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DESPLAZAMIENTO INTERNO FORZOSO EN COLOMBIA

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<strong>DESPLAZAMI<strong>EN</strong>TO</strong> <strong>INTERNO</strong> <strong>FORZOSO</strong> <strong>EN</strong> <strong>COLOMBIA</strong><br />

PRODUCCIÓN ACADÉMICA Y POLÍTICA PÚBLICA<br />

Ana Carolina Ramírez B. *<br />

El objetivo de este ensayo es hacer un balance general de la producción académica e<br />

institucional que se ha realizado en el país sobre diferentes dimensiones del problema del<br />

desplazamiento en Colombia. Inicialmente el documento aborda el debate político y<br />

jurídico alrededor de los principios rectores del desplazamiento, afirmando su<br />

obligatoriedad. En segundo lugar, se realiza un estado del arte sobre la producción teórica<br />

del fenómeno del desplazamiento forzado, teniendo como valor agregado una clasificación<br />

de los estudios según sus énfasis temáticos. En la última parte, se visualizan las propuestas<br />

y alternativas sobre políticas públicas que han realizado los estudios, para proyectar<br />

finalmente, los retos que tiene la investigación sobre esta problemática.<br />

La evolución del conflicto armado que vive el país, sus flujos y reflujos, su regionalización<br />

y la irrupción de nuevos intereses geopolíticos, ha acrecentado la problemática del<br />

desplazamiento forzado, que por sus características y dimensiones se ha convertido en un<br />

tema obligado en la producción académica e institucional del país.<br />

El desplazamiento actual como fenómeno sociológico, humanitario y tema de interés para<br />

los medios de comunicación, a penas se visibiliza a mediados de los años noventas a raíz de<br />

la primera misión de observación a Colombia del Representante del Secretario General de<br />

las Naciones Unidas para los Desplazamientos Internos. Desde entonces se empieza a<br />

hablar que por su magnitud y sus efectos desestructurantes, el desplazamiento forzado<br />

constituye una verdadera catástrofe humanitaria.<br />

El desplazamiento fractura el tejido social, genera cambios en la estructura social y<br />

productiva del país, fragmenta el territorio, cambia los conceptos de ruralidad y ciudadanía,<br />

atomiza a las comunidades y crea un nuevo tipo de individuos que luchan por su<br />

supervivencia particular, sin ser incluidos en los proyectos de nación. Todos estos cambios<br />

dramáticos para la sociedad colombiana son suficiente razón para explicar la prolija<br />

producción de ensayos, ponencias, talleres, libros y eventos que tratan temas relacionados<br />

con el desplazamiento. Sobre esta producción intelectual y básicamente sobre los estudios<br />

de mayor difusión, se elabora este mapa conceptual y bibliográfico.<br />

2. La discusión básica internacional sobre el tema<br />

El fenómeno del desplazamiento forzado de población a causa de conflictos armados o<br />

catástrofes naturales fue contemplado hasta hace poco por la doctrina internacional. El<br />

vacío jurídico sobre el tema se evidenció a penas a principios de los años noventas cuando<br />

*<br />

Estudiante de Economía, Universidad Nacional de Colombia. Documento corregido y complementado por<br />

Angel Libardo Herreño Hernández.<br />

1


al interior de las Naciones Unidas surgió la inquietud de que en los desarrollos doctrinarios<br />

respecto a otros fenómemos de movilidad humana como el refugio, el derecho de asilo o en<br />

el estatuto de los trabajadores migrantes, no se encontraban las bases adecuadas para<br />

regular y prestar protección a las personas afectadas por el desplazamiento forzoso dentro<br />

de un territorio nacional. La Comisión de Derechos Humanos solicitó al Secretario General<br />

de las Naciones Unidas el nombramiento de un representante especial para estudiar las<br />

causas y consecuencias de los desplazamientos internos (1992), establecer el estatuto<br />

jurídico de las personas internamente desplazadas, el grado de protección derivado de los<br />

marcos institucionales existentes y la forma de mejorar su protección y asistencia, incluso a<br />

través del diálogo con los gobiernos y otros órganos competentes.<br />

El esfuerzo por encontrar un marco normativo e institucional apropiado para la protección<br />

de los derechos de las personas desplazadas se concretó en parte con la presentación en<br />

1998 de los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos 1 , realizada por el Señor<br />

Francis Deng, a la Comision en su 54 período de sesiones.<br />

“Los Principios Rectores tienen por objeto tratar las necesidades específicas de los<br />

desplazados internos de todo el mundo, determinando los derechos y garantías necesarios<br />

para su protección. Los Principios reflejan y no contradicen la normativa internacional de<br />

derechos humanos y el derecho humanitario internacional. Reafirman las normas aplicables<br />

a los desplazados internos, que se encuentran sumamente dispersas en los instrumentos<br />

existentes, esclarecen las ambigüedades que puedan existir y tratan de colmar las lagunas<br />

identificadas en la compilación y análisis. Se aplican a las diferentes fases de los<br />

desplazamientos, ya que conceden protección contra los desplazamientos arbitrarios,<br />

proporcionan acceso a la protección y asistencia durante los desplazamientos y garantías<br />

durante el regreso o el asentamiento y la reintegración sustitutorios” 2 .<br />

Las dificultades de tipo formal que conllevan la elaboración de un tratado o declaración de<br />

la ONU, entre las cuales pueden mencionarse, por ejemplo, la necesidad de convenir con<br />

los Estados el contenido del convenio y la condición de que el instrumento debe ser<br />

ratificado por un número mínimo de Estados para su entrada en vigencia, llevó a que el<br />

