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tendones, llamados vulgarmente nervios, se
deberán separar de manera que conserven toda
su longitud. Para desmondarlos con facilidad
se pasará la hoja de un cuchillo entre
ellos y los huesos, y una vez separados se los
despojará de la carne adherida.
Cualquiera que sea el procedimiento adoptado
para matar un animal, es necesario recoger
la sangre cuidadosamente, porque ese
líquido, después de preparado en debida forma,
constituye un poderoso abono y muy soluble.
Para preparar un buen abono con la sangre
, convendrá mezclarla con una cantidad de
tierra de un peso ocho veces mayor, que se
expondrá luego á la acción del fuego á fin de
que se seque. Con 4.000 ó 5.000 kilogramos
de esa mezcla se podrá abonar bien una hectárea
de terreno. Cuando la sangre sea fresca
y proceda de una res sana, podrá utilizarse
también para elaborar un pan muy nutritivo,
empleando ese líquido en lugar de agua para
amasar la harina de trigo.. El pan se cuece
luego en la forma ordinaria. Se podrá consumir
fresco ó cornservaiíe cotándole en rebanadas,
que habrán de secarsr en el horno, para
consumirlas conforme seaenecesario.
Las partes intestinales ,el corazón, los pulmones,
el hígado, etc., foramn también un
abono sumamente activo, y se utilizan en la
elaboración de abonos compuestos, no debiendo
ser empleados sino cuando hayan sido
transformados en una especie de mantillo ó
abono pulverulento.
Los intestinos deberán separarse de los demás
restos que del vientre se extraigan, lavarlos
á varias aguas y raerlos con un cuchillo
de madera para despojarlos de las partes grasas
á ellos adheridas. Hecho esto, se les tenderá
á la sombra sobre cuerdas para que aquéllos
se sequen. Cuando se hallen á medio secar,
se los azufrará, se los tenderá de nuevo, y
cuando se hallen secos y conserven la flexibilidad
, serán entregados al comercio, que los
destina á la fabricación de cuerdas de violín,
etcétera, etc.
Para separar fácilmente los cascos y las
uñas de j los pies, deben mantenerse éstos remojándose
en agua durante varias semanas, y
cuando se halla disuelta la substancia blanda
interpuesta entre el hueso del pie y la parte
córnea, se operará fácilmente la. separación
de esas dos partes introduciendo una hoja de
cuchillo entre el hueso y la carne. Los cascos,
clasificados por su tamaño y por su color, se
expenden á los fabricantes, que preparan con
ellos mangos de cuchillo, peines, etc. Los
cuernos enteros y anchos se venden á mejor
preco que los de pequeñas dimensiones y que
se hillan incompletos; los defectuosos se raspanapara
convertirlos en polvo, que utilizan
los fabricantes de azul de Prusia y de objetos
de cuerno fundido, ó se emplean como abono.
Las crines se conservan durante largo tiempo
después de lavadas y secas; las destinadas
á mullido de muebles, á la preparación de
colchones, se exponen al vapor del agua hir­
viendo para que se desengrasen y adquieran
notable elasticidad. Las crines largas se utilizan
para elaborar telas de lujo; las cortas, para
hacer cuerdas excelentes. Los pelos que se separan
de la piel del caballo, del buey, etc., y
que constituyen el producto llamado borra,
son utilizados por los silleros, los tapiceros, etc.
Las cerdas del cochino sirven para fabricar
cepillos, pinceles, escobillas y para agujas de
los zapateros. Las plumas de todas las aves
domésticas, cuando han estado bien conservadas,
tienen también fácil salida en el comercio
, sobre todo si no se mezclan las de aves
muertas violentamente con las que se han
arrancado en vivo ó cuando aún estaban calientes
los cadáveres.
También buscan los herreros y herradores
los clavos y las herraduras de caballos, mulos
y bueyes, porque gracias á los choques que
sufren, forman un hierro de excelente calidad.
Los clavos son utilizados por los albañiles,
jardineros y toneleros.
Cuando no haya en la casa de labor alguna
persona adiestrada en desollar animales
muertos, y se desee utilizarlos como alimeuto,
bien para los hombres, bien para los
cerdos, perros y gallinas, se puede seguir un
procedimiento más sencillo, comenzando por
abrir el vientre del animal, extraer los intestinos
, que se colocarán en sitio aparte para
utilizarlos como abono, y dividir la canal en
seis ú ocho trozos, de tal tamaño que puedan
introducirse uno por uno en la caldera que
ha de figurar en el menaje de toda explotación
agrícola para cocer los alimentos de las
reses. Se echa en la caldera una cantidad de
agua que la llene hasta la mitad; se calienta
el líquido hasta que está á punto de hervir, y
una vez conseguido esto, se introducirá en la
caldera un trozo del animal muerto, que se
mantendrá en el agua hirviendo hasta que se
arranquen los pelos fácilmente.
Entonces se extraerá el trozo caldeado y se
la arrancará el pelo sin pérdida de tiempo, sujetándole
entre la hoja de un cuchillo y el
pulgar, y rayéndole después con el cuchillo.
De igual manera se irán limpiando los demás
trozos del animal, que podrán salarse luego
para poder conservarlos, ó que se cocerán inmediatamente
para consumirlos en seguida.
El agua que se haya utilizado para la ebullición
podrá colarse por un lienzo claro, á fin
de despojarle de los pelos, y se mezclará con
salvado ú otras substancias para preparar á
los cerdos comida apetitosa. Hoy está admitido
como hecho innegable que mediante la
ebullición quedan destruidos todos los virus
y gérmenes que pudieran contener los animales
cuando mueren á consecuencia de una enfermedad
, y de ahí que se utilicen las reses
muertas en mayor escala que antes para la
alimentación.
Producios de un caballo muerto.—Un caballo
de fuerza y talla regular, desollado y descuartizado
cuidadosamente, de manera que se
separen los productos en la forma que hemos.