l - Repositorio Gestion Documental v.03

ANG 342 — ANG
hasta la formación de la espiga; de manera
que todas esas evoluciones se verifican desde
el mes de Octubre hasta el mes de Abril, es
decir, que la vida activa de la larva es de siete
meses. Hacia mediados de Julio acaban de
desovar y perecen los individuos adultos; de
manera que ese nuevo período de la existencia
de la anguililla dura unos tres meses.
Naturalmente esos períodos de ]a evolución
vital del animálculo son más ó menos largos,
según las diferentes regiones y el tiempo que
emplea el trigo para llegar á la madurez.
Cuando no hay humedad suficiente entre las
hojas que forman el tallo herbáceo, los gusanos
no pueden pasar de una á otra y elevarse
hasta la espiga, y de ahí que durante un tiempo
seco se las halle inmóviles en el interior de
la joven planta, aun cuando está todavía verde
y continúa desarrollándose. La estación seca
es, pues, contraria al desarrollo de la neguilla,
y por otra parte, las anguilillas no pueden ya
penetrar en el parénquima de la espiga tierna
así que las diferentes partes que deben constituir
la flor del trigo han adquirido cierto
grado de desarrollo. Precisamente en el mes
de Abril, que es cuando la espiga se halla todavía
en estado rudimentario, ofrece ya bastante
resistencia para que penetren las anguilulas,
refiriéndonos á la mayoría de las regiones
españolas, y más tarde en el centro de Europa;
de manera que á partir de ese momento,
cualquiera que sea la' marcha de los fenómenos
meteorológicos, el raquitismo no podrá
desarrollarse.
No todas las espigas de una misma mata
son atacadas con igual intensidad, puesto que
algunas de ellas quedan completamente preservadas
de la invasión. Los primeros brotes,
los que primero se ofrecen para refugio y
pasto de las anguilillas, después de haber
abandonado éstas el grano atacado, pueden
ser invadidos por tal número de larvas, que
las espigas no tengan grano sano, en tanto
que los tallos más tardíos del mismo pie solamente
reciban algunos animálculos retrasados
en su desarrollo, ó no reciban ninguno, de
manera que la espiga resulte completamente
sana. M. Davaine obtuvo espigas intactas de
plantas invadidas por numerosas anguilillas,
cortando sucesivamente los primeros tallos
herbáceos por el cuello de la raíz; en lo que
no cabe duda es en que todo grano atizonado
queda completamente perdido, siendo cuestionable
si son invadidos ó no todos los granos
de una espiga.
La mezcla de granos infestados con granos
sanos en la siembra es casi siempre la causa
que se extienda la enfermedad. Por lo mismo,
no deben sembrarse nunca trigos abortados, y
en caso de no haber otro recurso, es necesario
espurgar bien la semilla de los granos contaminados,
ó en caso contrario, recurrir á un
procedimiento imaginado por M. Davaine,
después de averiguar que la cal y el sulfato de
cobre son insuficientes para destruir las larvas
de las anguilulas. Ese procedimiento, de
cuya eficacia no dudan los que le han aplicado,
consiste en mantener durante veinticuatro
lloras la semilla que haya de sembrarse sumergida
en un líquido compuesto de 150 partes
de agua ordinaria y una parte de ácido
sulfúrico. El líquido mata todas las larvas,
haciendo probablemente que pierdan su facultad
germinadora algunos granos de trigo.
De ahí la precisión de aumentar la cantidad
de la semilla cuando no se haya logrado obtener
un trigo limpio completamente. De todos
modos, en las localidades en que se desarrolla
la neguilla no deben echarse las acribaduras
en los basureros, ni echar los granos infestados
á las gallinas, porque éstas no los comen,
y recogidos al barrer, vuelven con los estiércoles
á los campos, donde se desarrollan las
larvas en condiciones favorables. Todos esos
residuos deberían quemarse ó someterse pollo
menos á la torrefacción en el horno del pan,
cuando la temperatura de éste sea poco inferior
de 100°. La medida más eficaz consiste en
que no siga á una cosecha de trigo otra en la
rotación, puesto que las anguilulas, reavivadas
por la humedad, mueren cuando no encuentran
plantas jóvenes de trigo en que refugiarse
y verificar sus evoluciones.
ANGULAR.—Hueso llamado también lagrimal,
par, muy delgado, aplastado y de figura
irregular, que ocupa el ángulo grande ó
nasal del ojo, sostiene el saco y el conducto
lagrimal, y concurre á la formación de la órbita
y de los senos de la cabeza.
ÁNGULOS.—Llámanse así las cuatro esquinas
del picadero y las que forma un caballo
trabajando sobre un cuadro.—Ángulos del
ojo. Los dos puntos en que se reúnen las dos
extremidades del párpado superior con las del
inferior. Ángulo grande ó interno es el inmediato
á la nariz, y pequeño ó externo el que
se halla más próximo á la sien.
ANGULOSO.—Dícese de los cuerpos que
presentan ángulos salientes, y en zootecnia de
los animales cuyas formas son angulosas y de
mal aspecto, haciéndoles aparecer flacos sin
estarlo en realidad. Precisamente esa particularidad
es una consecuencia del gran desarrollo
óseo, ventajosísimo tratándose de animales
de trabajo. Esas eminencias forman brazos de
palanca que por su longitud favorecen el movimiento
de las masas musculares. Muchos
caballos de pura sangre son angulosos, así
como varias castas de bueyes celebradas por
su vigor para el trabajo.
ANGURIA (Horticultura).—Género de
plantas de la familia de las cucurbitáceas y
tribu de las cucumeríneas, herbáceas ó frutescentes,
muy sarmentosas, y pubescentes ó vellosas.
El fruto ofrece una pulpa abundante;
es oblongo ú ovoideo, y contiene muchos granos
comprimidos. Distínguense unas cuarenta
especies de angurias, entre las cuales lapedata,
cuyas semillas son emulsivas y cuya pulpa
se utiliza en cataplasmas emolientes, comiéndose
sus frutos en las Antillas como cohombros
ó adobados en vinagre, y la trilobala,