Representante Deng optara por presentar los Principios Rectores como la sistematización<br />

de un conjunto de normas contenidas en diversos instrumentos del derecho internacional<br />

de los derechos humanos, del derecho internacional humanitario y del derecho de<br />

refugiados, aplicables por analogía a la situación de las personas en situación de<br />

desplazamiento forzado, con lo cual los Estados quedarían prácticamente comprometidos<br />

con su aplicación.<br />

1 Naciones Unidas. Consejo Económico y Social. Principios Rectores de los Desplazamiento Internos. Distr.<br />

G<strong>EN</strong>ERAL E/CN.4/1998/53/Add.2 11 de febrero de 1998.<br />

2 Ibid, p. 3.<br />

2


Los Principios tienen una genealogía relacionada con los principales instrumentos de<br />

Derechos Humanos y del Derecho Humanitario 3 . Incorporan preceptos contenidos entre<br />

otros documentos, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en el Pacto<br />

Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; en el Pacto Internacional de<br />

Derechos Civiles y Políticos, en el Estatuto de Refugiados; en la Convención contra la<br />

Discriminación Racial; en la Convención contra la Eliminación de todas las Formas de<br />

Discriminación contra la Mujer; en el Convenio 169 de la OIT; en los Cuatro Convenios de<br />

Ginebra y en sus Protocolos Adicionales.<br />

Este carácter de documento sistematizador de normas incorporadas en el derecho<br />

internacional, le permitió a la Corte Constitucional señalar que a pesar de que los Principios<br />

Rectores no fueron aprobados mediante un tratado internacional, al ser el reflejo de lo<br />

establecido en diversos tratados internacionales de derechos humanos ratificados por el<br />

Estado colombiano, deben ser tenidos como pautas que los poderes públicos deben seguir<br />

en el diseño e interpretación de las políticas que se desarrollen para atender la problemática<br />

del desplazamiento forzado, más cuando tales principios adoptan preceptos que reiteran<br />

normas ya incluidas en tratados internacionales de derechos humanos y del derecho<br />

internacional humanitario aprobados por Colombia y que gozan de rango constitucional,<br />

como lo señala el artículo 93 de la Constitución (Sentencia SU-1150/00 con ponencia del<br />

Eduardo Cifuentes Muñoz).<br />

Un argumento que ha sido utilizado en el debate jurídico para defender el carácter<br />

vinculatorio que tienen los Principios Deng para los Estados, así éstos no se hayan<br />

formalizado mediante la figura de un tratado internacional, es que tales Principios Rectores<br />

por contener normas ya ratificadas a través de otros instrumentos de derechos humanos y<br />

del derecho humanitario son de obligatorio cumplimiento para los Estados por serles<br />

aplicables también los principios básicos del derecho internacional público que tienen que<br />

ver con el cumplimiento de los tratados como el principio de la buena fe o pacta sunt<br />

servanda y aquellos derivados de las normas humanitarias que protegen a la población civil<br />

distinguiéndola de los combatientes en conflictos armados internos.<br />

El principio de buena fe en el cumplimiento de los deberes contraídos por los Estados al<br />

firmar pactos o tratados internacionales (Carta ONU art. 2 párr. 2; Convención de Viena<br />

art. 26), busca asegurar la seriedad y la observancia de cada una de las obligaciones<br />

libremente aceptadas por los Estados evitando el engaño y la simulación en las relaciones<br />

internacionales. Las obligaciones que impone este principio a los Estados, no sólo se<br />

refieren a aquellos deberes incorporados de manera explícita en los instrumentos pactados,<br />

sino además los deberes que se derivan de los mecanismos de seguimiento de los pactos,<br />

entre ellos, los impuestos por instancias convencionales y extraconvencionales de las<br />

Naciones Unidas o de los sistemas regionales.<br />

3 Un análisis de la genealogía de los Principios Rectores y del debate sobre su obligatoriedad puede<br />

consultarse en la ponencia presentada por el Programa de Derechos Humanos del Instituto Latinoamericano<br />

de Servicios Legales Alternativos –ILSA- en el lanzamiento de la “Guía para la Aplicación de los Principios<br />

Rectores de los Desplazamientos Internos” (Julio, 2002) preparada por ONU, OCHA y The Brookings<br />

Institution, titulada “Validez de los Principios Deng sobre Desplazamiento Forzado en el ordenamiento<br />

jurídico colombiano”. Bogotá, diciembre de 2002. www.ilsa.org.co<br />

3


Se consideran obligaciones de tipo convencional aquellas proferidas, por ejemplo, por los<br />

comités de monitoreo de los pactos, que profieren recomendaciones a los Estados para<br />

avanzar en el cumplimiento de los compromisos adquiridos. Entre los deberes surgidos de<br />

mecanismos extraconvencionales pueden anotarse las recomendaciones o resoluciones<br />

profereridas por diferentes intancias y organismos adoptados por el sistema universal o por<br />

los sistemas regionales de derechos humanos, como por ejemplo, por la Oficina del Alto<br />

Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, por las comisiones temáticas, agencias<br />

especializadas, relatores especiales o misiones de expertos.<br />

Las obligaciones derivadas de mecanismos extraconvencionales son igualmente vinculantes<br />

para los Estados por aplicación del principio pacta sunt servanda. El Principio pacta sunt<br />

servanda (Carta ONU, Preámbulo; Convención de Viena, art 26; Carta OEA, art. 17),<br />

procura que los Estados cumplan los tratados tal y como los convinieron, lo que indica que<br />

el contenido de lo pactado resulta superior a la voluntad de los contratantes. Los Estados<br />

tienen la obligación jurídica de respetar no sólo la letra, sino el espíritu de los tratados<br />

internacionales, absteniéndose de ejecutar actos que desvirtúen su genuino sentido o que<br />

contraríen lo pactado, por lo cual el legislador no puede introducir modificaciones ni<br />

derogaciones a los tratados internacionales. En consecuencia, si una norma de un tratado<br />

legalmente convenido por un Estado, se encuentra recogida por los Principios Rectores de<br />

los Desplazamientos Internos, no podría un Estado disculparse válidamente de cumplirla<br />

por que éstos no constituyen un instrumento legal ratificado.<br />

Los mecanismos extraconvencionales son considerados un desarrollo lógico y natural de<br />

los de tratados de derechos humanos acogidos por la comunidad internacional, se busca<br />

asegurar igualmente la plena vigencia de los instrumentos convenidos y el cumplimiento de<br />

las obligaciones contraidas. Siendo los Principios Rectores el resultado de la adopción por<br />

parte de las Naciones Unidas de un mecanismo extraconvencional como es el<br />

nombramiento de un Representante Especial para los Desplazamientos Internos, en este<br />

sentido, debe considerárseles de obligatorio cumplimiento para los Estados. Lo mismo<br />

puede decirse de las recomendaciones para la atención de las personas víctimas del<br />

fenómeno del desplazamiento forzado, formuladas durante las misiones de seguimiento<br />

realizadas por este Representante del Secretario General de la ONU 4 .<br />

Para algunos doctrinantes del derecho internacional público, fuentes jurídicas como las<br />

resoluciones o las recomendaciones de tipo extraconvencional no pueden percibirse como<br />

simples deseos políticos para que los Estados evalúen su cumplimiento, se trata de<br />

verdaderas obligaciones exigibles en el orden internacional. No obstante, por no poseer la<br />

forma de reglamentos jurídicos positivos, en la realidad su eficacia se torna muy debil dado<br />

que finalmente terminan dependiendo de la voluntad expresada por las contrapartes para<br />

que produzcan los efectos jurídicos que persiguen 5 .<br />

En el marco de la ONU se presentó una evolución fundamental sobre la obligatoriedad<br />

concedida a las recomendaciones y resoluciones proferidas por diferentes instancias de la<br />

Organización. Originalmente se consideró que estos pronunciamientos no eran obligatorios<br />

4 E/CN.4/1995/50/Add.1; E/CN.4/2000/83/Add.1<br />

5 MONROY, Cabra Marco Gerardo. Derecho Internacional Público. Temis. Bogotá, 1995, p. 51.<br />

4


para los Estados y se los concebía sólo como sanciones puramente políticas o morales, a<br />

excepción de aquellas recomendaciones provenientes del Consejo de Seguridad, revestidas<br />

de fuerza jurídica por mandato del artículo 25 de la Carta de las Naciones Unidas. Sin<br />

embargo, la Asamblea General determinó que algunas recomendaciones relacionadas con la<br />

práctica del apartheid no eran consejos de buena voluntad para los Estados si no mandatos<br />

imperativos que debían cumplirse puesto que su propósito era superar situaciones que<br />

violaban los reglamentos positivos de la ONU. Esta interpretación fue acogida por analogía<br />

para hacer exigibles recomendaciones atinentes a otros asuntos y propósitos que inspiran el<br />

mandato de las Naciones Unidas y, en la misma lógica, puede servir para argumentar a<br />

favor de los Principios Rectores y de las recomendaciones que se hagan para la protección<br />

de las personas desplazadas en cualquier país.<br />

De otro lado, la vinculatoriedad que tienen los Principios Deng derivada del Derecho<br />

Internacional Humanitario se explica porque tal normativa recoge principios jurídicos<br />

esenciales positivizados en los 4 Convenios de Ginebra de 1949 y en sus Protocolos<br />

