07.04.2013 Views

l - Repositorio Gestion Documental v.03

l - Repositorio Gestion Documental v.03

l - Repositorio Gestion Documental v.03

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

AMO — 220 — AMO<br />

níaco era la tínica fuente de ázoe para los<br />

vegetales se hallaba arraigada tan profundamente,<br />

que se admitió la hipótesis de Kuhlmann,<br />

sin recordar que cuando el ácido nítrico<br />

comienza á perder su propio oxígeno, se<br />

convierte en compuestos menos oxigenados, si<br />

bien ávidos en sumo grado de ese cuerpo elemental,<br />

gracias á lo cual el mencionado ácido<br />

vuelve á reconstituirse y aparece en la primitiva<br />

forma. Además se demostró cumplidamente<br />

errónea la explicación cuando Boussingault<br />

consiguió que vegetasen algunas plantas<br />

en terreno despojado completamente de materias<br />

orgánicas en putrefacción, y que solamente<br />

había sido abonado con nitro.<br />

Con ese hecho se reconoció que el ácido nítrico<br />

era un alimento directo para las plantas,<br />

si bien se concedía siempre el primer puesto al<br />

amoníaco, al cual se ha seguido considerando<br />

como principal fuente y origen del ázoe para<br />

las plantas, y que se introducía en el organismo<br />

por medio de las raíces. Pero si la primera<br />

parte de la proposición es admisible sin género<br />

alguno de duda, se oponen á la aceptación<br />

de la segunda varios hechos. En efecto; haciendo<br />

Bouchardat experimentos con algunas<br />

plantas cuyas raíces se hallaban sumergidas<br />

en una disolución de sales amoniacales, no<br />

tardó en notar que iban pereciendo aquéllas<br />

con rapidez, y dedujo de ahí que las sales<br />

amoniacales constiftryen un tósigo para las<br />

plantas. A la afirmación del mencionado químico<br />

se podía, sin embargo, objetar que habiendo<br />

empleado él sales y ácidos muy enérgicos,<br />

como el sulfúrico, el nítrico, el clorhídrico<br />

y el fosfórico, pudo imputarse á la<br />

energía de su acción la muerte de los vegetales<br />

sometidos á la experiencia, tanto más<br />

cuanto que no se hallaban éstos en condiciones<br />

normales, puesto que tenían sus raíces<br />

sumergidas en agua, lo cual no está conforme<br />

con la manera de vegetar de la mayoría de<br />

las plantas. Para que desapareciese todo género<br />

de duda, Cloez y Gratiolet operaron<br />

con plantas acuáticas, y observaron que también<br />

morían éstas, y de ahí que Boussingault,<br />

en algunas consideraciones explanadas acerca<br />

del guano en una Memoria presentada al<br />

Instituto de Francia, creyese conveniente<br />

restringir la aplicación de las sales de base<br />

amoniacal á aquellas que tienen por componente<br />

electro-negativo un ácido orgánico y el<br />

carbono.<br />

Pero aun el mismo Boussingault hubo de<br />

reconocer que es todavía insuficiente esa restricción<br />

, y conviene en que algunas plantitas<br />

de trébol, regadas con una disolución muy<br />

prolongada de oxalato de amoníaco (1 por 600)<br />

perecen á los ocho días, mientras que prosperan<br />

otras en iguales condiciones, pero bañadas<br />

con agua destilada; hecho que le indujo<br />

á reconocer la utilidad del álcali volátil<br />

únicamente bajo la forma de carbonato. Mas<br />

también ese límite resultó ilusorio, y no falta<br />

quien haya observado en Regio que una robusta<br />

planta de maíz, regada con una disolu­<br />

ción muy prolongada de carbonato de amoníaco,<br />

fué desmejorando gradualmente y acabó<br />

por morir. De ese hecho se puede deducir también<br />

que el carbonato amoniacal es letal para<br />

la vegetación cuando penetra por las raíces.<br />

Para explicar el resultado de esas experiencias<br />

es preciso tener presente que probablemente el<br />

oxalato de amoníaco de que se valiera Boussingault<br />

encontró en el terreno carbonato de<br />

cal; suposición tanto más verosímil cuanto<br />

que ese compuesto es indispensable para la<br />

vegetación del trébol, y probablemente esa<br />

substancia se cambiaría en carbonato amoniacal,<br />

resultando perjudicada la planta en tales<br />

condiciones.<br />

Para eludir toda clase de objeciones encaminadas<br />

á poner en duda la facultad de la sal de<br />

que se habla, calificándola de mortífera para<br />

los vegetales, se realizó otro experimento. Tomada<br />

una planta de trébol cuando se hallaba<br />

en plena vegetación, y después de despojarla<br />

de la tierra de que se hallaba rodeada mediante<br />

repetidas lavaduras, se colocó en una vasija<br />

de tierra que tenía un orificio en el fondo, por<br />

el cual pasaban libremente las raíces con sus<br />

espongiolas. Llenada esa vasija de piedra pómez<br />

para sostener la planta, se introdujo en<br />

otra más ancha y que tenía en el fondo una<br />

mezcla de tierra preparada artificialmente, y<br />

en la cual entraban, además de los componentes<br />

del terreno, privados de toda materia orgánica,<br />

las substancias que también se encuentran<br />

en las cenizas de la planta sometidas<br />

á la prueba y en condiciones de hacerse fácilmente<br />

asimilables.<br />

Con objeto de regar luego fácilmente esa<br />

capa de tierra, se practicó un agujero lateral<br />

en el recipiente exterior, en el cual se colocó<br />

un tubo con un pequeño embudo, mediante<br />

el cual se pudiera echar en la tierra la disolución<br />

que se creyera conveniente, manteniendo<br />

humedad suficiente en el terreno artificial en<br />

el cual habían de penetrar las raíces. Dos<br />

plantas fueron colocadas en sus respectivas<br />

vasijas, en condiciones análogas respecto de<br />

los agentes externos, y se las bañó primeramente<br />

á ambas con agua de lluvia, para que<br />

se repusieran después de transplantadas. Luego<br />

, en tanto que una de esas plantas era bañada<br />

con agua pura, se administró á la segunda<br />

una disolución de carbonato amoniacal, y para<br />

que este cuerpo perdiese su causticidad completamente<br />

, se adoptó la precaución de disolverle<br />

en agua saturada de ácido carbónico, de<br />

la cual se extraía después, mediante la agitación,<br />

el gas libre, hasta que no la quedase más<br />

que leves indicios de acidez, según se comprobó<br />

con el papel de cúrcuma.<br />

La planta tratada con el carbonato de amoníaco<br />

fué desmedrando al cabo de dos semanas,<br />

y pasado ese plazo comenzó ya á sufrir,<br />

mientras que, por el contrario, la regada con<br />

agua pura se manifestó aún más vigorosa que<br />

aquellas que vegetaban en el campo de donde<br />

fueron extraídas las dos sometidas al experimento.<br />

Pero como en el terreno artificial

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!