realidades, verdades y peligros - Unidos Contra la Apostasía
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Mateo 12:27). Nuestra autoridad y lucha debe ser dirigida al príncipe de los demonios. Sobre este punto es<br />
bueno anotar lo siguiente: Satanás es un principado, un ángel de rango superior en re<strong>la</strong>ción a los otros<br />
ángeles que con él cayeron (Apo 12:9). Los ángeles no toman cuerpo, pues tienen poderes de<br />
personificación, así que estos no son iguales en categorías a los demonios, l<strong>la</strong>mados también “espíritus<br />
malignos” o “huestes de maldad”. Los demonios son los que poseen los cuerpos. Satanás no puede estar y<br />
contro<strong>la</strong>r a todo el mundo directamente, porque no es “Dios”, por lo tanto no es omnipresente, ni<br />
omnisciente. Cuando una persona era usada por <strong>la</strong>s fuerzas del mal (espíritus maligno) se hace referencia<br />
en <strong>la</strong> Biblia a Satanás; “Entonces Satanás entró en Judas, l<strong>la</strong>mado Iscariote, el cual era uno del número de<br />
los doce.” (Lucas 22:3) “Entonces él volviéndose, dijo a Pedro: –¡Quítate de de<strong>la</strong>nte de mí, Satanás! Me<br />
eres tropiezo, porque no piensas en <strong>la</strong>s cosas de Dios, sino en <strong>la</strong>s de los hombres.” (Mateo 16:23)<br />
¿Quiere decir que Satanás obraba directamente?. Cuando un gobernante envía a un embajador o autoridad<br />
en nombre, todo lo que este haga es bajo y con su poder. De <strong>la</strong> misma manera, todos los demonios o fuerza<br />
maligna que opere en <strong>la</strong>s vidas o territorios terrenales, son y actúan bajo órdenes del príncipe de este siglo,<br />
contra el cual hay que combatir. De igual forma nosotros no operamos por nosotros mismo, sino con el<br />
poder y en el nombre de Jesús. Así que, lo importante no es el nombre de los demonios, sino de su jefe,<br />
contra el cual es nuestra lucha, aquí en <strong>la</strong> tierra, y sobre el cual se nos ha dado “ toda potestad“.<br />
CAPITULO -XIX-<br />
¿CONVICCIONES O EMOCIONES?<br />
Somos seres emotivos en todos los aspectos, es imposible separar nuestras experiencias de nuestros<br />
sentimientos, los cuales se expresan por medio de <strong>la</strong>s emociones. En <strong>la</strong> Biblia encontramos hechos<br />
emotivos como producto de experiencias espirituales: Ana se expresaba con Dios en adoración y parecía<br />
estar ebria “Ana hab<strong>la</strong>ba en su corazón; sólo se movían sus <strong>la</strong>bios, pero no se oía su voz. Elí creyó que el<strong>la</strong><br />
estaba ebria. Y le preguntó Elí: –¿Hasta cuándo vas a estar ebria? ¡Aparta de ti el vino! Ana respondió y<br />
dijo: –No, señor mío; yo soy una mujer atribu<strong>la</strong>da de espíritu. No he bebido vino ni licor, sino que he<br />
derramado mi alma de<strong>la</strong>nte de Jehovah” (1 Sm 1:3-15). De igual forma en el Aposento Alto los discípulos<br />
experimentaron el Bautismo del Espíritu Santo y hubo tanto alboroto que dice <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra que:<br />
“…burlándose, decían: –Están llenos de vino nuevo” (Hechos 2:13). Cuando Pablo se despidió de los<br />
hermanos en Mileto estos dieron muestra de emociones y dice <strong>la</strong> escritura: “Cuando había dicho estas<br />
cosas, se puso de rodil<strong>la</strong>s y oró con todos ellos. Entonces hubo gran l<strong>la</strong>nto de todos. Se echaron sobre el<br />
cuello de Pablo y le besaban, <strong>la</strong>mentando sobre todo por <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra que había dicho que ya no volverían a<br />
ver su cara. Y le acompañaron al barco. (Hechos 20:36-38) Aquí habían sentimientos de dolor y tristeza,<br />
emociones.<br />
Vemos el extremo emotivo de <strong>la</strong> iglesia de Corinto, causa fundamental de muchos excesos, y Pablo<br />
para evitar estos, escribe dando pautas determinados en algunos aspectos. Por ejemplo, los dones<br />
espirituales eran causa de problemas, pero no por el don en sí, sino por <strong>la</strong> extralimitación emotiva que<br />
hacían de los mismos, llegando a haber cultos caóticos en donde todos hab<strong>la</strong>ban en lenguas, y entonces<br />
escribe para poner orden:<br />
“Así resulta que <strong>la</strong>s lenguas son señal, no para los creyentes, sino para los no creyentes; en cambio, <strong>la</strong><br />
profecía no es para los no creyentes, sino para los creyentes. De manera que, si toda <strong>la</strong> iglesia se reúne en<br />
un lugar y todos hab<strong>la</strong>n en lenguas, y entran indoctos o no creyentes, ¿no dirán que estáis locos? Pero si<br />
todos profetizan, y entra algún no creyente o indocto, por todos será convencido, por todos será<br />
examinado,” (1 Cor 14:22-24). Las emociones fluyen de muchas formas; en gozo, en lágrimas, en alboroto,<br />
en grito, en exaltación etc. Estas son naturales en todas <strong>la</strong>s facetas de diario vivir. El carecer de emociones<br />
cuando algo nos ocurre, sea bueno o malo, es síntoma de que no hay sentimientos, estamos drogados o<br />
somos muy fríos.<br />
Recuerdo que una vez (1969), cuando estaba en <strong>la</strong> iglesia bautista recién convertido, fui a ver a mi pastor<br />
para pedirle permiso para ir a un culto pentecostal, éste muy diplomáticamente me dijo que podía ir pero