Adicionales, todos ellos suscritos y ratificados por Colombia 6 .<br />

Entre los principios humanitarios aplicables al desplazamiento forzado, como quiera que éste<br />

se define como resultado particular de un conflicto armado interno, de situaciones de violencia<br />

generalizada o de violaciones masivas a los derechos humanos, pueden señalarse: el principio<br />

ius cogens derivado de prácticas consuetudinarias que no admiten acuerdo en contrario por<br />

parte de los Estados 7 ; el principio de no reciprocidad; el principio de distinción entre<br />

combatiente y no combatiente y entre objetivo militar y objetivo no militar; el principio de<br />

limitación de las partes en conflicto para elegir métodos y medios de guerra; el principio de<br />

neutralidad de la asistencia humanitaria; el principio de normalidad de la vida de la población<br />

civil en lo máximo posible en el marco de un conflicto armado; el principio de protección por<br />

parte del Estado de las personas que habitan en su territorio; el principio de los derechos<br />

humanos, según el cual las exigencias militares y el mantenimiento del orden público serán<br />

siempre ser compatibles con la dignidad persona humana, entre otros.<br />

3. Desarrollo académico sobre el tema del desplazamiento interno en Colombia<br />

A partir de la primera misión de seguimiento realizada al país por el Representante del<br />

Secretario General para los Desplazamientos Internos, Señor Francis Deng, en 1994 y de la<br />

6 Ley 5 de 1960 por la cual se aprobaron los cuatro Convenios de Ginebra de 1949; Ley 11 de 1992, que<br />

aprueba el Protocolo I Adicional a los Convenios de Ginebra relativo a la protección de las víctimas de los<br />

tratados internacionales; Ley 171 de 1994, por la cual se aprueba el Protocolo II Adicional a los Convenios de<br />

Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin<br />

carácter internacional.<br />

7 La Corte Constitucional al respecto expresó: "(...) su fuerza vinculante (del DIH), proviene de la universal<br />

aceptación y reconocimiento que la comunidad internacional de estados en su conjunto le ha dado al adherir a<br />

esa axiología y al considerar que no admite norma o práctica en contrario. No de su eventual codificación<br />

como norma de derecho internacional… De ahí que su respeto sea independiente de la ratificación o adhesión<br />

que hayan prestado o dejado de prestar los Estados a los instrumentos internacionales que recogen dichos<br />

principios. El Derecho Internacional Humanitario es, ante todo, un catálogo axiológico cuya validez absoluta<br />

y universal no depende de su consagración en el ordenamiento jurídico". Corte Constitucional. Sentencia<br />

N.TI-574/92, 28 de oct. de 1992. M.P. Ciro Angarita.<br />

5


acusiosa labor de un grupo de instituciones no gubernamentales, académicas y humanitarias<br />

para lograr la visibilización de la problemática del desplazamiento forzado interno a causa<br />

del conflicto armado, surge un creciente interés en el medio académico de las ciencias<br />

humanas y sociales para abordar el análisis de este fenómeno desde variados enfoques<br />

conceptuales y metodologías de investigación.<br />

Aunque somos concientes de que toda elaboración de tipologías que busquen clasificar los<br />

estudios sobre un fenómeno social es problemática por su incompletud y por la inevitable<br />

carga de subjetividad con que el intérprete encuadra los análisis en una matriz predefinida,<br />

nos permitiremos presentar la producción académica sobre el tema del desplazamiento<br />

forzado en Colombia, a través de una clasificación -no taxativa- que sólo tiene la pretensión<br />

de armar un mapa conceptual preliminar sobre el estado del arte en la materia que nos<br />

ocupa.<br />

Antes de abordar la descripción de la producción académica, creemos conveniente hacer<br />

algunas observaciones previas. Primero, los artículos, obras y análisis que se comentarán en<br />

adelante no sólo son autoría de académicos, académicas o investigadores asociados a<br />

centros de educación superior, se recogen también en esta sistematización, la producción de<br />

investigadores de instituciones públicas, de consultores independientes, de organizaciones<br />

sociales y no gubernamentales que han aportado a la comprensión de la problemática del<br />

desplazamiento, por lo mismo, debe entenderse la acepción “producción académica” en el<br />

más amplio sentido posible. Segundo, para facilitar la aproximación a la amplia producción<br />

teórica existente sobre el fenómeno del desplazamiento, hemos clasificado los artículos,<br />

obras y análisis según el énfasis temático en que se centran y no en los enfoques ni en las<br />

metodologías con base en los cuales se escribieron. Tercero, este mapa conceptual está<br />

abierto a complementaciones y ajustes pues aunque se hace el esfuerzo de incluir los<br />

estudios de mayor divulgación en materia de desplazamiento, la verdad es que la<br />

producción teórica se ha vuelto tan abundante que seguramente no conocemos u omitimos<br />

estudios que deberían necesariamente reseñarse.<br />

3.1. Estudios sobre desplazamiento interno de tipo analítico-estructural centrados en<br />

el conflicto armado y en el conflicto agrario 8<br />

Dada la íntima relación entre el desplazamiento y el conflicto armado interno, los analistas<br />

no dudan en situar este último como una causa determinante de las continuas migraciones<br />

que presenta la población rural. La amplia trayectoria en los estudios sobre las violencias<br />

sociopolíticas en Colombia, ha facilitado que el tema del desplazamiento haya sido<br />

asumido por importantes analistas tanto desde un punto de vista general del conflicto<br />

armado como en estudios que tienden a la comprensión regional de las dinámicas de la<br />

guerra y de sus efectos estructurales.<br />

En el primer tipo de estudios, es decir, en aquellos que asumen la guerra en términos<br />

genéricos como la causa exclusiva del desplazamiento, se encuentran ciertas explicaciones<br />

