07.04.2013 Views

l - Repositorio Gestion Documental v.03

l - Repositorio Gestion Documental v.03

l - Repositorio Gestion Documental v.03

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ARE — 541 — ARR<br />

CULTIVO DEL ARROZ COMÚN.—Esta planta<br />

necesita para prosperar terrenos de condiciones<br />

verdaderamente especiales; es muy voraz,<br />

pero consume pocos elementos tórreos, y de<br />

ahí que cualquier suelo, con tal de que no esté<br />

muy esquilmado, la suministre elementos para<br />

llegar á la madurez completa. Los principales,<br />

sin embargo, los extrae del agua que la circunda,<br />

y la fertilidad de los terrenos aumenta en<br />

relación con el número de cosechas suministradas.<br />

El exceso de calor y de frío son igualmente<br />

perjudiciales para la planta; es tanta la humedadque<br />

necesita, que los bancales ó cuadros<br />

en que se cultiva han de estar perfectamente<br />

nivelados y cubiertos por una capa de 3 pulgadas<br />

de agua, poco más ó menos, puesto que<br />

de ser mayor la masa líquida el arroz se ahogaría,<br />

y no se desenvolvería tampoco siendo<br />

menor. Esos cuadros, de mayor ó menor extensión,<br />

según las condiciones topográficas<br />

del terreno, son más ó menos extensos, y han<br />

de estar separados entre sí por calzadas de<br />

una vara de anchas y una tercia de altura, habiendo<br />

dos boquetes en cada uno de aquéllos,<br />

para que pueda entrar y salir el agua sin embalsarse<br />

ni acumularse desigualmente.<br />

La primera labor para preparar las tierras<br />

consiste en nivelarlas por medio de la trajilla,<br />

aparato bien conocido entre los arroceros. La<br />

siembra se efectúa en la provincia de Valencia<br />

á mediados de Marzo, destinando á almáciga<br />

una de cada diez fanegas de tierra, y depositando<br />

8 ó 9 celemines de grano. Estercolada<br />

la tierra, se inunda de agua para ararla con<br />

unas rejas estrechas y agudas que penetran<br />

bien en la tierra, sin fatigar á las caballerías;<br />

se la dan cinco ó seis rejas, se iguala con la<br />

tabla luego, se esparce el grano á puño ó á<br />

voleo, y con igualdad por todo el semillero, y<br />

una vez precipitado en el fondo, se le deja<br />

germinar hasta que alcancen los brotes cuatro<br />

dedos. Entonces se limpia de hierbas extrañas<br />

la almáciga, y mientras las plantitas<br />

llegan á un palmo de altura, cuidando de que<br />

nunca les falte agua, se preparan las tierras á<br />

que hayan de transplantarse. Algunos aconsejan<br />

que se mantenga la semilla dos ó tres<br />

días en agua antes de sembrarla, pero los valencianos,<br />

amaestrados por la experiencia, prefieren<br />

arrojarla seca, porque así no se hunde<br />

inmediatamente y se distribuye con mayor<br />

igualdad.<br />

Los arrozales antiguos no necesitan tanto<br />

abono como los nuevos, porque en aquéllos se<br />

habrán descompuesto muchas plantas acuáticas<br />

y gran número de ranas é insectos, además<br />

de haber quedado las cenizas de la paja<br />

de arroz quemada y de haber quedado un remanente<br />

de abono, si se han sembrado habas<br />

como es de costumbre. De todos modos, se echa<br />

agua á las tierras y se dan tres rejas consecutivas,<br />

dejándolas inundadas durante diez ó doce<br />

días, procurando que al fin de ese período<br />

luede poca agua en los cuadros para dar otras<br />

dos rejas, y á fin de que se puedan ver los surcos<br />

y sea fácil arar con igualdad. Después se<br />

inundan las tierras nuevamente. AI arrancar<br />

después el arroz del semillero, se forman manojitos<br />

como el grueso de la muñeca, separando<br />

bien las malas hierbas, y se forman montoncitos<br />

para trasladarlos á los bancales en<br />

que han de transplantarse. Una vez allí, se<br />

distribuyen los manojos de manera que equidisten<br />

unos de otros, y colocados los operarios<br />

en un extremo del bancal, van desatando<br />

aquéllos, andando hacia atrás y plantando con<br />

la mano y sin instrumento -alguno, dos ó tres<br />

plantas juntas, á unos 30 centímetros de distancia<br />

y en línea recta. De ese modo las plantas<br />

disponen de suficiente espacio para desarrollarse,<br />

nutrirse y arraigar bien. Para ejecutar<br />

la operación, la sábana de líquido debe<br />

ser muy delgada, porque de tal suerte, aun<br />

cuando éste se enturbie, se ve bien la dirección<br />

y situación de los surcos; inmediatamente<br />

después de terminado el replante, se procura<br />

cubrir el bancal con una capa de 4 ó 5<br />

centímetros de agua corriente, que no habrá<br />

de disminuir hasta que haya granado el cereal.<br />

Poco antes de aparecer las espigas, se escardan<br />

y limpian á mano los arrozales, cuidando<br />

de no tocar á las plantas, y constantemente<br />

deberá inspeccionar la plantación el cultivador,<br />

para tapar inmediatamente las salidas por<br />

donde pudiera escapar el agua, y evitar que<br />

por falta de ella se pierda la cosecha. Cuando<br />

el arroz esté bien granado y en sazón, es decir,<br />

cuando la paja ó caña tenga ya el color<br />

amarillo, se cierran los boquetes de entrada y<br />

salida del líquido y se aguarda á que se seque<br />

el suelo para segar el cereal en la misma forma<br />

que el trigo, y cuidando de no sacudir violentamente<br />

las plantas y hacer caer las semillas.<br />

En esa época es cuando se corrompen las<br />

aguas, se llenan de ranas y otros bichos, y se<br />

desarrollan los miasmas palúdicos que tantos<br />

accesos febriles producen, y que han hecho<br />

necesaria en España la prohibición de sembrar<br />

arroz fuera de coto.<br />

A medida que se va segando, se atan las<br />

cañas de arroz por la parte inmediata á las<br />

espigas para formar haces; éstos se dejan tendidos<br />

en el campo, y se desbardan ó cortan<br />

con una hoz muy afilada, de modo que quede<br />

atada la paja y las espigas caigan en una espuerta,<br />

en que las conducirán dos obreros á<br />

las eras. Formada la parva, se cubre después<br />

y se circunda con la paja que había quedado<br />

en los bancales. En vez de desgranar el arroz<br />

con trillos, se pasan sobre la parva tres ó cuatro<br />

caballerías con los ojos vendados y guiadas<br />

por una cuerda desde el centro, y dos obreros<br />

irán arrojando al mismo tiempo la paja y<br />

el grano con bieldos hacia el centro de la parva,<br />

sin cuidarse de que la paja quede desmenuzada<br />

ó no. Esta se ahueca; una vez desprendido<br />

el grano, se sacude en pequeñas brazadas<br />

, se trilla después, y se aventa como el trigo<br />

y demás cereales. Llevado el arroz á los<br />

graneros, se vuelve á trillar y á sacudir la<br />

paja, y de esa suerte no se desperdicia grano<br />

apenas.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!