07.04.2013 Views

l - Repositorio Gestion Documental v.03

l - Repositorio Gestion Documental v.03

l - Repositorio Gestion Documental v.03

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ANI — 361 — ANI<br />

cazar aves acuáticas en compañía de los perros.<br />

Se utiliza la piel; con el vello se hacen sombreros,<br />

y con los pelos de la cola pinceles.<br />

M. Atienza y Sirvent.<br />

ANIMALES DAÑINOS—Los esfuerzos<br />

del hombre para limpiar la tierra de animales<br />

que causan daños en una ú otra forma, aun<br />

cuando esos esfuerzos sean continuados desde<br />

que apareció la humanidad sobre el globo terráqueo,<br />

no han producido todo el resultado<br />

que fuera de desear, siquiera hayan acabado<br />

con millares de esos seres y con especies enteras.<br />

Los auimales dañosos figuran en todos<br />

los grados de la escala animal, desde los órdenes<br />

más elevados hasta las especies microscópicas<br />

, no siendo las últimas las menos temibles<br />

para la salud y para las cosechas. Los cuadrúpedos<br />

carniceros van desapareciendo ante el<br />

empuje de la civilización, y el hombre ha ido<br />

descubriendo animales domésticos que le ayudan<br />

en la persecución contra las fieras, figurando<br />

en primer lugar el fiel perro, mediante<br />

cuya cooperación han desaparecido de Inglaterra<br />

completamente el oso, el lobo y el jabalí,<br />

y va disminuyendo el número de esos animales<br />

en otras regiones templadas.<br />

Las pérdidas que causan á la agricultura<br />

los animales nocivos son incalculables, y á<br />

veces llegan á determinar la escasez y el hambre.<br />

El lobo, la zorra y la garduña atacan á<br />

los animales domésticos; los conejos, las ratas<br />

y los ratones, cuyo número es mucho mayoique<br />

el de los carniceros, ocasionan daños más<br />

graves que los xíltimos, y de aquí que sea necesario<br />

hacer toda clase de esfuerzos para acabar<br />

con esos animales. Su fuerza de reproducción<br />

es verdaderamente asombrosa, y por lo<br />

mismo es poca toda vigilancia. No contentas<br />

las ratas y ratones con devorar las semillas en<br />

el surco, penetran en las paneras, en los silos<br />

y en los molinos, y viven en medio de los<br />

seres humanos, devorando las semillas de<br />

todas clases, las frutas, legumbres, carnes,<br />

grasas y hasta los cueros, las telas y los vestidos<br />

con que el hombre se precave contra la<br />

intemperie.<br />

Con ser grandes las pérdidas que tales animales<br />

ocasionan, no igualan seguramente á<br />

las causadas por los parásitos y los insectos<br />

de muchas especies. La naturaleza ha dotado<br />

á esos seres de, una fecundidad portentosa y<br />

casi ilimitada, puesto que, según los cálculos<br />

de Keaumur, la hembra de un ophis en cinco<br />

generaciones puede dar origen á 6.000 millones<br />

de insectos, y á la séptima generación<br />

excederían de 23 billones los individuos engendrados.<br />

El gran número de insectos dañosos;<br />

las transformaciones que experimentan;<br />

lo reducido de su volumen y el secreto instinto<br />

que les mueve á burlar la existencia del<br />

hombre, son circunstancias que, reunidas, hacen<br />

dificilísima su destrucción. Por fortuna<br />

las acometidas suelen ser intermitentes; de lo<br />

contrario, la agricultura se haría imposible, y<br />

ninguna planta llegaría á producir sazonados<br />

frutos.<br />

Sucede á veces que una plaga de parásitos<br />

desaparece para dejar el puesto á otra no menos<br />

voraz y funesta, y el hombre necesita<br />

mantenerse alerta sin cesar para prevenir ó<br />

disminuir los daños. De esos insectos unos<br />

atacan los cotiledones y hacen abortar las semillas;<br />

otros causan estragos en la época de<br />

la floración, cual ocurre con la cecidomia, que<br />

deposita sus huevos en el ovario del trigo é<br />

impide la formación del grano. Una vez las<br />

semillas en el granero, todavía están expuestas<br />

á los estragos de ciertos insectos que devoran<br />

la materia feculenta, y solamente dejan<br />

la envoltura leñosa del fruto, cual los gorgojos,<br />

alucitas y otros. Es, pues, indispensable<br />

que el agricultor posea algunos conocimientos<br />

de historia natural, y de consiguiente, las<br />

costumbres de los insectos, para evitar sú desarrollo<br />

ó para destruirlos una vez desarrollados.<br />

Algunas especies no son directamente dañosas,<br />

como el elaterio en estado de insecto<br />

perfecto, que no ataca las cosechas, pero engendra<br />

las larvas que durante cinco años destruyen<br />

los cereales; la mariposa de la col, que<br />

siendo también inofensiva en ese estado, da<br />

origen á orugas destructoras y voraces. En<br />

cambio hay animales que ayudan al hombre<br />

en la destrucción de los dañinos, porque persiguen<br />

á las especies perjudiciales, y de ahí<br />

que deban ser respetados, y que, aun causando<br />

destrozos á su vez, compensen de sobra los<br />

que causan con los que evitan.<br />

Los medios generales que se emplean para<br />

hacer desaparecer esos azotes de la agricultura<br />

consisten en venenos, fumigaciones, fuego,<br />

agua, etc. Entre los animales que compensan<br />

los daños que causan, se puede citar<br />

el topo, que si bien al socavar el suelo destruye<br />

las hortalizas y otras plantas útiles en<br />

los prados, devora en cambio muchas lombrices<br />

de tierra, y muchas babosas y larvas, á<br />

más de facilitar con las galerías que practica<br />

la ventilación del suelo. El gorrión, cuya voracidad<br />

llega al extremo de destruir gran cantidad<br />

de trigo al año, también devora una<br />

inmensa cantidad de orugas y de gusanos, habiendo<br />

demostrado la experiencia á varios<br />

agricultores ingleses que al destruir los gorriones<br />

contribuyeron á la propagación de<br />

insectos dañosos, cuya voracidad hizo que<br />

disminuyera el rendimiento agrícola en proporciones<br />

considerables. También debe guardarse<br />

bien el labrador de destruir los icneumones,<br />

insectos que devoran la terrible cecidomia<br />

del trigo, las libélulas ó señoritas, cuyas larvas<br />

son carniceras, y muchas especies de arañas.<br />

Muchas clasificaciones se han hecho de los<br />

animales dañinos; no hemos de citarlas y exponerlas<br />

todas aquí. Amoldándonos al carácter<br />

práctico que deben revestir las descripciones<br />

destinadas á ser leídas por los agricultores,<br />

preferimos ampliar las indicaciones hechas<br />

dividiendo los animales nocivos en dañosos<br />

directamente para el hombre, en dañosos<br />

para los animales domésticos, y en dañosos<br />

para las plantas y los cultivos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!