8 No separamos aquí los estudios centrados en el conflicto armado de aquellos centrados en el conflicto<br />

agrario porque ambos conflictos se encuentran estrechamente relacionados, pudiéndose afirmar que uno es<br />

causa y consecuencia del otro.<br />

6


de la migración forzada en éstos términos: el desplazamiento se deriva de las relaciones<br />

directas que desarrollan las personas civiles con los actores armados, ya sea siendo activos<br />

potenciales para los ejércitos, actuando como informantes, colaboradores o siendo<br />

simplemente habitantes en territorios de tradicional control de algún grupo armado, lo que<br />

hace que la irrupción de un nuevo actor del conflicto genere desplazamiento pues los civiles<br />

deben huir tratando de salvar su vida; por otro lado, la huída se puede originar por la<br />

necesidad de los civiles de buscar nuevas condiciones de vida y bienestar en sitios libres del<br />

terror y del hostigamiento que se experimentan en las zonas de conflicto. 9 Estos análisis,<br />

aunque no son reduccionistas, dejan de lado otras posibles causas y el carácter complejo del<br />

fenómeno del desplazamiento.<br />

Los aportes teóricos que tienden a la regionalización son muy importantes porque permiten<br />

identificar matices tanto del fenómeno del desplazamiento como del conflicto armado, que<br />

se desarrolla en múltiples espacios y en tiempos paralelos 10 . Teniendo en cuenta que la<br />

guerra posee una gran dinámica de cambio, la regionalización ayuda a encontrar<br />

percepciones menos lineales de aquellas que atribuyen el desplazamiento como una<br />

consecuencia exclusiva del conflicto, para analizar otras causas relacionadas con las<br />

estructuras socio-económicas de cada lugar, la presencia de capitales de distinto origen, las<br />

estructuras de poder históricamente consolidadas o en proceso de consolidación y sus<br />

factores asociados, entre ellos la tenencia de la tierra.<br />

En estos análisis más detallados surgen hipótesis como aquella que sostiene que el<br />

despazamiento es una estrategia de intereses privados, relacionados muchas veces con la<br />

geopolítica, ajustados al manejo del territorio y de la población que habita en regiones<br />

geográficas determinadas. El control estratégico ejercido sobre ciertos zonas por los actores<br />

armados y la consecuente expulsión de sus territorios de comunidades indígenas,<br />

afrocolombianas 11 y campesinas, se explica o bien por ser corredores de tránsito, zonas de<br />

9 Ver: Rojas, Jorge E. (1998), “Violencia y desplazamiento interno: el drama continúa” en Revista Foro N° 34<br />

Junio de 1998; recopilación de boletines CODHES-UNICEF (1999), Un país que huye: desplazamiento y<br />

violencia en una nación fragmentada. Bogotá, 1999; Revista Éxodo (1996-2001), Boletín sobre<br />

desplazamiento interno en Colombia. También Reyes, Posada Alejandro. “Violencia y desplazamiento<br />

forzoso en Colombia”. IEPRI. Universidad Nacional de Colombia, 1993. Vargas, Alejo. Conflicto armado<br />

interno y desplazamiento forzado. Ponencia presentada en el Seminario Desplazamiento Forzado y Conflicto<br />

Social en Colombia. Universidad Nacional. Bogotá, 1997.<br />

10 Alejandro Reyes Posada ha problematizado el tema de la tenencia de la tierra y el desplazamiento forzado,<br />

para lo cual ha regionalizado sus estudios e incorporado un trabajo de cartografía para detectar las relaciones<br />

entre desplazamiento y concentración de la propiedad rural. En: “Territorios, regiones y sociedades”. IEPRI.<br />

Bogotá, 1994; Reyes, Alejandro. “Compra de tierras por narcotraficantes”. En: Thoumi, F.; Uribe, S.; Rocha,<br />

R. Drogas Ilícitas en Colombia, su impacto económico, político y social. Bogotá. PNUD. Ministerio de<br />

Justicia y del Derecho. Dirección Nacional de Estupefacientes. 1997.<br />

11 AFRODES. Afrodesplazados: “Forjamos la Esperanza”. Publicaciones ILSA. Bogotá, junio de 2001. Estas<br />

memorias del Primer Encuentro Nacional de Afrocolombianos Desplazados hacen un análisis de las causas de<br />

expulsión de comunidades afrocolombianas en diferentes zonas del país, asociando este desplazamiento con<br />

el control territorial por parte de los actores armados de zonas estatégicas para las acciones militares y por ser<br />

territorios donde se proyectan importantes megaproyectos de desarrollo.<br />

7


etaguardia o avanzada de los grupos armados o por poseer recursos naturales<br />

(biodiversidad, agua dulce, yacimientos de hidrocarburos, carbón, gas natural, oro, platino<br />

o cultivos de uso ilícito) cuyo control es definitivo en un escenario de guerra.<br />

