l - Repositorio Gestion Documental v.03

ASI — 571 — ASI
de circunstancias que enumerar fuera ocioso;
en los incendios se asfixian los animales por
el humo. Lo primero que se ha de hacer es
alejar á los animales de la influencia de la
causa productora, colocándolos al aire libre,
y después se excitará la nariz con amoníaco,
echando agua fría sobre el cuerpo, para practicar
luego una ó dos sangrías.—5." Por el
rayo, que algunas veces no mata, en cuyo
caso se emplearán los recursos generales aconsejados
contra las asfixias.—Y 6. a Por la acción
del frío, que en algunos casos se hace sentir
en los animales con violencia, si bien éstos le
resisten, por lo común, de una manera admirable.
En la asfixia producida por el frío no
conviene al principio calentar los animales,
sino frotarlos todo el cuerpo con nieve, después
con pedazos de manta mojados en agua
helada, y luego en agua templada, dirigiendo
las fricciones por las partes laterales del pecho
y por las extremidades, pero con suavidad y
sin compresión. Cuando ya se percibe algún
calor en la piel y los miembros empiezan á
perder la rigidez, conviene trasladar el animal
á un paraje templado, continuando siempre
las fricciones, y cuando ya todas las funciones
están en su estado natural, se aplicarán los
estimulantes, como el álcali volátil, á las narices,
y algunas infusiones aromáticas en bebida.
ASFIXIA fSelvicultura).—Consiste esta
enfermedad á que están expuestos los árboles,
en la falta del aire necesario á la vegetación.
En este caso, no asimilando la planta la cantidad
de carbono necesaria para su buen desarrollo,
va perdiendo su vigor más ó menos
rápidamente, según sea mayor ó menor la escasez
de aire.
Con esta enfermedad las hojas presentan el
limbo más grueso y de un color verde blanquecino
muy claro. La madera de estos árboles,
cuyas fibras no pueden adquirir la dureza
y tenacidad suficientes, á causa de la falta del
carbono necesario para la formación del leñoso,
no puede tener aplicación ninguna á la
construcción rural. (V. Vicios y enfermedades
de los árboles y de sus maderas.)
ASFÓDELO—(V. Gamón.)
ASIA.—Una de las cinco partes del mundo,
que también se ha denominado cuna de la
humanidad, porque en ella aparecieron los
primeros estados que alcanzaron un notable
desarrollo en la cultura, y porque en ella colocan
sus orígenes casi todas las razas civilizadas,
y sobre todo las familias europeas. Prescindiendo
de las islas que se consideran como
dependencias de Asia, esta parte del mundo
forma la mayor extensión continental del globo
terráqueo, y comprende unos 163° de longitud,
ó sean 3.260 leguas de 20 al grado,
entre los 30 y 193° del meridiano de Madrid,
ó 24 y 187° del de París, de tal manera que
cuando anochece en las regiones occidentales
de Asia comienza á amanecer en las orientales.
De Norte á Sur, ó sea desde el cabo
Severo-Vostochnoi, en la Siberia, que penetra
hasta los 78° 26' de latitud septentrional, y
que se encuentra entre el helado Océano ártico
, hasta la punta más meridional de la península
de Malaca, próxima al Ecuador, la
extensión longitudinal es de 77° 50', es decir,
de 1.550 leguas de 20 al grado próximamente.
La extensión superficial de Asia se aproxima
á 43 millones de kilómetros cuadrados, y es
casi cinco veces mayor que la extensión de
Europa; su inmensa extensión es causa de que
se observen en esa parte del mundo todos los
climas, como que hallándose la mayor parte
de ella en la zona templada, otra considerable
está comprendida entre el trópico de Cáncer
y el Ecuador, y una bastante pequeña rebasa
el círculo polar ártico.
También contribuye á la variedad de climas
lo accidentado del terreno, como que alternan
vastísimas planicies con gigantescas cordilleras
de montañas. El centro se halla constituido
por una meseta ó altiplanicie, la más elevada
del globo, de la cual nacen, al parecer, las diferentes
sierras que constituyen la armazón
orográfica de aquel continente. Esa región se
halla circundada de montañas en que se encuentran
los picos más inaccesibles, y está
habitada por numerosa y nómada población,
cuya pobreza y cuyo belicoso espíritu sería
una amenaza para la cultura, como ha sido un
peligro en diversos períodos históricos, á no
ser inmensa la superioridad militar de las naciones
civilizadas. En medio de esa meseta
central de la Tartaria surgen algunas montañas
que van á morir en los límites orientales
de Asia. Al Sur se levanta la cordillera del
Himalaya y la del Thibet, de donde proceden
ríos tan caudalosos como el Indo, el Ganges,
el Bramaputra, el Irauady, el Mekon y el
Saluem, al Mediodía; otros que se pierden en
las llanuras y vegas del Occidente, el Amu-
Daria y Sir-Daria, que desaguan en el Caspio;
el Aral y el Obi, Lena y Jeninea, que se dirigen
al Océano glacial ártico, y el Seghalien ó
Amor, el Yang-Tse-Kiang, y otros que vierten
sus aguas en los mares orientales y riegan el
vasto imperio chino. Por último, á partir del
Altai y de los montes Kuen-Long, que constituyen
las fronteras septentrional y occidental
de la meseta, el terreno va descendiendo en
suave declive hacia el Norte y el Oeste, formando
los llanos de Siberia y las estepas del
Turquestán, cuyo fondo ocupan el lago Aral
y el Caspio, el nivel de cuyas aguas es sensiblemente
inferior al del Océano; en resumen,
los detalles corresponden, por su grandiosidad,
á la magnitud del conjunto, y el continente
asiático resulta caracterizado por el enorme
relieve de su parte central y por el gradual
descenso de las regiones que se extienden entre
la altiplanicie tártara y los diferentes mares
que bañan las asiáticas costas.
Con sólo tener en cuenta las precedentes
indicaciones generales, ya lo hemos anticipado
, se comprende que se observe en Asia una
gran variedad de climas y de temperatura.
Así el termómetro, durante la excursión del
doctor Nordenskjol por las costas de Siberia,