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ANI — 372 — ANI<br />
se reproducen bien, y viven perfectamente en<br />
Madrid, París, Londres y Amsterdam. Es<br />
una de las primeras adquisiciones que está<br />
llamada á hacer Europa, y no ciertamente de<br />
las menos valiosas. Por último, debemos hablar<br />
aquí también de los tapiros, cuyas diferentes<br />
especies habitan en América, en la China y en<br />
la India, y que en unas ocasiones pueden suministrar<br />
excelentes carnes, y en otras cueros<br />
muy superiores á nuestros cueros indígenas.<br />
De talla más elevada que la del cerdo, al cual<br />
se los puede comparar por los servicios que<br />
pueden prestarnos, la domesticación de los<br />
tapiros es fácil, y se pueden contar entre los<br />
animales que más pronto se familiarizan con la<br />
presencia del hombre. Aun cuando todas las<br />
especies de tapiros, excepto una de América,<br />
proceden de países cálidos, esos animales resisten<br />
bien los fríos de Europa, y se debería<br />
emprender su aclimatación en grande escala,<br />
comenzando por habituarlos á las regiones<br />
meridionales y mediterráneas de esta parte<br />
del mundo.<br />
En la clase de las aves hay muchas que<br />
pudieran utilizarse en Europa; las tentativas<br />
hechas con muchas palmípedas han producido<br />
resultados satisfactorios, y así hay hoy<br />
muchos gansos y patos que en lo futuro podrán<br />
prestar grandes servicios. Tales son el<br />
ánsar de Egipto, la cereopsa, el ganso de<br />
Magallanes, el de Sandwich, tan notable por<br />
sus sociables instintos; pero la cuestión de la<br />
aclimatación es todavía más importante respecto<br />
de las gallináceas, entre las que merecen<br />
especial mención los hocos y el marailo.<br />
Los primeros, que se encuentran en diferentes<br />
puntos de América, son aves casi del tamaño<br />
del pavo, y cuya carne tiene excelente<br />
gusto; se ha conseguido que se reproduzcan<br />
en estado de domesticidad, pero todavía no se<br />
ha logrado aclimatarlos, porque les hacen<br />
mucho daño las heladas, si bien no faltan naturalistas<br />
en sentir de los cuales se podrán<br />
aclimatar en Europa, con tal de que se escojan<br />
bien las localidades, y se importen de la América<br />
del Norte y no del Brasil, como se había<br />
venido haciendo. El marailo es más rústico<br />
que el hoco; procede también de América, y<br />
soporta perfectamente nuestros fríos, habiéndose<br />
conseguido que se reproduzca en Europa<br />
á fuerza de cuidados.<br />
Merecen citarse también las diferentes especies<br />
de faisanes indios, cuya aclimatación<br />
se ensaya actualmente con gran empeño; las<br />
tres especies de colins, es decir, los del Brasil,<br />
California y Virginia, que se reproducen<br />
con facilidad suma; la perdiz gambra [ó perdiz<br />
de roca, oriunda de Argelia, que han tratado<br />
de aclimatar algunos monarcas en sus<br />
parques, y aun otras aves interesantes, cuya<br />
enumeración sería harto enojosa.<br />
Todas esas aves pueden agregarse á las que<br />
ya nos son familiares y conocidas, y además<br />
como propias para la carnicería, según las llama<br />
Geoffroy Saint-Hilaire, el casoar y el<br />
nandú de América, y aun pudiera añadir<br />
se el avestruz; pero éste pertenece más bien<br />
á la sección de los animales propios para la<br />
industria. Esos grandes volátiles, que en su<br />
edad adulta alcanzan un considerable peso,<br />
cuya carne es excelente y cuya fecundidad es<br />
verdaderamente notable, á más de ofrecer<br />
enormes huevos, pueden utilizarse como alimento<br />
en cualquier circunstancia. El casoar<br />
emeu, que abunda en la Australia, alcanza<br />
á veces una talla de 1,80 metros, y soporta<br />
sin inconveniente los más intensos fríos.<br />
Se ha reproducido en Inglaterra y en Francia,<br />
y tal vez no transcurrirá mucho tiempo<br />
sin que haya en las campiñas de Europa piaras<br />
de ese animal, como las hay de pavos,<br />
puesto que basta importarle en realidad para<br />
conseguir que se aclimate. No podrá esperarse<br />
lo mismo del casoar de la India, por lo<br />
mismo que es oriundo de un país cálido. El<br />
nandú, por el contrario, es un animal cuya<br />
aclimatación debe recomendarse por lo excelente<br />
de su carne y por el valor de sus plumas,<br />
que se importan desde América en cantidades<br />
considerables, y cuya domesticidad es tal<br />
que muchas veces se los ve pacer en las inmediaciones<br />
de los edificios habitados por el<br />
hombre. El difunto lord Derby consiguió que<br />
los nandúes se reprodujeran en la Gran Bretaña.<br />
Otra rama de la zoología aplicada, de que<br />
no se ha sacado todo el partido debido, es la<br />
piscicultura, á que hasta los últimos treinta<br />
años no se había prestado toda la atención que<br />
merece. De ella hablaremos detenidamente en<br />
el artículo especial que en el lugar correspondiente<br />
de esta obra la dedicamos, ya que<br />
tantos y tan valiosos recursos puede proporcionar<br />
, gracias á la fecundidad de esos seres<br />
acuáticos, innumerables en todos los mares.<br />
ANIMALES INDUSTRIALES. — Desígnanse así<br />
aquellos vivientes que suministran productos<br />
buscados por el comercio ó la industria. Entre<br />
los mamíferos que no han sido domesticados<br />
todavía, puede citarse la vicuña, cuya<br />
naturalización en las montañas de Europa<br />
procuraría no pocos provechos. Para sacar<br />
partido de él, no es necesario, ni mucho menos,<br />
domesticarle; basta importarle y dejarle<br />
vivir en estado salvaje. También se ha propuesto<br />
la aclimatación del chinchilla, roedor<br />
que vive en estado salvaje en las regiones de<br />
la América meridional, principalmente en las<br />
comarcas montañosas de Chile, y cuyas pieles<br />
son muy apreciadas por el comercio. Entre las<br />
aves, ya lo hemos indicado, merece recomendarse<br />
el avestruz, cuyas plumas se venden á<br />
elevados precios, y que podría reducirse fácilmente<br />
á domesticidad. Además de las plumas,<br />
esa ave, como antes hemos indicado, puede proporcionar<br />
excelente carne, abundantes y voluminosos<br />
huevos, y una grasa preciosa y que<br />
se puede emplear en diferentes usos.<br />
También la clase de los insectos puede suministrar<br />
algunos elementos de bienestar y riqueza<br />
con sus arañas seríferas y sus gusanos<br />
de seda, compensando los perjuicios que las