SM112-Mora-Desde la filosofia.pdf - Repositorio UASB-Digital ...
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<strong>Desde</strong><strong>la</strong>filosofía<strong>la</strong>tinoamericanahaciaunproyectodescolonizador 65<br />
como consecuencia de lo anterior, pensar <strong>la</strong> historia teleológicamente, como<br />
una dirección de conjunto que recae sobre un agente histórico y que busca una<br />
reconciliación para lograr, implica asumir <strong>la</strong> misma lectura del discurso eurocéntrico.<br />
La perspectiva evolucionista, de mo vimiento y de cambio unilineal y<br />
unidireccional de <strong>la</strong> historia se erigió como patrón de poder en tanto forma de<br />
conocimiento, <strong>la</strong> colonialidad del saber (Qui jano y Mignolo), subalternizando<br />
otras historias, culturas locales, procesos de iden tidad; en definitiva el re<strong>la</strong>to de<br />
<strong>la</strong> historia bajo un eje temporal es el re<strong>la</strong>to del saber de modernidad europea que<br />
se erigió como un lugar de origen de <strong>la</strong> violencia.<br />
Narrar a «América Latina» como idea regu<strong>la</strong>tiva bajo <strong>la</strong> recepción kantiana<br />
es garantizar una identidad continental, una reconstrucción de humanización<br />
dialéctica del «sujeto <strong>la</strong>tinoamericano», en donde <strong>la</strong>s prácticas de los<br />
intelectuales y el ámbito de <strong>la</strong>s instituciones políticas modernas se convierten<br />
en lugares privilegiados de «liberación»; pero además garantizar esa homogeneidad<br />
debe ser posible a partir de un modo de representar al «sujeto de <strong>la</strong><br />
historia». El sujeto que para <strong>la</strong> narración filosófica <strong>la</strong>tinoamericana encarna a<br />
<strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses popu<strong>la</strong>res, a los oprimidos, a los pobres podría caer en una represen -<br />
tación estereotipada; es decir –de <strong>la</strong> mano de <strong>la</strong> argumentación del intelectual<br />
de origen indio Homi Bhabha– por un <strong>la</strong>do, se trataría de una forma fija, de -<br />
terminada de representación, pero a <strong>la</strong> vez negaría el juego de <strong>la</strong> diferencia<br />
(raciales, culturales, sexuales); de tal manera que, por otro <strong>la</strong>do, «constituye un<br />
problema para <strong>la</strong> representación del sujeto en re<strong>la</strong>ciones psíquicas y sociales»,<br />
de ahí viene el desorden. 86 De acuerdo al análisis de Bhabha respecto a los<br />
saberes modernos, el estereotipo funciona ambivalentemente; se trata de un<br />
mo do paradójico de representación: implica no sólo fijeza, sino también des -<br />
orden (Bhabha, 2002: 91). <strong>Desde</strong> esta perspectiva, se podría argumentar que<br />
<strong>la</strong> narrativa <strong>la</strong>tinoamericana impide <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>ción y <strong>la</strong> articu<strong>la</strong>ción del significante<br />
de «pueblo oprimido» como otra cosa.<br />
Quizá una postura diferente a <strong>la</strong> de Roig sea pensar en proyectos sí de<br />
liberación, pero necesariamente abiertos hacia conocimientos otros, saberes y<br />
ronil es de <strong>la</strong> opinión que <strong>la</strong>s nuevas formas de movilización, de resistencia y de movimiento<br />
están por supuesto profundamente involucradas en escenarios transnacionales, pero a su<br />
vez sus luchas específicas y distintas están dentro de contextos locales y regionales, de ahí<br />
<strong>la</strong> importancia de los espacios geopolíticos (Coronil, 2002: 7). David S<strong>la</strong>ter en el mismo sentido<br />
argumenta que actualmente no se puede evadir <strong>la</strong> espacialidad de <strong>la</strong>s nuevas formas de<br />
resistencia, en tanto los nuevos movimientos sociales desafían hoy el poder territorial del<br />
Estado y rec<strong>la</strong>man por una extensión espacial y profundización del proceso democrático<br />
(David S<strong>la</strong>ter, «Repensar <strong>la</strong> espacialidad de los movimientos sociales: Fronteras, cultura y<br />
política en <strong>la</strong> era global», en Arturo Escobar, Sonia Álvarez y Silvia Dagnino, edit., Política<br />
cultural y cultura política. Una nueva mirada sobre los movimientos sociales <strong>la</strong>tinoamericanos,<br />
Bogotá, Taurus. 2001, p. 411).<br />
86. Homi Bhabha, El lugar de <strong>la</strong> cultura, Buenos Aires, Manantial, 2002, p. 100.