Sin abandonar el conflicto armado como marco en el que se desatan diversas situaciones de<br />

desplazamiento forzoso, existen autores que pretenden extraer variables que sean<br />

determinantes dentro de la complejidad de la guerra. Es así como se plantean posiciones<br />

que sitúan los intereses en términos de geopolítica y manejo del territorio, teniendo como<br />

base conceptual la correlación presente entre territorio y poder. Se habla de la valorización<br />

de la tierra al llegar megaproyectos, explotaciones petrolíferas o en áreas ricas en recursos<br />

no renovables, emergencia de zonas de cultivos ilícitos, entre otros.<br />

Dentro de esta literatura se relacionan las estructuras socio-económicas de los municipios<br />

expulsores con los receptores. Las variables de los distintos análisis que convergen son:<br />

número de ataques y masacres, producción local de regalías, nivel de activismo político y<br />

social. La conclusión es clara en que los municipios expulsores de población aunque<br />

obtienen cuantiosas regalías petroleras, poseen los índices más altos de pobreza y que los<br />

municipios receptores se caracterizan por condiciones de alto nivel de activismo político<br />

resaltando que si bien se pierde en términos de capital social, se progresa en términos de<br />

cultura política. 12<br />

Además de este tipo de estudios, existen los que se enfocan en la propiedad de la tierra y<br />

todas las relaciones socio-políticas que se generan alrededor de ésta.<br />

A saber, los analistas procuran la pertinencia de la coyuntura pero también el recorrido<br />

histórico del latifundio y la correlación de fuerzas emergida de allí 13 , describiendo así la<br />

dinámica que caracteriza a la propiedad territorial contrastada con los desplazamientos<br />

forzados, incorporando la expropiación de áreas colonizadas mediante la explotación<br />

maderera, siembra de pan coger, y pequeña ganadería, para establecer en ellos ganadería<br />

extensiva y, eventualmente, siembra de pastos y agricultura mecanizada.<br />

Se reconoce la importancia que resulta de estos procesos de migración en la medida en que<br />

se amplía la frontera agraria, la colonización aumenta desmesuradamente y el uso de la<br />

tierra cambia, así como la comercialización de sus bienes o cultivos, etc. Sin embargo,<br />

finalmente no cambian las estructuras de acceso y tenencia de la propiedad, erradicándose<br />

la vieja figura del terrateniente y la pequeña burguesía agraria apegada a la propiedad y<br />

recelosa del capital, no por la esencia de su valorización sino por los excesos de este en su<br />

12 Dentro de la literatura con este análisis se resaltan los trabajos de: Pérez, Luis Eduardo. “Desplazamiento<br />

forzado en Colombia, 1995-1999: Una aproximación empírica a las relaciones entre desplazamiento, conflicto<br />

armado y desarrollo”. Tesis de grado de maestría en Economía, Universidad Nacional de Colombia. 2001.<br />

Fernando Medellín. “Los desafíos de la política de reasentamiento”, en: Reasentamiento en Colombia. Red de<br />

Solidaridad Social-ACNUR. Tercer Mundo Editores. Bogotá, 2000.<br />

13<br />

Fajardo, Montaña Dario. Tierra, poder político y reformas agraria y rural. Cuadernos Tierra y Justicia No.<br />

1. ILSA. Bogotá, agosto de 2002.<br />

8


proclividad a la competencia desigual y a la concentración de la riqueza 14 , para dar paso a<br />

actores, casi siempre armados, con intereses económicos y políticos actuando a favor de<br />

multinacionales, grupos económicos poderosos o de su propio proyecto de poderío<br />

regional.<br />

Se habla, entonces, de “relatifundización regresiva”, “contrarreforma agraria” 15 y<br />

“colonización armada”, todas estas inscritas dentro de la crisis rural, atadas por la<br />

ampliación de la frontera agraria representada en un proceso de recomposición violenta de<br />

la tierra que subyace al conflicto armado y planteando la expulsión y exclusión masiva de<br />

cada vez más colombianos.<br />

Infiriendo el cambio de actores más no de relaciones de poder y dominación sobre la<br />

población rural que se ejerce desde hace ya bastantes décadas, este enfoque encuentra una<br />

de las raíces del problema dentro de la tenencia y usufructo de la tierra, pero más allá de<br />

esto, dentro del acceso a la propiedad 16 .<br />

En otra perspectiva se plantea que la solución al problema de los desplazamientos violentos<br />

pasa por asumir una nueva concepción de la ruralidad en el país, que se fundamente más en<br />

conceptos amplios de desarrollo rural, trabajo y políticas de mejoramiento de la calidad de<br />

vida que en los tradicionales conceptos de reforma agraria redistributiva, frente a la cual<br />

existen pocos resultados positivos; propuestas de reforma rural y desarrollo territorial son<br />

más acordes con la solución al problema de la expulsión violenta de los campesinos,<br />

aunque requieren necesariamente la decisión política para erradicar los factores de<br />

violencia y de la guerra 17 .<br />

14 Ramírez Tobón, William. “Colonización armada, poder local y territorialización privada” en: Exodo,<br />

patrimonio e identidad. Cátedra Anual de Historia Ernesto Restrepo Tirado. Museo Nacional de Colombia.<br />

Bogotá, 2001.<br />

15 Mondragón, Báez Héctor H. “Lo que Colombia necesita. Estudio que dundamenta una estrategia alternativa<br />

al Plan Colombia. Bogotá, abril de 2000. Esta noción de “contrareforma agraria” también ha sido utilizada en<br />

los informes de Naciones Unidas sobre desplzamiento forzado en Colombia: E/CN.4/2000/83/Add.1 párr. 23;<br />

