abrir vol iii - iiiª parte - cap. x - Biblioteca Complutense - Universidad ...
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a la hora de gobernar el reino. Se perdonó a aquellos que habían apoyado la causa enriqueña hasta<br />
el final por considerar que habían permanecido leales a la legitimidad monárquica. Villas y ciudades<br />
enteras también fueron objeto de la clemencia regia, al igual que linajes enteros y miembros aislados<br />
de la nobleza, casi siempre grandes nobles. Por otro lado, se estableció la prohibición de llevar armas,<br />
así como elevar fortalezas sin la pertinente licencia regia, y en algunos casos se procedió a la<br />
demolición de castillos y murallas como medida preventiva. La restauración de la paz y el orden tuvo<br />
su plasmación normativa en las Cortes y más en concreto en las de Madrigal de 1476 y en las de<br />
Toledo de 148029. Durante este período el arma más y mejor utilizada por la nobleza fue el bando<br />
parcialidad, que alcanzó su madurez política. En su vertiente nacional permitió a los nobles<br />
desempeñar un papel protagonista en su enfrentamiento directo contra el rey. En su vertiente local<br />
adquirió una proyección urbana e, incluso, rural. En Castilla el bando parcialidad tenía como<br />
principal objetivo el ejercicio del poder y las ventajas que de él se derivaba,Vt A pesar de que los<br />
Inonarcas lograron la erradicación de los bandos nacionales no tuvieron el mismo éxito con los bandos<br />
locales.<br />
Durante la guerra civil ISABEL LA CATÓLICA no se limitó a confirmar los privilegios otorgados<br />
por su predecesor, también prometió exenciones, hidalguías y caballerías a aquéllos que prestasen un<br />
servicio sin fisuras. A lo largo de seís anos concedió cerca de 300 privilegios, entre los que<br />
predominaban las hidalguías. Durante la Guerra de Granada se decantó por el otorgamiento de<br />
caballerías de privilegio. En definitiva, durante esta época el acceso a la nobleza estuvo condicionado<br />
a la coyuntura polltica y militar. Aunque el reinado de ISABEL marcó la última etapa de renovación<br />
nobiliaria y cl ideal nobiliario seguía siendo uno de los objetivos más deseados socialmente, el peso<br />
demográfico de la nobleza no aumentó sustancialmente 3t.<br />
29Sobre este reinado y las relaciones monarquía nobleza véanse los trabajos de Miguel Artgel LADERO QUESADA, Los Reyes<br />
Católicos: la Corona “la unidad de España, Valencia, 1989; Luis SUÁREZ FERNÁNDEZ, Los Reyes Católicos: fundamnentos de<br />
la nwnarqutá. Madrid, ¡989: dcl mismo aubor Los Reyes Católicos. la conqtdsra del reino, Madrid, 1989. Completar.<br />
30VV.AA., Bandos y querellas dinásticas en España alfinal de la Edad Media, Paris, 1991, pp. 157-182; Miguel Angel<br />
LAoI~o QUESADA, ‘Linajes, bandos y parcialidades en la vida política de las ciudades castellanas (siglos XIV y XV)’, Bandos<br />
x querellas .., pp. 105-134; Cl. LÓPEZ BENITO, Bandos nobiliarios en Salamanca al iniciarse la Edad Moderna, Salamanca,<br />
1983: M Concepción QUINTANILA RAso. ‘Estnserura y confederación de los bandos nobiliarios en Córdoba a fines dc la Edad<br />
Nlcdiat Colínque ‘Bandos et Querelles dvnasmiques en Espagne ó la fin du Moyen Áge’, Université de Paris, La Sorbonne.<br />
1987, editado dentro del colectivo Bandos y querellas pp. 157-184.<br />
“Marie Claude CERnEr, Les noblesses espagnoles .... op; cit; nota 8. pp. 199-200.<br />
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