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vómitos, y por lo tanto un efecto enteramente
contrario al que se desea obtener con él.
Cuando se administra con prudencia y moderación,
despierta realmente el apetito y favorece
la digestión, porque según ha podido
advertirse, disminuye el incómodo prurito
que tanto fatiga al cerdo durante el período
de cebo. Sin embargo, es de advertir que esas
ventajas se pueden obtener empleando substancias
mucho menos activas, y cuya administración
y manejo no ofrece ningún peligro,
como sucede con la sal marina, por ejemplo.
Por lo demás, generalmente nuestras razas
de cerda no necesitan estimulantes ni auxiliares
para comer bien, y las razas mejoradas
ofrecen la ventaja de aumentar considerablemente
de peso con una ración relativamente
pequeña, y de consiguiente, no es necesario
recurrir á procedimientos artificiales para obtener
el resultado que el protosulfuro de antimonio
, brinda.
ANTÍPOLO.—Se da este nombre en las
Islas Filipinas al árbol silvestre Artocarpiis
incisa, L., de la familia de las Arlocárpeas.
(V. Artocarpus.)
ANTIRRÍNEAS (Botánica).— Tribu de
la familia de las escrofularíneas, llamada así
del género Antirrkinum,, y cuya denominación
ha sido aplicada en ocasiones á toda la familia.
El carácter peculiar de las antirríneas consiste
en tener una corola de dos labios ó personada,
y cuya garganta se halla cerrada por
un abultamiento del labio inferior, que se llama
paladar. A esa tribu pertenecen diferentes
plantas de adorno, entre otras las bocas de
dragón y las linarias. (V. Escrofularíneas.)
ANTISEPTICISMO.—Método curativo é
higiénico mediante el cual se trata de evitar
la putrefacción en las enfermedades, llagas,
fracturas y operaciones violentas que sufren
el hombre ó los animales. No debe confundirse
el antisepticismo con la desinfección. Esta
última tiene por objeto privar el ambiente de
un recinto cualquiera, los muebles, los arneses,
los tejidos orgánicos, un cuerpo cualquiera
en descomposición, de los gases mefíticos
y dañinos de que puedan hallarse inficionados.
La teoría de los gérmenes, desenvuelta por
Pasteur y otros sabios, constituye la base del
antisepticismo. Los innumerables micro-organismos
que flotan sin cesar en la atmósfera
bajo las más variadas formas, son gérmenes
vitales que se desarrollan en cuanto encuentran
un medio adecuado para vivir y provocar
la descomposición de los tejidos en que se albergan.
La putrefacción que producen es respecto
de ellos anuncio de vida. Cuando se
adoptan las precauciones necesarias para impedir
que causen daños ó excluir esos gérmenes,
se evita su desarrollo ó su acción deletérea.
Las lesiones, mordeduras, picaduras, etc.,
son peligrosas, porque una vez lacerada ¡a
piel, el aire aporta á los tejidos gérmenes que
determinan la putrefacción. El catedrático
escocés Lister, estudiando esa cuestión, acabó
por descubrir, para combatir esa descomposi­
ción , una disolución de ácido carbónico y la
acción antipútrida del fénico y el thymico,
pertenecientes ambos á la familia química del
fenol. Bernard estudió el método de Lister
desde 1876 á 1877 aplicado á las operaciones
fisiológicas, y proseguidos sus trabajos por
M. Georges Barral, pudo proclamarse que los
resultados son innegables y análogos en higiene,
medicina y arte veterinaria, confirmándose
la creencia de que es debido el especial
carácter de las afecciones de índole zimótica,
en que desempeña importante papel la
fermentación de los jugos del cuerpo, al desarrollo
de gérmenes sépticos. Los parásitos,
poco numerosos en un principio, se multiplican
muy luego á expensas del paciente, queinvaden
y matan al fin, si no mueren ellos
mismos. De esperar es que se consiga matar
esos microbios, nombre genérico con que son
conocidos, ó que se logre, por lo menos, contrarrestar
su acción corruptora, ó bien utilizarlos
para que ellos protejan al mismo individuo
en que penetren. Los magníficos descubrimientos
hechos por M. Pasteur, y los
resultados de sus inoculaciones, revelan que
muy luego será dable modificar todos esos
gérmenes y servirse de ellos para preservar,
tanto á los hombres como á los animales, de
muchas enfermedades que revisten carácter
agudo, recurriendo á la inoculación. Inocular
al hombre, á las gallinas, al buey y al carnero
, según los métodos de Jenner y de Pasteur,
no es otra cosa que practicar el antisepticismo
en el interior de los cuerpos vivos, como Lister
le practica en el exterior, y en las heridas
y llagas.
ANTISÉPTICOS (Higiene).— Llámanse
antisépticos todos los agentes que impiden y
detienen la putrefacción de las materias orgánicas,
y especialmente de las animales; razón
por la cual se denominan también antipútridos.
La putrefacción se impide por todos los mediosque
imposibilitan la fermentación, ó sea haciendo
desaparecer los fermentos, el agua, el
aire y la temperatura que es necesaria para,
que la transformación se realice. Precisamente
un descenso considerable de la temperatura
hace posible la conservación de todas las substancias
orgánicas, sin que se inicie siquiera la
descomposición, cual se observa en las regiones
polares, donde al cabo de muchos años se
encuentran los cadáveres sin alteración ninguna.
Por el contrario, una temperatura superior
á 60 ó 70° centígrados obra también
como antipútrido y es capaz de detener la
marcha de la putrefacción iniciada, porque
la intensidad del calor hace desaparecer la
energía del fermento.
De aquí que todos los agentes capaces de
desecar las substancias orgánicas, sean verdaderos
antisépticos; tales son el aire cálido y
seco, las arenas y tierras absorbentes, y de
ahí que muchos cadáveres se momifiquen en
algunos terrenos donde se sepultan. Los espacios
privados de aire, ó al menos aquellos en
que se halla éste enrarecido y no puede reno-