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el segundo, ofrezca más ventajas para la producción
la primera, porque siendo suelos más
fértiles, su producción sea mayor y con menos
gastos, y compense los gastos de portes que
el segundo caso beneficia. El primer caso nos
da comúnmente menos valor á la tierra, siendo
más fértil; el segundo más valor por su
proximidad á centros de población, aunque
los terrenos sean de menos calidad.
La situación cultural y los beneficios que
es dable conseguir, según elementos que á la
producción concurren, sólo pueden estimarse
por los que conocen el valor de cada uno, y
la aplicación oportuna del sitio y lugar requerido.
Para juzgar con acierto no debe juzgarse
á la ligera;, una propiedad arrendada,
que el colono no puede hacer mejorar y gasta
más las fuerzas naturales que las artificiales,
que sólo emplea el turno de cosechas aplicable
con barbechos de reja y semillados, puede
sextuplicar su producción si en lugar del colono
la cultiva el propietario, que usará las
dos fuerzas combinadas con el fin de la mayor
utilidad y mejora á la vez.
V. En la combinación del turno de cosechas
ó alternativa de las plantas cultivadas
se ha establecido una clasificación agrupando
por clases los vegetales; pero en esas clases
se enumeran plantas que por sus diferentes
aplicaciones resultan puestas en dos ó más
clases.
PRIMER GRUPO. Plantas alimenticias.—-Los
cereales en general: judías, guisantes, almofías,
garbanzos, habas, lentejas, tubérculos, raíces,
plantas de huerta, etc., etc.
SEGUNDO GRUPO. Plantas comerciales.—
Cáñamo, lino, rubia, azafrán, adormidera,
gualda, pastel, tabaco, caña de azúcar, remolacha,
patatas, etc., etc.
TERCER GRUPO. Plantas forrajeras.—Alfalfa,
trébol, lupulina, pipirigallo, vallico,
etcétera.
Esta clasificación general comprende la
producción vegetal, cuyas plantas se adaptan
á las diferentes clases de clima y suelo, teniendo
en cuenta siempre sus cualidades estáticas
(véase Estática vegetal), esto es, según
que exigen más ó menos elementos de nutrición
en la tierra, ó que los aspiran de la
atmósfera. Así se dice:
PLANTAS QUE MEJORAN MUCHO LA TIERRA.—
Los prados naturales.—Sabemos que los prados
naturales que se siegan y después se pastan
por los ganados en libertad, fertilizan la
tierra en términos que en algunas localidades,
en particular en Andalucía, se precia por los
años que tiene el prado, y cada uno se dice
ser una corteza. Cuantas más cortezas cuenta
una dehesa en la época de roturarla para ponerla
en cultivo, más valor se da á su fertilidad.
PLANTAS MEJORADORAS DE LA TIERRA.—Los
prados artificiales, que se cultivan para consumir
sus productos verdes en la quinta. La alfalfa,
trébol, pipirigallo, etc.
PLANTAS QUE CONSERVAN LA FERTILIDAD DE
LA TIERRA.—El cultivo de las raíces y tubércu­
los, y varias leguminosas que se intercalan entre
el cultivo de los cereales, porque absorben
de la atmósfera parte de su alimentación, y
las labores que demandan, limpian la tierra y
la colocan en buenas circunstancias para que
la beneficien los gases atmosféricos.
PLASTAS POCO ABSORBENTES DE LA FERTILI­
DAD DE LA TIERRA.—Las habas, almorlas, guisantes,
algarroba, lentejas, etc., que también
entran en el turno de barbecho semillado, y
cuya paja se emplea en alimentación del ganado
y fabricación de estiércoles.
PLANTAS ABSORBENTES DE LA FERTILIDAD DE
LA TIERRA.— El trigo, cebada, avena, maíz,
sorgo, mijo, panizo, etc. Estas plantas, cuyo
grano al formarse apura la tierra, no devuelven
á ella más elementos de ordinario qué
los comprendidos en la paja, no conteniendo
ésta en un gran volumen lo que aquél en pequeño.
PLANTAS QUE ABSORBEN MUCHA FERTILIDAD
DE LA TIERRA.—El cáñamo, el lino, la rubia ó
granza, la achicoria, café (1), etc.
Indicados quedan en conjunto los resultados
que ofrece el cultivo de las plantas más usuales
con relación á la fertilidad que del suelo retiran
, y por esa razón el turno que necesita llevarse
con ellas en la intercalación de las cosechas,
no sólo con el fin de mejorar el suelo,
limpiándolo de plantas extrañas, sino al mismo
tiempo mejorándolo.
En el cultivo de los cereales, que no es costumbre
labrar la tierra en el período de su
desarrollo, el suelo se encuentra después de
la cosecha comprimido y duro en la superficie
; ésta hay que labrarla para que se ponga
suelta; al efecto, sobre un cereal se siembra
una planta de raíz que profundice, y que para
su completo desarrollo exija labrar la tierra,
ya sea con el arado ó con el azadón, según el
método de labor. Después de cosechada la
planta que siguió al cereal, por ejemplo, sembrada
de zanahorias, resulta la tierra bien
removida, pero aterronada al arrancar las zanahorias;
para evitar que la siembra de un
cereal nazca mal porque las simientes no se
cubren bien con los terrones, es necesario,
ó pasar un desterronador para deshacerlos,
ó sembrar un cereal tardío, á fin de dar tiempo
á que naturalmente los terrones se deshagan.
Cuando la superficie de la tierra está aplastada
y la cosecha recolectada es tardía, no hay
más remedio que alzar el suelo con el arado y
darle tiempo para que nazcan las plantas adventicias,
de que se cubrirá en seguida; labrarlo
otra vez, y si da tiempo, sembrar una
semilla de las de barbecho, que exigen labores
para su desarrollo, ó dejar el barbecho de reja,
que en no pocos casos conviene.
La fertilidad natural ó adicionada de la
tierra determinan el turno de los cultivos,
(1) Los franceses siembran una clase de achicoria,
con la cual, secando y moliendo sus raíces, sustituyen
el café.