27.04.2013 Views

abrir vol iii - iiiª parte - cap. x - Biblioteca Complutense - Universidad ...

abrir vol iii - iiiª parte - cap. x - Biblioteca Complutense - Universidad ...

abrir vol iii - iiiª parte - cap. x - Biblioteca Complutense - Universidad ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Asimismo, muchos de estos personajes ocupaban cargos importantes en el seno de la Administración,<br />

de la Corte o del Ejército. La alcaidía de fortalezas fue para ellos un instrumento más al servicio de<br />

sus aspiraciones, sobre todo durante un reinado como el de JUAN 11 en el que el enfrentamiento entre<br />

nobleza y monarquía y entre las mismas facciones nobiliarias alcanzó momentos muy álgidos. El<br />

control de algunos de los principales castillos del reino proporcionó a estos grandes nobles <strong>cap</strong>acidad<br />

militar y, sobre todo, la posibilidad de influir en determinados acontecimientos de vital importancia<br />

para la trayectoria histórica del reino castellano-leonés. No obstante, las razones que motivaron una<br />

mayor participación de la alta nobleza en el seno de la tenencia de fortalezas enlazan directamente con<br />

las circunstancias que rodearon los primeros años del reinado de JUAN II.<br />

A la muerte de ENRIQUE 111 el trono castellano quedaba en manos de un niño de apenas dos años<br />

de edad. La minoría se avecinaba larga. Dos personajes de primera talla se hicieron cargo de la<br />

regencia: la reina CATALINA DE LANCASTER y el infante DON FERNANDO, tío del rey. Entre ambos<br />

regentes se situaba el Consejo Real para arbitrar aquellos asuntos más espinosos. Sin embargo, la hábil<br />

política desplegada por el infante durante los primeros años del siglo XV fue la semilla que acabaría<br />

situando a la nobleza de nuevo en Jo más alto. DON FERNANDO había reanudado Ja guerra contra<br />

Granada con bastante éxito; asimismo, había dotado excepcionalmente a sus hijos en Castilla y había<br />

logrado anudar alianzas matrimoniales que a medio plazo les permitirían acceder a posiciones muy<br />

elevadas: el infante DON ALFoNSo le sucedió en el trono aragonés; el infante DON JUAN casó con la<br />

heredera navarra y llegó a ser rey de Navarra y luego de Aragón por muerte de su hermano sin<br />

sucesión, además, contaba con extensos dominios territoriales en Castilla; el infante DON ENRIQUE fue<br />

elevado al maestrazgo de Santiago y heredó de su madre importantes territorios en Extremadura y en<br />

otras zonas de Castilla; por último, el infante DON SANCHO llegó a ser maestre de Alcántara y DON<br />

PEDRO jugaría un importantísimo papel en la escena política castellana durante los años más críticos<br />

del enfrentamiento entre sus hermanos y el rey JUAN II de Castilla; las dos hijas: LEONOR y MARÍA<br />

casaron respectivamente con los reyes de Portugal y Castillt. A causa de este engrandecimiento la<br />

nobleza castellana reaccionó de inmediato confederándose en alianzas y amistades políticas de diversa<br />

suerte. La consecuencia más palpable de esta situación fue el regreso de la nobleza y, sobre todo, de<br />

la nueva alta nobleza a los puestos de responsabilidad política, primero a través del parentesco con<br />

la persona del rey y, posteriormente, mediante el ascenso que experimentaron los miembros de<br />

algunos linajes que a<strong>cap</strong>araron cargos y títulos de importancia. Este fenómeno se acentuó a partir del<br />

año 1430, fecha en la que Suárez Fernández sitúa el nacimiento de una nueva gran nobleza sin lazos<br />

1949.<br />

t0Un completo estudio sobre la figura de estos personajes en Eloy BENVIO RUANO, Los Infantes de Aragón, Zaragoza.<br />

1190

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!