E/CN4/1998/16, párr. 98. Lo mismo puede encontrase en: Osorio, Flor Edilma; Lozano, Fabio. “Horizontes<br />

de comprensión y acción sobre el desplazamiento de población rural en Colombia (1995-1997)”. Boletín<br />

CODHES Informa. No. 22. Bogotá, diciembre 18 de 1998; en Rojas, Jorge. Ponencia: “Desplazados: lógicas<br />

de guerra incertidumberes de paz”, presentada en el Seminario Internacional Conflicto, Paz y Desarrollo<br />

convocado por CODHES en mayo de 2000.<br />

16 Ver: Fajardo, Darío. “Los circuitos de los desplazamientos forzados en Colombia” en: Exodo, patrimonio e<br />

identidad. Cátedra Anual de Historia Ernesto Restrepo Tirado. Museo Nacional de Colombia. Bogotá, 200;<br />

Ramírez Tobón, William. “Colonización armada, poder local y territorialización privada” en: Exodo,<br />

patrimonio e identidad. Cátedra Anual de Historia Ernesto Restrepo Tirado. Museo Nacional de Colombia.<br />

Bogotá, 2001.; Fabio Lozano y Flor Edilma Osorio, Horizontes de comprensión del desplazamiento en<br />

Colombia” en: Un país que huye: desplazamiento y violencia en una nación fragmentada. CODHES-<br />

UNICEF. 1999<br />

17 En este sentido ver la propuesta de Absalón Machado en la ponencia: “Reforma agraria, desarrollo rural y<br />

desplazados”, presentada en el Seminario Internacional Conflicto, Paz y Desarrollo convocado por CODHES<br />

en mayo de 2000.<br />

9


Un buen espectro de los análisis que se ocupan del desplazamiento y la crisis en el campo,<br />

lo ocupan aquellos estudios que buscan explicar las relaciones entre la guerra, el problema<br />

de los cultivos de uso ilícito y la expulsión forzada de colonos y campesinos. La<br />

comprensión de estas dinámicas del conflicto interno, generalmente se hace en el marco de<br />

aplicación de políticas internacionales de persecución al narcotráfico y en particular en<br />

desarrollo del Plan Colombia.<br />

En el contexto del conflicto armado las actividades ligadas al narcotráfico, entre ellas los<br />

cultivos de uso ilícito, se perciben por el Estado con una doble connotación, por un lado, de<br />

ellas depende la financiación de los actores armados ilegítimos (antes sólo se atribuía el<br />

usufructo a la guerrilla) y, segundo, la fuerza de los grupos alzados en armas se deriva de la<br />

intermediación que hacen del capital del narcotráfico que les permite el control de las zonas<br />

cultivo, por lo cual el tratamiento que se considera más adecuado es de tipo militar,<br />

incluyendo las fumigaciones de las áreas de cultivo y la criminalización de los pequeños<br />

productores.<br />

La lucha antinarcóticos planteada en estos términos provoca efectos perversos Uno es que<br />

estimula una degradación y escalamiento del conflicto armado pues las exigencias de la<br />

guerra llevan a los diversos actores armados a ejercer estrategias de control territorial, en<br />

las cuales se termina sacrificando a las comunidades puestas a merced de caudillos<br />

militares que menosprecian a los civiles no combatientes; dos, se producen daños<br />

ambientales irreparables que ponen en peligro la seguridad alimentaria y la salud de<br />

colonos y campesinos afectados por la fumigaciones indiscriminadas y, tres, se modifica el<br />

mapa de la guerra con la movilidad, mudanza y extensión geográfica que alcanzan los<br />

cultivos 18 .<br />

3.2. Estudios sobre desplazamiento interno de tipo descriptivo-estructural centrados<br />

en las implicaciones socio-económicas<br />

Este análisis se centra en los efectos que pueden tener las dinámicas del desplazamiento<br />

dentro de toda la población 19 , a nivel de prestación de servicios públicos domiciliarios,<br />

18 Reyes, Alejandro. “Compra de tierras por narcotraficantes”. En: Thoumi, F.; Uribe, S.; Rocha, R. Drogas<br />

ilícitas en Colombia, su impacto económico, político y social. Bogotá. PNUD. Ministerio de Justicia y del<br />

Derecho. Dirección Nacional de Estupefacientes. 1997. Vargas, Meza Ricardo. Ponencia: “Cultivos ilícitos,<br />

políticas antidrogas y procesos de paz en Colombia”, presentada en el Seminario Internacional Conflicto, Paz<br />

y Desarrollo convocado por CODHES en mayo de 2000. También García, Vargas Mary; Mejía, García Nubia.<br />

Impacto de la fumigaciones áreas. En: Estrada, Jairo (Editor). Ensayos Criticos Plan Colombia. Universidad<br />

Nacional de Colombia. Bogotá, 2001; González, Posso Darío. Artículo “Armas químicas y biológicas en el<br />

Plan Colombia: interrogantes sobre la estrategia antinarcóticos”. Revista II Seminario Internacional de Planeta<br />

Paz y III Encuentro Nacional de Mesas Ciudadanas de INDEPAZ. Documentos No.11. Bogotá, 2002.<br />

