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DEFENSA NACIONAL Y PENSAMIENTO ESTRATÉGICO

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114•Defensa Nacional y Pensamiento Estratégico, Universidad de la Defensa Nacional. N˚2, Julio de 2015 115Defensa Suramericano (CDS) –creado en 2008 y conformado por losMinistros de Defensa suramericanos– es un avance en ese sentido. 58Entre sus objetivos, se destacan: consolidar una zona de paz suramericana;construir una visión común en materia de defensa; articularposiciones regionales en foros multilaterales sobre defensa; cooperarregionalmente en materia de defensa; apoyar acciones de desminado,prevención, mitigación y asistencia a víctimas de desastres naturales. 59Este novedoso órgano cuestiona, de hecho, las políticas bilaterales deasistencia militar que históricamente desarrolló Estados Unidos parasubordinar a las fuerzas armadas latinoamericanas. No es una alianzamilitar, a diferencia del TIAR, sino un órgano de consulta, coordinacióny cooperación.Así lo explica Pablo Celi de la Torre, Subdirector del Centro de EstudiosEstratégicos del CDS:merciales, inversiones e intercambios académicos convivieron históricamentecon amenazas, desestabilizaciones, sanciones económicasy apoyos a militares golpistas. Así, para conseguir aprobar el TIAR en1947, se prometió una suerte de Plan Marshall para América Latina.Para lograr los votos que permitieran expulsar a Cuba de la OEA, se lanzóla Alianza para el Progreso.Como mostraron en el presente artículo, el TIAR fue siempre funcionala las directivas del Pentágono y operó como un mecanismo desubordinación política, a la vez que de penetración en las fuerzas armadasde Nuestra América, a las que se financió, vendió armamentoy adoctrinó para que adscribieran a la Doctrina de Seguridad Nacionaly protagonizaran golpes de Estados. Como se demostró en los casosde Guatemala, Cuba y Santo Domingo, el esquema de defensa fue uninstrumento de las políticas que la Casa Blanca procuró imponer en laregión. En la década de 1970 se lograron introducir algunas reformas,pero la verdadera cara del TIAR se conoció durante el conflicto de Malvinas,cuando Estados Unidos se alineó con Gran Bretaña y boicoteó laaplicación del mismo. A partir de ese entonces, el final de la guerra fríaparecía mostrar la caducidad del TIAR, pero el gobierno de Bush volvióa invocarlo justo cuando uno de sus aliados, el gobierno de México,planteaba que era inútil y obsoleto. El ímpetu intervencionista que seenmascaró en la “guerra contra el terrorismo” no pudo contrarrestarla nueva correlación de fuerzas regional, que produjo no sólo la derrotadel ALCA, sino también la consolidación de nuevas formas de integración,coordinación y cooperación política entre los países de NuestraAmérica. Entre otras cuestiones, varios países del ALBA plantearon lanecesidad de abandonar el TIAR, promesa que cumplieron entre losaños 2012 y 2014. Además, en el marco de la UNASUR, se creó el Consejode Defensa Suramericano, con una impronta distinta a la del Tratadofirmado en 1947.Este nuevo contexto exige a nuestro país que avance en la coordinacióncon otros países de la región (como Brasil, Uruguay y Chile) paraproponer un abandono conjunto del TIAR. Mucho más teniendo encuenta que uno de los casos emblemáticos citados por quienes lo denunciarones el de Malvinas. Luego de la guerra, hubo algunos planteosen Argentina sobre la necesidad de abandonar el TIAR. 61 Es quizás elmomento más oportuno para retomar la iniciativa que ya implementaronMéxico, Bolivia, Venezuela, Ecuador y Nicaragua.Como ocurrió a lo largo de todo el siglo XX, Estados Unidos no cejaráen su política intervencionista en la región, que incluye concesiones yagresiones. Hoy conviven los ofrecimientos -acuerdos de libre comercio,inversiones, asistencia financiera-, con las amenazas para quienesconfronten con los intereses de Washington: red de bases militares denuevo tipo, desestabilización de los gobiernos bolivarianos, espionajecontra presidentes latinoamericanos, presión a través de las grandesEl Consejo de Defensa Suramericano no es una alianza militar, no esun sistema de seguridad o de defensa de acción colectiva. La misióndel Consejo de Defensa no es la predeterminación de enemigos, la predeterminaciónde conflictos, las hipótesis de guerra, las hipótesis deagresión; no es partir de esta hipótesis negativa sino partir de un acompañamientopositivo a los procesos de integración regional. ¿Qué significaesto? Que las estructuras de seguridad y defensa deben acompañara los procesos de consolidación de la cooperación en el campoeconómico, en el campo político, en el campo social para acompañary, por lo tanto, ¿de qué tienen que ocuparse la seguridad y la defensa?Del acompañamiento y el cuidado de los recursos sociales, naturalesy estratégicos. El concepto, entonces, de seguridad y defensa va másallá del ámbito exclusivamente militar. Esto es lo que ha permitido queel Consejo de Defensa sea un espacio de diálogo, de intercomunicaciónde políticas de defensa nacionales. No existe hoy una política dedefensa regional: existen políticas de defensa nacionales y un espaciode cooperación entre ellas. 6058. Un análisis de los alcances y límitesdel CDS puede encontrarse en COMINI,Nicolás. “El rol del Consejo de Defensade la Unasur en los últimos conflictosregionales”. Revista Nueva Sociedad,N° 230, Noviembre-Diciembre de2010. Véase también DÍAZ, FernandaDaniela. “El aporte del Consejo deDefensa Suramericano a la identidadregional en el marco de la UNASUR”.Ponencia presentada en las III JornadasAcadémicas Alberto Methol Ferré, 2014.Aunque aún es incipiente el debate sobre las nuevas concepciones dedefensa y seguridad regionales y no se avanzó demasiado en la concreciónde mecanismos alternativos, parece haber un contexto regionalmuy conveniente para plantear una renuncia colectiva al TIAR. Argentina,en este punto, tiene la oportunidad de avanzar en ese sentido, comoya lo hicieron México, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia.59. En: .60. Entrevista a Pablo Celi de la Torre,31 de enero de 2013.En: .Conclusiones: la oportunidad de Argentina para abandonar el TIARA lo largo de la historia, las políticas de Estados Unidos hacia el sur delcontinente, desde que abandonaron las invasiones abiertas con marinesen pos de la buena vecindad, se nutrieron de dos componentes:zanahorias y garrotes. Promesas de ayuda financiera, concesiones co-61. Ver, por ejemplo, SOSA, Alberto. “Porqué Argentina tendría que denunciar elTratado Interamericano de AsistenciaRecíproca (TIAR)”. AMERSUR, marzo de1984. En: .

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