José De Gregorio - Santiago Runners

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Momentos difíciles
¿Qué es lo más complejo que te ha
tocado enfrentar en estos años?
Ha sido bastante difícil, en realidad. Creo
que es una mezcla de cosas, se cruzan
dificultades en mi vida personal con
complicaciones deportivas. Como a los
11 ó 12 años, por ejemplo, se separaron
mis padres y comencé con problemas
en las rodillas, incluso me molestaban
para nadar. Fui a una serie de médicos y
ninguno supo decirme qué tenía, sólo
me aconsejaban poner hielo en la zona
afectada. El problema quedó ahí y nadie
le dio demasiada importancia.
¿Cómo superaste ese complejo
momento?
La verdad, es que el problema no terminó
ahí. El tiempo fue pasando y ya no era una
simple molestia, sino que ya tenía que
vendarme las rodillas para poder nadar.
Fue avanzando y me molestaba hasta para
caminar. Quedé inválida.
¿Qué decían los doctores?
Bueno, se complicaban bastante con el
tema pero tampoco sabían qué decirme.
Me recetaban antiinflamatorios pero
yo sabía que era algo muchísimo más
grave. Otros me dijeron que con el paso
del tiempo no iba a poder caminar, que
no tenía solución y que lo único que
podían recetarme eran regeneradores de
cartílago. Me pidieron que me olvidara de
correr.
Entonces, ¿cómo nos explicamos que
hoy estés entrenando?
Después las cosas mejoraron, conocí a
un médico, Roberto Yáñez, que estudió
el caso mucho tiempo y me operó.
Recuerdo haberle preguntado si después
de la operación podría volver a entrenar,
él sólo me respondió “no sé”. Todo salió
bien y me rehabilité, pero también hay
que tener en cuenta que entre que quedé
inválida, me operé y rehabilité, pasaron –
por lo menos – cuatro años.
Pasaste mucho tiempo sin entrenar…
Sí, mucho tiempo pero – la verdad – es
que nunca entrené duro. Hay que pensar
que mi problema comenzó a los 12 años
y terminó hace muy poco. La verdad, es
que mis entrenamientos siempre fueron
interrumpidos por este problema, nunca
pude dedicarme 100% al tema.
¿Cómo siguieron los entrenamientos?
Bueno, por supuesto que todo anduvo
mejor después de la operación. A los
dos meses corrí Viña con el grupo de
Cristián Bustos, quien me apoyó durante
la recuperación y todo lo que vino
después. Me apoyaron muchísimo e,
incluso, Roberto Yáñez me auspició con
varios asuntos que me complicaban. Hoy,
estoy entrenando con Antonio Postigo
para distancias olímpicas.
Pero esos malos momentos ya son parte
del pasado…
Sí, pero no fue lo único que enfrenté.
Después de la recuperación decidí
inscribirme en una carrera y tuve un
accidente. Mientras corría en Viña, un auto
se vino encima de un montón de ciclistas
y yo salí bastante lesionada de eso.
¿Cómo te recuperaste física y
psicológicamente?
Fue extraño porque, aunque tuve un
nuevo accidente, pensé en el tremendo
logro que había sido estar ahí. Sólo me
reí. Habían pasado muchas cosas para
que estuviera por fin en una carrera y, de
verdad, que sólo pude mirar ese momento
con alegría. Me estuve recuperando todo
el año y comencé a entrenar nuevamente.
Regresé con un tremendo triunfo en
Piedra Roja.
¿Qué vislumbras para tu futuro?
Lo primero que hay que tener claro,
es que yo elegí esto. Alguna vez me
prometí continuar sólo si los resultados
me acompañaban y así ha sido hasta el
minuto. Me he esforzado y he superado
una serie de obstáculos, pero me gusta lo
que hago, tengo confianza y estoy muy
agradecida de las personas con las que me
he cruzado. Por otro lado, me siento muy
orgullosa de haber construido un camino
después de tanta dificultad.d