l - Repositorio Gestion Documental v.03

ASÍT — 578 — ASN
lente régimen de vida. De ahí que sean las
cabalgaduras preferidas por los príncipes y
señores de distinción, y que no estén expuestos
á golpes y castigos exagerados, con que se
los hostiga y maltrata en Europa. En la Biblia
se mencionan las piaras de asnos que poseían
los patriarcas ricos antes de emplearse
el caballo.
El asno, que se propagó por la Europa
meridional en la época griega y romana, no
fué introducido en Inglaterra hasta el reinado
de Isabel, y en Alemania, Dinamarca, Suecia
y demás regiones del septentrión hasta un siglo
después. Los pollinos españoles proceden realmente
de África y aun de Arabia, y fueron
importados por los musulmanes. Durante mucho
tiempo mantuvieron los reyes de España
la prohibición de exportarlos bajo severísimas
penas; solamente se derogó cuando Luis XIV
pudo exclamar ya no hay Pirineos, á consecuencia
de haber ocupado su nieto Eelipe V
el trono de España. Desde esa época comenzaron
los franceses á fomentar la cría de sus
reses asnales, gracias al concurso de los pollinos
importados de la Península.
Se conocen muchas variedades de asnos, que
se suelen agrupar en dos secciones: razas salvajes
y razas domésticas. Las razas salvajes,
cuyo tipo es el onagro, se enouentran en las
regiones septentrionales de África, en la Arabia,
en Persia, en la India y en la Tartaria,
y sus individuos son unas veces lentos, pesados
y de formas macizas, y otras ligeros, esbeltos
y vivos, á la manera del caballo, al cual
los comparó Jenofonte. El color de los asnos
salvajes es muy vario, pero siempre poco
obscuro; se destacan constantemente en ellos
las rayas cruciales sobre el dorso y las espaldas;
son fuertes y vigorosos; se defienden con
valor, y aun á veces acometen á sus enemigos.
También son numerosas las variedades domésticas
que se han ido presentando, á pesar
del poco cuidado con que los hombres han
mirado al animal en todas las épocas. Ya hemos
indicado cómo se propagó el asno por
Europa, y cuánto ha perdido de sus cualidades
en los países fríos y con los malos tratos á
que constantemente se le ha sometido. Gracias
á la fortaleza y resistencia del animal, han
conservado algunas variedades cualidades estimables
, y así los del Mediodía de España, de
la Guinea, de Marruecos, Argel, Túnez,
Egipto, el Yemen, Persia, India, y aun los de
Malta y Toscana, son notables por sus hermosas
formas, su elevada alzada, su fuerza y
agilidad, la dureza de sus cascos y la firmeza
del paso; de manera que son empleados como
montura, y recorren con bastante rapidez largos
trayectos, pudiendo hacer muchas jornadas
consecutivas.
En España existen algunas variedades muy
vigorosas, y hubieran podido perfeccionarse
notablemente las razas, si se hubiera puesto
en ello el debido empeño. Generalmente sólo
utilizan los asnos las gentes pobres, que en
ocasiones le imponen el penoso trabajo de arar
y acarrear, alimentándole y cuidándole mal,
abrumándole á golpes, imponiéndole excesiva
carga y abusando verdaderamente de la paciencia,
de la resignación y de la sobriedad de
los jumentos. Un proverbio vulgar: el amo
cuanto más cargado va mejor, autoriza al parecer
esa dureza, cual si al apresurar el paso
no revelase la perspicacia del instinto, el cual
le advierte que cuanto más pronto llegue á la
meta más pronto se desembarazará de la carga.
Los molineros, yeseros y arrieros son los
que mayor partido sacan de los asnos, y tal
suele ser la impaciencia por utilizarle, que no
se da tiempo á que adquiera el necesario desarrollo
, y de ahí que se hunda su espinazo, se
encorven sus piernas y se vuelvan zancajosos
ó cerrados de corvejones. En las serranías y
países montañosos el asno suele ser de poca
alzada, pero en cambio sus cascos suelen ser
tan duros que podrían ser comparados al acero
, y camina entre precipicios con una seguridad
admirable. En las comarcas llanas y de
vega de nuestra Península, siempre que se le
cuide convenientemente, llega á adquirir gran
alzada.
Por no haberse reunido los datos que únicamente
pueden obtener los centros oficiales
de una manera regular y completa, no se han
descrito aún con la precisión y amplitud necesarias
las distintas variedades de asnos que en
España existen; por lo mismo habremos de citar
únicamente de una manera vaga las comarcas
cuyos pollinos gozan de merecida estimación.
Esas comarcas son las andaluzas y murcianas,
las Baleares, el Ampurdán, la de Zamora,
y algunas otras de Castilla la Vieja, la
Mancha, Extremadura y las Canarias, no siendo
raro hallar asnos de 7 cuartas y 5 ó 6 dedos
de alzada. En Córdoba se ha mejorado tanto la
raza, que pueden considerarse los asnos procedentes
de esa provincia como los mejores de
España; la casta de Aranjuez procede del Ampurdán,
y ocupa el segundo lugar. Los garañones,
que se han vendido cuarenta años hace
á 5 y 6.000 pesetas, se obtienen en la actualidad
por precios más reducidos, aun cuando
considerables todavía.
También los franceses poseen muchas variedades
de asnos, cuyos individuos difieren
por el pelaje y aun por la alzada, pero entre
todas ellas, no muy bien estudiadas y caracterizadas
, las que merecen especial mención
son las del Poitou y de la Gascuña, de Cataluña
ó de España, que así la llaman también
nuestros vecinos. Las variedades de pequeña
talla prestan los mismos servicios .y son tan
sobrios como los asnos españoles de pequeña
talla, y son preferibles para ciertos trabajos á
los pollinos de hermoso aspecto.
La raza asnal de Gascuña alcanza una altura
de 1,55 metros; su cuerpo es delgado; el
pelo corto y de color bayo, bayo-obscuro ó negro.
Es muy ágil; ha conservado bien sus cualidades
originarias, gracias á los cuidados de
que es objeto, y procede de la Cerdeña española.
Debería preferirse tal vez para mejorar las