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El corazón (figura 133) es un órgano muscular
hueco. Contiene cuatro cavidades distintas,
y forma un aparato hidráulico doble,
que hace oficios de bomba aspirante-impelente,
para recibir la sangre y expelerla. Esas
cuatro cavidades, designadas con los nombres
de ventrículos y aurículas, están dispuestas
por pares, y se distinguen en par izquierdo y
par derecho, según el lado del cuerpo á que
corresponden. Al corazón se traslada la sangre
de todas las partes del cuerpo para ser
lanzada á los pulmones, en los cuales se pone
en contacto con el aire, y también del corazón
parte la sangre para ser lanzada hacia
todas las regiones, á fin de llevar alimento y
conservar la vida.
Considerado como una doble máquina hidráulica,
el corazón tiene dos aparatos, formados
por cavidades destinadas á recibir la
sangre venosa ó la sangre arterial; cada una
de ellas está formada por una aurícula y un
ventrículo. Las aurículas están superpuestas
á los ventrículos, y reciben los nombres de
aurícula derecha y aurícula izquierda. Todas
esas cavidades están provistas de válvulas,
dispuestas de tal modo que cuando la sangre
ha salido de una de ellas no puede volver. No
habiendo de recorrer la sangre venosa más
que un breve trayecto para trasladarse desde
el corazón á los pulmones, el aparato destinado
á lanzarla á éstos tiene menos energía que
el destinado á impeler la sangre arterial que
ha de difundirse por todo el cuerpo. De ahí
que las paredes del ventrículo derecho del
corazón sean más delgadas que las del ventrículo
izquierdo, el cual, por la aorta y las
arterias, lanza la sangre á todas las partes del
cuerpo, cual lo haría un pistón enérgicamente
impulsado en un cilindro. El corazón, situado
en el pecho entre los dos pulmones de los
animales, está suspendido por medio de grandes
vasos, llamados arteria aorta y venas cavas.
Además se halla sujeto por medio de una envoltura
particular, Wa.raz.Aa,pericardio. Las alternadas
sacudidas de ese órgano constituyen
el movimiento vulgarmente llamado pulso.
Las arterias son venas que realmente desempeñan
el papel de canales, para llevar la
sangre desde el corazón á todas las partes del
cuerpo. Las paredes de esos canales son elásticas,
y se dilatan en el momento en que la
sangre es lanzada con fuerza á su interior;
después, volviendo sobre sí mismas en virtud
de su fuerza de retracción, impelen á la Sangre
que no puede regresar ya al corazón, para
que se extienda y penetre por todos los tejidos,
y los riegue en cierto modo, gracias alas
infinitas divisiones en vasos de todos calibres
por los cuales circula la sangre. El movimiento
permanente de contracción y dilatación' de
las arterias es lo que constituye el pulso, según
queda indicado.
Las arterias son de dos clases: unas se dirigen
desde el ventrículo derecho del corazón
á los pulmones, transportando la sangre negra
y venosa que llega de todas las partes del
cuerpo para ser hematosada. Esas son las llamadas
arterias pulmonares. Las otras parten
del ventrículo izquierdo, que recibe la sangre
arterial procedente de los pulmones, donde
ha estado en contacto con el aire. Son las que
componen el sistema arterial propiamente dicho,
y las que se extienden por todas las regiones
del organismo animal. Las arterias
simulan un árbol, cuyas raíces representan el
corazón, cuyo tronco forma la aorta y cuyas
ramas son las divisiones y subdivisiones del
sistema.
Las venas, cuyo oficio hemos indicado, transportan
la sangre desde la periferia al centro
de la circulación. Su origen está en las radículas
y en los vasos capilares, y sus extremidades
se hallan en su tronco, por el cual vierten
la sangre en el corazón. Por lo demás, las
venas se hallan ramificadas, lo mismo que las
arterias; pero como la sangre circula con menor
velocidad en su interior, las divisiones de
las venas son más numerosas que las de las
arterias, su capacidad total y sus dimensiones
mayores. Se explica esto por el hecho de que
una misma cantidad de líquido que circula
muy rápidamente en un tubo, exige que tenga
menos capacidad ese tubo que cuando el líquido
fluye con lentitud. Las venas se hallan
provistas en su trayecto de pequeñas válvulas,
encargadas de impedir que la sangre refluya
hacia su origen, facilitando de esa suerte la
circulación venosa. Esas válvulas existen también
en las arterias, pero á la salida del corazón
, para impedir que la sangre retroceda á
ese órgano una vez expulsada de él. En las
venas es donde se practican las sangrías, y sus
dilataciones constituyen las varices.
Los vasos linfáticos sirven para la circulación
de la linfa y del quilo. Al igual de las
venas, se hallan provistos de pequeñas válvulas,
que desempeñan el mismo oficio que las
del sistema venoso. Generalmente se desconoce
el origen de esos vasos, exceptuando los
quilíferos, que nacen siempre en el tubo intestinal.
Cuando esos vasos son muy numerosos
y están muy desarrollados, constituyen' los
temperamentos llamados linfáticos.
Aparato urinario.—-Se compone de los ríñones,
órgano secretor de la orina; de los
uréteres ó canales destinados á transportar la
orina; de la vejiga, depósito de paredes contráctiles,
en el cual se mantiene la orina almacenada
durante algún tiempo, y, en fin, de
la uretra, aparato por el cual es lanzada la
orina al exterior.
Los ríñones se llama también una región
exterior de los animales, comprendida entre el
dorso en la parte posterior á las costillas y la
grupa. Anatómicamente, como queda indicado,
son las dos glándulas encargadas de segregar
la orina, que se hallan situadas en el
abdomen, bajo la región lumbar ó de los ríñones
que antes aludíamos, y á los dos lados de
la columna vertebral. Las funciones de los
ríñones son muy importantes, y contribuyen
á depurar la sangre. De ahí que las arterias
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