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rales tan pronto como cuenten 10 centímetros
de longitud.
Al terminar el mes de Agosto, se despuntarán
los segundos brotes á tres hojas y á seis
ó siete el de prolongación, y no se les volverá
á tocar hasta la poda de invierno.
Si el arbolillo echase menos de siete ramas,
se despuntarán todas en el mes de Junio, y
cada una arrojará tres ó más brotes, de los
cuales sólo se dejarán los necesarios para
armar el arbolillo, quedando siete brotes de ordinario,
y hasta nueve si fuese muy robusto.
Figura 251.—Melocotonero en pirámide
Con esto terminará la poda verde ó de verano
en el primer año.
Hacia la base de cada uno de los siete ó
nueve brotes se hallarán cuatro ó cinco yemas
sencillas, puntiagudas, que serán de hojas. Más
arriba, á continuación de éstas, se encontrarán
tres yemas, una menos abultada en el
centro y otra más llena á cada lado y blanquecinas,
que serán de fruto. Se procurará
producir el mayor número posible de estas
triples yemas ó botones en cada brote, y se
acortarán en la proximidad de una yema de
hojas; porque si se mutila en un punto donde
sólo exista yema de flor, irá secándose hasta
la primera yema inferior de hoja.
Cuidados del segundo año.— Suponiendo
que estamos en Febrero, y que disponemos
de un arbolillo con nueve ramas, formadas en
el verano anterior y bien curadas, se cortarán
tres de éstas á cinco yemas, partiendo de la
base, á fin de que arrojen suficientes brotes
para otro año, y se recortarán las otras seis,
de modo que queden diez ó doce yemas triples
en cada rama.
En los años sucesivos se seguirá respetando
las seis ramas fructíferas y cortando las tres
que han de servir de reemplazo.
Es necesario también suprimir con frecuencia
las ramas que han llevado fruto,
para impedir que el arbolillo aumente su
porte sin quedar desnudo, pues las ramitas
se esterilizan después de fructificar.
Se procurará que el arbolillo no quede
despoblado de ramas en la parte inferior
del tronco, ni que abran mucho. Si se
practica la poda verde en verano, se dejarán
de doce á quince brotes principales
en cada arbolillo en condiciones de dar
fruto.
El despunte de verano es el sistema
de poda más sencillo que se emplea en
el cultivo de los árboles frutales en macetas.
Todos los cuidados se reducen
después á suprimir con la navaja la mitad
de las flores producidas y la fruta
en exceso; porque cuanto más cargada
de ella está un arbolillo, más insípida resulta.
Respecto á riegos, se empezará en Febrero
con agua sola, aumentándolos gradualmente
con la temperatura y el desarrollo
de la vegetación, hasta hacerlos
diarios. Cada quince días se dará un riego
con abono líquido en los meses de Junio,
Julio y Agosto. El abono líquido consistirá
en agua de estiércol repodrido, ó en
guano disuelto en el mismo líquido, pero
muy dilatado.
También se aplica con buen éxito el
estiércol en cobertura desde que cuaja el
fruto hasta la recolección, mezclando la
substancia fertilizante con tierra arcillo-
••. — sa. Pero la mejor mezcla consiste en es-
' tiórcol repodrido y ceniza vegetal por
partes iguales, que vienen las raíces á
buscar á la superficie. Por último, se emplea
el abono químico con arreglo á la siguiente
fórmula de M. G-. Ville:
Superfosfato de cal 40,00
Nitrato de potasa (nitro) 33,34
Sulfato de cal 26,66
100,00
Se renovará también la tierra superficial de
los tiestos cuando convenga, y se adicionará
10 por 100 de calcárea á la mezcla si no tuviere
la suficiente.
Los cuidados, podas y despuntes del tercero
y cuarto año, así como los riegos y abonos,
se subordinarán en un todo á los del segundo,