REVISTA DAP AVENTURA 2015-2016
Los invitamos a conocer nuestra mirada, a través de esta nueva edición digital de revista "AVENTURA: Al Fin del Mundo", temporada 2015-2016. Cuéntanos qué te parece en facebook.com/grupodap _______/________ We invite you to know our world, in this new digital edition of "ADVENTURE: At the End of the World" 2015-2016 season. Tell us what you think on facebook.com/grupodap Enjoy!
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Aventura al fin del mundo <strong>2015</strong> - <strong>2016</strong><br />
Ernest Shackleton, Frank Worsley y Tom Crean, en una recepción brindada por The British Club de Punta Arenas./ Ernest Shackleton,<br />
Frank Worsley and Tom Crean in a reception hosted at the British Club in Punta Arenas.<br />
emprender una de las travesías marítimas Asociación Británica de Magallanes. “Solo<br />
más peligrosas de todos los tiempos: navegar estoy muy arrepentido de no haber realizado<br />
junto a cinco de los tripulantes en el bote antes mi viaje a Punta Arenas, porque con<br />
“James Caird” unas 800 millas náuticas él hubiera tenido la oportunidad de salvar a<br />
rumbo a la isla Georgia del Sur y buscar mis camaradas”, dijo entonces. En menos de<br />
el auxilio de los balleneros noruegos. Solo tres días, la Asociación Británica de Magallanes<br />
reunió 1.500 libras esterlinas para los<br />
con ayuda de una brújula y un sextante,<br />
desafiando vientos huracanados y olas de gastos operativos de la tercera expedición<br />
más de ocho metros de alto. El desviarse de rescate. Shackleton, Worsley y Crean<br />
un solo grado significaba el no encontrar la zarparon desde Punta Arenas hacia las<br />
isla y perderse para siempre en medio del Shetland del Sur a bordo de la goleta Emma.<br />
Atlántico Sur. Pero, contra toda posibilidad, Pero el hielo les cortó el paso y debieron<br />
llegaron.<br />
volver a Punta Arenas para organizar otro<br />
intento de rescate.<br />
Una vez en tierra Shackleton, que nunca<br />
había subido una montaña en su vida, Shackleton solicitó ayuda a la Armada de<br />
atravesó junto a dos de sus hombres la Chile, que puso a disposición el escampavía<br />
escarpada cordillera de la isla y alcanzó la “Yelcho” al mando del piloto Luis Pardo Villalón.<br />
Antes de emprender este peligroso viaje<br />
estación ballenera noruega de Stromness.<br />
Se dice que el primero que los vio llegar a la Antártica, en una nave que ni siquiera<br />
fue un niño, que huyó despavorido ante tenía camarotes y en pleno invierno, escribe<br />
el aspecto desastroso de los náufragos. una carta a su padre que dice: “La tarea es<br />
Y el jefe de la estación, un noruego duro grande, pero nada me da miedo: soy chileno.<br />
que había visto muchas desgracias en su Dos consideraciones me hacen hacer frente<br />
vida, no pudo evitar llorar al reconocer a a estos peligros: salvar a los exploradores<br />
Shackleton, con el que había cenado allí y dar gloria a Chile. Estaré feliz si pudiese<br />
mismo, casi dos años antes.<br />
lograr lo que otros no. Si fallo y muero,<br />
usted tendrá que cuidar a mi Laura y a mis<br />
De inmediato se organizó el rescate de los hijos, quienes quedarán sin sostén ninguno<br />
que habían quedado en Isla Elefante. Tras a no ser por el suyo. Si tengo éxito, habré<br />
dos fallidos intentos, Ernest Shackleton, el cumplido con mi deber humanitario como<br />
capitán Frank Worsley y el marinero Tom marino y como chileno. Cuando usted lea<br />
Crean llegaron a Punta Arenas en julio de esta carta, o su hijo estará muerto o habrá<br />
1916 procedentes de las islas Falklands/ llegado a Punta Arenas con los náufragos.<br />
Malvinas. El Club Británico (actual Banco No retornaré solo.”<br />
de Chile) fue su centro de operaciones. Un<br />
público numeroso los había recibido en el El día 30 de Agosto, tras sortear un banco<br />
Teatro Municipal con una prolongada ovación. de niebla marina, se logró rescatar a los 22<br />
Shackleton abrió la conferencia agradeciendo náufragos desde la Isla Elefante, los cuales<br />
a la comunidad, al Gobierno de Chile y a la ya casi habían agotado sus reservas de alimentos.<br />
En la mañana del 3 de septiembre<br />
de 1916 la escampavía “Yelcho” fondeó en<br />
el muelle del frigorífico de Río Seco. Desde<br />
allí, Shackleton telefoneó a sus amigos de<br />
la Asociación Británica de Magallanes y<br />
al gobernador Fernando Edwards, anunciándoles<br />
el éxito de la misión chilena y<br />
preparando el ambiente para su regreso<br />
triunfal. El diario local inglés “The Magellan<br />
Times” retrata el despertar de la ciudad tras<br />
el anuncio: “Las noticias se expandieron<br />
como fuego, las campanas de incendio<br />
sonaron para dar aviso a la población, se<br />
izaron banderas y los pobladores de todas<br />
las nacionalidades corrieron al muelle para<br />
recibir a los hombres que habían sufrido<br />
tanto por causa de la ciencia y el saber.<br />
Nunca antes, en la historia de Magallanes,<br />
se había congregado una multitud tal para<br />
presenciar la entrada de la Yelcho.”<br />
Al mediodía, Shackleton y sus hombres fueron<br />
bienvenidos en el puerto por el gobernador<br />
Edwards y juntos marcharon en una alegre<br />
procesión comunitaria que los acompañó<br />
al son de una banda hasta el Hotel “Royal”<br />
(donde se ubica hoy el pub “Celebrity”). Esa<br />
noche, el Club Británico (en el tercer piso del<br />
actual Banco de Chile) ofreció una recepción<br />
en la que los náufragos entonaron canciones<br />
Retrato al óleo del Piloto Luis Pardo Villalón, conservado en<br />
el Museo Naval de Punta Arenas. / Painting of Pilot Luis Pardo<br />
Villalón, conserved at Punta Arenas’ Naval Museum.<br />
Adventure at the End of the World<br />
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