Deutsche Auslandsschulen tagen in Marbella - Colegio Alemán

58 Unterwegs: Berlin (11. Klassen)
Si bien es cierto que todos los viajes de fin de curso son más
que bien recibidos por cualquier alumno, el viaje a Berlín se
lleva la palma, sin duda alguna. No es sólo el hecho de que te
vas unos días “por ahí”, que durante ese tiempo no vas a clase
y que encima vas con tus amigos, lo que te hace ilusión, sino
que también es el viaje más largo y más famoso y, aunque
por desgracia, el último de tantos años en el colegio.
Nosotros tenemos el honor de haberlo vivido en mayo de
2012, y podemos decir que quedará grabado en nuestras
mentes para siempre.
Todo comenzó el sábado 19 de mayo en el aeropuerto de
Málaga, donde nos encontramos las clases 11a y 11b con
grandes expectativas con respecto a la “aventura” que nos
esperaba en los próximos 12 días. Después de largas horas en
el avión y alguna que otra queja de algún pasajero que regresaba
de sus vacaciones un poco malhumorado, llegamos a la
capital de Alemania a las 21.30. Sobre las 11 nos habíamos
repartido todos en las habitaciones de nuestro albergue y cenamos
en una pizzería cercana. Algunos dieron gracias al ver
que el restaurante disponía de una pantalla de T.V. gigante,
porque esa noche tenía lugar la final de la Champions entre el
Bayern München y el Chelsea, que acabó, a disgusto de unos
y alegría de otros, con la victoria del equipo inglés.
El domingo se planteba con una visita guiada por Berlín para
que orientarnos en esa inmensa ciudad nos fuera un poquito
más fácil. Llegada la tarde, debíamos hacer el recorrido al sitio
donde iban a tener lugar las prácticas de cada uno, hecho
que no resultó ser tan fácil como creíamos: miles de líneas
de metro blancas, verdes, azules, amarillas y otras tantas de
tranvía, bus y tren.
Y así llegó el lunes, que fue el comienzo de una semana agotadora
e intensa, asistiendo a nuestras prácticas y visitando
lo mucho que hay que ver en tan poco tiempo. Sin duda, lo
peor fue el tener que levantarse temprano y no perderse en el
camino al trabajo. Una vez de vuelta al albergue, las noticias
volaban y lo más dicho por los alumnos eran preguntas tales
como: ¿Qué tal? ¿Cómo te ha ido? ¿Qué has hecho? ¿Te cae
bien tu jefe?
El miércoles y el jueves transcurrieron con normalidad,
acudimos al trabajo y por la tarde/noche asistimos a la
representación de la obra “Die Kleinbürgerhochzeit” de Bertolt
Brecht; la noche terminó con cena en un restaurante libanés,
y al final, ¡por fin! para algunos, llegó el viernes. Después
de terminar con nuestras prácticas de trabajo, nos dirigimos
a la famosa Friedrichstraße para disfrutar de espectáculos,
obras de suspense y el club de la comedia alemana, lo que
cada cual quisiera.
Los días siguientes no fueron menos intensos: El sábado, que
se presentó con tiempo espléndido, hicimos un bonito viaje
en barco por el río Spree.
El domingo nuestra atención se centró en el museo judío, en
el que nos esperaba una visita guiada de lo más emotiva e
interesante. El resto de la tarde la pasamos o bien visitando el
muro de Berlín (East Side Gallery), o disfrutando del atardecer
en el Tiergarten. La “Gedenkstätte Hohenschönhausen” que
visitamos el lunes nos dio una impresión de la situación de los
presos políticos en la antigua RDA.
El martes, último día antes de nuestra vuelta a España, los
profesores nos dieron a elegir entre visitar el museo “Story of
Berlin” o el monumento a los judíos caídos en el Holocausto,
que sin ninguna duda merece ser visto. La última noche cenamos
muy bien en el restaurante de los padres de un alumno
de la clase 11 b. Después tocaba hacer las maletas y despedirse
de la capital.
No sólo los monumentos y la colorida ciudad de Berlín han
hecho que este viaje haya sido una experiencia inolvidable,
también los pequeños momentos, como los trayectos
en metro o en bus, o las escapadas al lago cercano al albergue
con todos los compañeros, así como la convivencia de
todos, profesores incluidos. Queremos agradecer al colegio
que haya hecho posible este viaje a Berlín. Muchas gracias a
Frau Ebersbach, a Herr Bartilla y Herr Reimers por habernos
acompañado, por habernos soportado y por haberlo hecho
memorable. ¡Gracias!
Paula Zurawka y Celia Vela Martín