l - Repositorio Gestion Documental v.03
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ARG — 505 — ARG<br />
diñaría, se prefiere en Argelia por indígenas y<br />
europeos el arrendamiento en aparcería. Entre<br />
los primeros, el propietario, ó más bien el poseedor<br />
temporal de un campo, á causa de habérsele<br />
señalado el jefe de la tribu, admite en<br />
él una familia pobre para que le cultive, la proporciona<br />
ganados, semillas, y 20 ó 30 pesetas<br />
en dinero, y contribuye á pagar las costas de<br />
la recolección, atribuyéndose, descontada en<br />
favor siryo la cantidad de semillas, las cuatro<br />
quintas partes del producto, dejando la otra<br />
quinta parte al cultivador; de ahí que los colonos<br />
europeos hayan encontrado fácilmente<br />
aparceros, ofreciéndoles la cuarta, la tercera<br />
parte de los productos y aun la mitad. Esos<br />
contratos suelen ser anuales, y en las tierras<br />
de riego envuelven la autorización de cultivar<br />
después de recolectados los cereales, una<br />
cosecha de maíz, sandías, una especie de mijo<br />
llamado duran y otras plantas análogas.<br />
Sabido es que la población de Argelia se<br />
computa en 2.500.000 habitantes, de los cuales<br />
son árabes 1.178.901, kabilas 677.739,<br />
berberiscos ó bereberes 304.008, kuluglis 251,<br />
judíos 50.000, y franceses, españoles, italianos,<br />
malteses, suizos y alemanes el resto,<br />
siendo casi igual al número de franceses el de<br />
los restantes europeos, entre los cuales ocupan<br />
el primer lugar los españoles, en la provincia<br />
de Oran especialmente. Precisamente<br />
los extranjeros son realmente los que cultivan<br />
principalmente los campos que no pertenecen<br />
á los árabes, ya como braceros, ya<br />
como arrendatarios de los propietarios franceses.<br />
Los obreros escasean, y por lo mismo<br />
perciben excelentes jornales, y obtienen excelente<br />
pan de trigo, carne y vino como base<br />
de alimentación. El salario varía mucho, según<br />
las ocupaciones y circunstancias del cultivo<br />
; por término medio, un capataz recibe de<br />
50 á 60 pesetas mensuales, además de la comida;<br />
un carretero, de 35 á 45; un boyero, de<br />
25 á 35; un mozo de labranza, de 20 á 30; una<br />
criada de granja, de 15 á 20; un muchacho,<br />
de 12 á 18. Los jornaleros cobran de 2,25 á<br />
2,50 francos diarios si son europeos, de 2 á<br />
2,25 siendo kabilas ó marroquíes, de 1,75 á<br />
2 si son negros, y de 1 á 1,50 los árabes. Hay<br />
ocasiones, particularmente en la época de la<br />
recolección, en que los jornales llegan á 5<br />
francos.<br />
La producción de los indígenas se puede<br />
distribuir en cuatro grandes series, á saber:<br />
cereales y aceites en el Tell, dátiles en el Sahara,<br />
y ganadería en ambas regiones. Los<br />
europeos han introducido el cultivo de los forrajes,<br />
del tabaco, de la vid, del ramio, planta<br />
textil excelente, y de algunas otras cosechas<br />
secundarias que, sin carecer de importancia,<br />
no cambian el carácter de la producción.<br />
Los instrumentos de cultivo son primitivos, y<br />
poco numerosos entre los indígenas y los árabes;<br />
redúcense á un arado muy imperfecto, á<br />
una hoz, una pequeña azada para cavar y abrir<br />
zanjas de riego, una plancha de madera para<br />
limpiar los cauces, arrastrándola por medio de<br />
sogas, y una hacha para cortar madera. Puede<br />
agregarse un pequeño molino, movido á brazo,<br />
y que solamente es usado en las tiendas;<br />
una especie de noria en muy raros puntos, y<br />
molinos de agua para harina y aceite. Los<br />
europeos han introducido todos los útiles y<br />
aperos que se emplean en los países cultos,<br />
hasta las máquinas agrícolas más perfeccionadas.<br />
También han enseñado á los indígenas el<br />
manejo de la guadaña y de las tijeras para<br />
cortar ramaje; innovaciones que no carecen á<br />
la verdad de importancia.<br />
Los kabilas y berberiscos trabajan sus jardines<br />
, verjeles y campos con un esmero sólo<br />
comparable al de los valencianos y alicantinos;<br />
los árabes, mucho más indolentes, se contentan<br />
con arañar el suelo, respetando los matorrales<br />
y hasta- los bulbos de escila y las<br />
ramificaciones tuberculosas del asfódelo, hecho<br />
lo cual esparraman la semilla y la cubren<br />
con una segunda vuelta de arado. A poca que<br />
sea su prisa, prescinden de la primera labor, y<br />
se contentan con sembrar y cubrir las semillas.<br />
Antes de la floración inundan dos ó tres<br />
veces las tierras de regadío, y entonces dan<br />
algunos golpes de azada á los cardos y á las<br />
alcachofas silvestres, que se extienden demasiado<br />
por las tierras. Los europeos han adoptado<br />
, por el contrario, todas las buenas prácticas<br />
de cultivo que la ciencia y la experiencia<br />
recomiendan de consuno; así es que multiplican<br />
las labores, binan, escardan, emplean la<br />
grada, el rodillo, no faltando, sin embargo, labradores<br />
abandonados y poco cuidadosos, y<br />
colonos que por falta de capital no siguen las<br />
prescripciones propias de un buen cultivo intensivo.<br />
Generalmente se consumen pocos abonos,<br />
fiando en la natural feracidad del suelo, vivificado<br />
por un sol ardiente y refrescado por<br />
abundantes aguas. Los residuos fecales y los<br />
estiércoles de las grandes poblaciones son generalmente<br />
adquiridos á reducidos precios<br />
por los jardineros de los contornos, siendo no<br />
pequeñas las cantidades que se arrojan al mar<br />
ó que se queman para suprimir focos de infección<br />
y limpiar los cuarteles de caballería.<br />
Es opinión admitida que basta el riego para<br />
obtener cosechas abundantes y de buena calidad;<br />
error que se explica hasta cierto punto<br />
entre los indígenas, que abandonan las tierras<br />
una vez esquilmadas, mas no entre los europeos,<br />
que cultivan constantemente terrenos<br />
reducidos por lo general. El trabajo de desecar<br />
las tierras generalmente queda abandonado al<br />
cuidado de la Administración pública; por lo<br />
demás, no es difícil dar salida á las aguas estancadas,<br />
que cubren unas 40.000 hectáreas en<br />
las zonas dedicadas á la colonización.<br />
Rotación de cosechas.—Hasta el presente no<br />
se ha introducido en Argelia una alternativa<br />
metódica de cosechas. El árabe del Sahara se<br />
limita á cuidar sus ovejas, camellos y caballos,<br />
que conduce desde el N. al S. y desde<br />
el S. al N.; á recoger dátiles, y á expender<br />
éstos y la lana en los confines del Tell. El ara-