.500 kitetrén. Los arados con antetrén de ruedas balográmetros<br />

; en una tierra franca arenosa, jas , necesitan mayor tiro y fatigan más á la<br />

3.889.000, y en las tierras silíceo-arcillosas, yunta, aun cuando sean más cómodos para el<br />

3.334.000 á la profundidad de 0m,l27. De labrador.<br />

modo, que si se representa por 100 la tracción La vertedera debe tener una separación<br />

para una labor poco profunda en la tierra ar­ igual á la anchura de la reja, la que debe ser<br />

cillosa, la franca exige 53,47; la franca areno­ igual á la anchura que se quiere dar al surco,<br />

sa 32,5, y la arena 27,9.<br />

y marchar en una dirección paralela á su eje,<br />

El estado de la tierra es otra de las causas nunca en una dirección oblicua.<br />

que influyen en la tracción, y según los expe­ La vertedera helizoidal exige poca más fuerrimentos<br />

de Pusey y de Morton, el exceso de za de tiro que la vertedera paraboloide, pero<br />

sequedad la aumenta en un 92 por 100, com­ voltea completamente la tierra, que la última<br />

parada con la que exige cuando se encuentra no hace más que separar lateralmente. La di­<br />

en buen estado de tempero.<br />

ferencia de fuerzas es de poca consideración.<br />

La profundidad de la labor, debe hacer va­ La cuchilla debe venir á parar á la punta de<br />

riar forzosamente la fuerza necesaria para el la reja; su acortamiento ó supresión no hace<br />

arrastre, y prescindiendo del peso del instru­ más que aumentar las resistencias, sin dismento<br />

, con un buen arado, el aumento debido pensarse en los cálculos de considerarla como<br />

á la profundidad, es próximamente proporcio­ existente en toda su integridad. La dirección<br />

nal á esta profundidad, y de 1,25 kilogramos de la cuchilla, debe ser paralela al eje de la<br />

por centímetro de 0,102 á 0,127; de 2,73 ki­ reja y nunca oblicua. El empleo del regulador<br />

logramos de 0,127 á 0,152, y de 3,67 kilogra­ en los arados sin antetrén, y la posición de<br />

mos de 0,52 á 0,178.<br />

la cama sobre el antetrén, deben tener por<br />

Las experiencias practicadas por diferentes objeto mantener la dirección del arado en la<br />

agrónomos, Morton sobre todo, dejan fuera línea del eje de la reja, y disminuir el tiro apro­<br />

de duda la influencia del peso del arado en la ximando su línea directriz al centro de resis­<br />

tracción, y el error de Dombasle al suponer, tencia.<br />

como digimos al examinar su teoría, que po­ Sean cuales fueren las disposiciones secundían<br />

cargarse de 50 á 75 kilogramos en el darias de los diferentes arados, deben prefe­<br />

centro de gravedad del instrumento, sin aurirse los que más se aproximen á estos prinmentar<br />

de una manera sensible la resistencia. cipios , produciendo mayores resultados cuan^<br />

A medida que aumenta el peso del arado, au­ do los reúnen todos.<br />

menta aquélla, y cargándolo con un peso de CLASIFICACIÓN DE EOS AKADOS.—Siendo la<br />

100 kilogramos, se aumenta la tracción de 60 tendencia de nuestros días especializar la cons­<br />

á 93 kilogramos. La observación de Dombasle trucción del arado, aplicándolo á determina­<br />

debió verificarse en un arado que tuviere gran dos fines, por más que la mayoría de los cono­<br />

tendencia á entrar en la tierra, la cual era cidos se apliquen á toda suerte de labores y á<br />

compensada por el labrador por medio de una múltiples usos, parece natural clasificarlos se­<br />

gran presión en las manceras; la adición del gún su destino; pero teniendo en cuenta la<br />

peso en este caso', al centro de gravedad, si­ multiplicidad de operaciones que exige un<br />

tuado á una pequeña distancia, hacia atrás, cultivo mecánico bien entendido, y el conside­<br />

del centro de las resistencias, reemplazaba el rable número de instrumentos á ellas destina­<br />

esfuerzo del hombre sobre las estevas.<br />

dos, preferimos como cuestión de método, y<br />

Gran número de experimentos y de ensayos teniendo en cuenta además la preponderancia<br />

dinamométricos, verificados en los concursos que tienen en España ciertos tipos, agrupar­<br />

y exposiciones para juzgar de la bondad de los en dos grandes divisiones: arados de timón<br />

los instrumentos de cultivo, han demostrado ó timoneros, y arados de timón partido.<br />

que , según sean los arados, la tracción varía Arado limonero español.—El arado que se<br />

de una manera considerable para la misma utiliza desde tiempo inmemorial en casi todas<br />

tierra y para la misma clase de labor, hasta las provincias de España, se diferencia muy<br />

el punto de que, un arado mal construido exi­ poco del arado romano, y se compone de las<br />

ge 65 por 100 más de tracción que otro en siguientes piezas ó partes: el timón, la cama,<br />

que sus piezas se hallan dispuestas de la ma­ el dental, la reja y la esteva, con su mancera<br />

nera conveniente.<br />

correspondiente.<br />

Recapitulación general de las condiciones del | El timón, que, como su nombre indica, sirve

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