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AMA — 188 — AMB
la almohaza, cuyo roce produce una sensación
que á veces es dolorosa, sobre todo en
las articulaciones y demás puntos en que la
piel está en contacto con los huesos; por cuya
razón deben ser respetados, sustituyendo el
instrumento con los otros y en ciertos casos
por el agua.
Para que desaparezca el contraste que existe
entre la vida activa de los pastos y la sedentaria
de las habitaciones, y que tanto perjudica
á la salud y robustez del potro, es
necesario someterle á un ejercicio cotidiano y
moderado, precisamente al aire libre, adoptando
las oportunas medidas para evitar los accidentes
que de su fogosidad ó mal domado
carácter pudieran resultar.
Para concluir, fáltanos recomendar á las
personas encargadas de cuidar y alimentar á
los animales, que procuren alejar de estos,
por cuantos medios estén á su alcance, toda
causa que pueda producirles miedo, terror ó
espanto, y al propio tiempo que los traten con
la mayor solicitud y dulzura, colmándoles prudentemente
de halagos y caricias, y ofreciéndoles,
como ya se ha dicho, alguna de las
substancias á que demuestren preferente afición.
Procediendo de esta manera se consigue
fácilmente infundir en los potros la necesaria
confianza para que tranquilos y alegres gocen
del bienestar que se les depara y de la
salud que ha de dar cima á la trabajosa obra
del amarre.
A. Viúrrun.
AMAUROSIS (Patología).—Voz compuesta
de la partícula a, privativa, y del verbo
griego mauroo, lucir. Denomínase vulgarmente
gota serena. Es la disminución ó pérdida
total de la vista, con inmovilidad constante
del iris, sin lesión aparente en las partes componentes
del globo del ojo. Parálisis del nervio
óptico. La padecen todos los animales.
Puede ser esencial ó simpática. Las causas de
ese padecimiento pueden ser las contusiones,
las enfermedades del cerebro ó de las partes
que le rodean, la vejez y el vértigo abdominal.
Se llama simple cuando se presenta en un
ojo, y doble cuando ataca los dos.
Los síntomas en la amaurosis doble son:
ceguera completa, caracterizada por el movimiento
de las orejas; el animal levanta mucho
las manos al andar, ya vaya al paso, ó ya al
trote. Cuando solamente es un ojo el afectado,
inclina un poco la cabeza, y al examinar el órgano,
que tiene la apariencia ordinaria, se ve
la pupila dilatada, sin contraerse con la luz,
y el fondo del ojo parece opalino y verdusco.
En la amaurosis incompleta, los síntomas
enunciados son menos perceptibles, y el diagnóstico
difícil; suele suceder en este caso que,
distinguiendo mal los objetos, se vuelve el
animal receloso. En la amaurosis antigua el
ojo es más pequeño.
La curación de la gota serena es muy problemática;
sin embargo, pueden ensayarse
primero los medios antiflogísticos y revulsivos
, y luego los excitantes, como las friccio­
nes del linimento volátil sobre los párpados y
alrededor del ojo, y los vejigatorios y sedales
detrás de las orejas.
ÁMBAR (Tecnología).—Empléase este
término para nombrar dos substancias completamente
diferentes, á saber: el ámbar gris,
que exhala un olor muy penetrante, y que es,
según se cree, una concreción formada en los
intestinos de una especie de cachalote, y se
encuentra en las costas de la India, y el ámbar
amarillo, especie de resina fósil, que se encuentra
en las arenas, las arcillas ó los lignitos
de los terrenos terciarios superiores, que
es sólida, dura y quebradiza, y se puede
modelar con el torno y pulimentar hasta aparecer
translúcida. El ámbar gris tiene la consistencia
de la cera; se reblandece á una temperatura
débil, y se emplea á veces como medicamento
excitante y antiespasmódico. Los
perfumistas lo pagan á subido precio por lo
delicado del olor. El ámbar amarillo procede
de un árbol parecido al abeto, y que era mucho
más resinoso q\ie ninguna de las especies
vivientes en la actualidad. (V. Succino.)
ÁMBAR BLANCO—También se emplea
la denominación de ámbar blanco para designar
algunas variedades de la resina anime,
que se usa para los barnices de copal, y que
impropiamente se han calificado de gomas.
Se obtiene esa resina de un árbol llamado
Hymenwa courbaril, indígena de la América
meridional. Se expende en pedazos gruesos, de
fractura vitrea, color amarillo pálido, con la
superficie manchada por un polvillo formado
por el frotamiento de los trozos entre sí, cual
se advierte, por punto general, en todas las
substancias resinosas. Tiene sabor amargo, y
es aromática gracias á una pequeña cantidad
de aceite volátil que contiene. Se disuelve
completamente en el alcohol hirviendo, y al
enfriarse el líquido se deposita en cristales
incoloros, pudiendo ser sublimada en ese estado
sin que se descomponga. Se utiliza para
la preparación de algunos medicamentos y
barnices, y escasea bastante en el comercio.
Se conocen otras dos clases: el ámbar blanco
de Cayena, en lágrimas ovoideas, de consistencia
blanda, translúcidas y blanquecinas en
la superficie, vitreas, transparentes y casi incoloras
en el interior, y muy parecidas á la
resina anime, procedente de Oriente, á que antes
nos hemos referido. El ámbar blanco del
Brasil se expende en lágrimas más pequeñas,
menos puras y regulares que las de Cayena;
casi todas ellas se hallan cubiertas por una
capa más ó menos gruesa de resina opaca y
casi completamente soluble en el agua.
AMB ARCILLO.—(V. Abelmosco.)
AMBARINA—(V. Abelmosco.)
AMBLADOR.— Caballo que tiene paso de
andadura.
AMBLADURA.—Paso de andadura en
que el caballo muda al mismo tiempo los remos
de un lado para marchar.
AMBLAR.—Andar moviendo á un tiempo
el pie y la mano de un mismo lado, como la