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de la cría, alimentación y cebo de cada uno de
ellos en el artículo correspondiente.
ALIMENTO.—Toda substancia que, absorbida
por un animal ó por un vegetal, contribuye
á conservar su vida ó favorecer su desarrollo.
La ingestión de una materia y su
absorción (véase esta palabra) por las células
vivas, no bastan para caracterizar una substancia
como alimento, porque á veces las substancias
absorbidas son inútiles ó nocivas. La
experiencia y aun el hábito, dan á conocer si
una materia es ó no provechosa. La composición
de los alimentos puede ser muy compleja,
según se verá mis adelante. Un alimento
es ligero, pesado, substancioso, etc., según las
virtudes de que goce; sólido, fluido ó líquido,
según su consistencia; azoado, carbonado, etc.,
según que abunde en él una ú otra de esas
substancias. (V. Alimentación.)
ALINDAR.—Poner ó señalar los límites
de una heredad., (V. Amojonamiento y Apeo.)
ALINEACIÓN (Arboricultura).—Llámase
así la especial disposición de las plantaciones
de árboles cuando los troncos de éstos
se elevan sobre una recta en las márgenes de
los canales, en las orillas de los caminos ó formando
calles en los paseos 3'jardines. También
se alinean las vides formando quinconces
ó no, y otras plantas, con lo cual se facilita el
cultivo y aun se economiza terreno. En los
montes altos ó bajos no se arreglan las plantas
de ese modo por lo común. En las alineaciones
de árboles de puro adorno no se da gran
importancia á la clase de la madera, y en cambio
se eligen los de gran porte y hermoso follaje,
como el plátano, el castaño de Indias,
el olmo, la acacia y otros análogos. El número
de líneas de árboles que se plantan en los caminos
y paseos depende naturalmente de la
amplitud de éstos, puesto que no conviene
que los árboles se hallen muy próximos unos
á otros para que se desarrollen. La distancia
que ha de mediar entre unos y otros depende
naturalmente de la naturaleza del suelo y de
la especie á que pertenece la planta; para los
árboles ordinarios esa separación oscila entre
4,50 y 6 metros cuando los árboles forman
una sola línea, y habrá de ser mayor conforme
aumenta el número de las líneas, pudiendo
llegar á 10 metros. Si los paseos son muy largos,
se deberá adoptar el máximum de separación
para que resulte bien la perspectiva. Las
alineaciones de árboles ó arbustos, cualquiera
que sea la disposición especial que se adopte,
se habrán de cultivar en la misma forma que
si no se hallasen regularizadas las plantaciones.
ALINEAR.—Disponer los objetos de manera
que formen líneas; plantar árboles ó arbustos
en los campos y jardines de manera
que resulten en alineación. Cuando se trate de
alineaciones cortas, cual ocurre en las platabandas
, por ejemplo, ó en los tablares de las
huertas, se alinean las plantaciones valiéndose
de cordeles; cuando se trata de considerables
extensiones, es necesario recurrir á los ja­
lones para marcar la dirección que ha)'a de
seguirse. Colocados dos jalones en los dos extremos
de la línea, para alinear bien los plantones,
será necesario tomar un jalón como
punto de mira, colocándose el operador detrás
del otro, y aquéllos se irán colocando de tal
suerte que oculte el jalón mira al que dirija
una visual desde el que marca el punto de
partida. Cuando, sean bajas las plantas ó se
empleen semillas, habrá que fijar jalones intermediarios
y marcar entre cada dos la línea
por medio de una cuerda, gracias á la cual se
obtendrá una línea continua.
También deben alinearse las calles para que
sea más fácil asearlas, corran con más holgura
las aguas y las corrientes de aire, y resulten
más hermoseadas las poblaciones y el tránsito
más cómodo. Esto es aplicable igualmente á
los caminos, que en las campiñas suelen ser
siempre tortuosos, á veces sin necesidad, cual
si no fuera conveniente abreviar los trayectos,
y de consiguiente, simplificar los transportes 3'
evitar los peligros de las revueltas y curvas.
Generalmente, una insignificante mata, un
árbol, el cauce de un arroyuelo, una piedra y
otros objetos análogos bastan para que un camino
dé un innecesario rodeo y aun para que
se perjudique á los propietarios cuyas fincas
lindan en los caminos. Incomprensible es á la
verdad, el abandono y la incuria de los campesinos
en ese punto.
ALINEAR EL CABALLO.—Conseguir
del bruto que siga con manos y pies la misma
línea, y pararle en esa misma posición sin que
forme ningún pliegue el cuello del animal, de
manera que queden en la misma línea las espaldas
y ancas. Dícese también alinear el caballo
de cabeza,.de cuello, de cuerpo y de ancas
ó de grupa.,
ALINGARÓ.—En el Archipiélago filipino
llaman así al Eleagnus angustifolia, L., de la
familia de las Eleágneas, común en las orillas
de los caminos de San José de Patangas y en
otros puntos de la Isla de Luzón, donde florece
en Octubre. En nuestros paseos es muy
frecuente, llamando la atención por las escamas
plateadas que cubren sus hojas, sobre
todo en el envés. (V. Árbol del Paraíso.)
ALINTATAO—Con este nombre vulgar
designa el P. Blanco una especie arbórea no
determinada del género Diospyros, familia de
las Ebanáceas, común en los bosques de la Isla
de Luzón (Archipiélago filipino), y que con
las demás de igual género , en cirya sociedad
vive, forma el grupo de los ébanos filipinos,
de madera dura, negruzca ó negra, muy útii
para construcciones 3' ebanistería. (Véase
Amaga.)
ALIPAI.—Árbol de los montes de las Islas
Filipinas, que corresponde á la. especie Euplwria
Litchi, D. C. (género Nephelium, L.),
familia de las Sapindáceas. Recibe también los
nombres de Alpai, Alupai, Boboaf y Leclüas.
DESCRIPCIÓN-.—Flores terminales en panoja:
nectarios con dos glándulas muy pequeñas en
la base del germen; fruto de tres pericarpios,