19 Son ejemplos de este estilo de análisis: Pérez , Casas Luis Guillermo Los campesinos, distribución y<br />

utilización de la tierra en Colombia, violencia y desplazamiento forzado KO’AGA ROÑE’ETA se.vii (1996);<br />

compilación de boletines CODHES-UNICEF (1999), Un país que huye: desplazamiento y violencia en una<br />

nación fragmentada Bogotá, 1999; Ferro, Molina Juan Guillermo (Universidad Javerina): “Reflexiones en<br />

torno al caso colombiano”. Comentaruios a la ponencia de Jean Daudelin: Land and violence in post-conflict<br />

10


salud, educación, empleo y datos demográficos en cuestión de edad y género. Se acierta<br />

que la población desplazada genera o acentúa problemas de orden económico y social como<br />

el desempleo en las pequeñas y medianas ciudades, y las tendencias en vivienda (formas<br />

precarias de albergue) y participación local movimientos que se generan dentro de las<br />

comunidades desplazadas).<br />

La razón de estos estudios es la constante necesidad de perfilar la situación del desplazado<br />

en el momento pos-desplazamiento, para saber las deficiencias en cuestión de cobertura y<br />

de condiciones iniciales de la población específica, como el grado de alfabetización o salud,<br />

y así poder diseñar las propuestas de política pública que se adaptan a las necesidades de la<br />

población objetivo y que el Estado, en su defecto, desarrollaría. 20<br />

Sin embargo, hasta el momento estos estudios no han profundizado sobre los impactos<br />

socio-económicos en el sector rural y se han enfocado al impacto en las ciudades, sin tener<br />

en cuenta que muchos de estos desplazamientos se hacen intra-sectorialmente, es decir, van<br />

de lo rural a lo rural. Se puede entonces decir, que existe un vacío en este tipo de análisis ya<br />

que no encuentran trascendencia en los posibles y casi seguros cambios que genera el<br />

desplazamiento dentro del mismo sector rural. Como ejemplo: aunque es cierto que la<br />

mayoría de familias y personas desplazadas se ubican finalmente en las ciudades, los<br />

cultivos ilícitos practicados en la frontera agraria y zonas de colonización como último<br />

recurso y principal fuente de trabajo deben traer consigo una cantidad de impactos que no<br />

se han estudiado a profundidad.<br />

Valdría la pena resaltar que el tema del desplazamiento se ha ido abriendo paso dentro del<br />

currículo de algunas facultades de ciencias humanas y ciencias aplicadas en diferentes<br />

universidades del país. Por ejemplo, en la Universidad Nacional sede Bogotá, se posiciona<br />

desde hace varios años una línea de trabajo con programas de extensión hacia comunidades<br />

desplazadas, a la comunidad universitaria y al público en general para la atención,<br />

seguimiento y sensibilización frente a esta problemática. Estas actividades derivan en un<br />

número considerable de trabajos de tesis e investigación en diferentes disciplinas sobre el<br />

tema del desplazamiento, algunas de las cuales han procurado medir los efectos del<br />

fenómeno en algunos regiones del país.<br />

Entre estas investigaciones de carácter regional se destaca sin dudas la llevada a cabo en la<br />

Universidad de Antioquia en el 2001 21 . Como contribuciones de esta investigación se<br />

encuentra la identificación de los perfiles del desplazamiento en una región particular como<br />

Antioquia y el análisis de las dimensiones, modalidades y ciclos específicos de los eventos<br />

situations. Regional Workshop on Land Issues in Latin America and the Caribbean. Pachuca, México. Mayo<br />

de 2002.<br />

20 Ver: Boletín N° 12 CODHES informa. “Un país que huye: desplazamiento y violencia en una nación<br />

fragmentada”. CODHES-UNICEF. Bogotá, 1999; “Desplazamiento forzado interno en Colombia”.<br />

Observatorio de Coyuntura Socioeconómica, CID. N°12 Septiembre de 2002.<br />

21 Uribe, María Teresa. Desplazamiento Forzado en Antioquia. Universidad de Antioquia. Medellín, mayo de<br />

2001.<br />

11


del fenómeno en el departamento, calculando sus impactos y las necesidades de la<br />

población afectada con el fin de proponer políticas adecuadas de atención.<br />

3.3. Estudios sobre desplazamiento interno centrados en informes descriptivos de tipo<br />

cuantitativo<br />

Existe una serie de boletines e informes periódicos que monitorean con base en estadísticas<br />

el fenómeno del desplazamiento interno en Colombia. La información producida sobre el<br />

desplazamiento por los diversos sistemas que aportan cifras ha sido problemática tanto a<br />

nivel de la caracterización misma del fenómeno como del aporte de cifras confiables y<br />

comparables que permitan adelantar políticas públicas con coberturas reales para la<br />

población afectada.<br />

La información disponible sobre población en situación de desplazamiento la aportan<br />

actualmente entidades estatales y no gubernamentales. Las dependencias oficiales que<br />

estiman y registran estadísticas son las Alcaldías, la Procuraduría, las Personerías, la<br />

Defensoría del Pueblo y la Red de Solidaridad Social. Entre las organizaciones no<br />

gubernamentales que procesan y registran datos sobre el fenómeno se cuentan la<br />

Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES), la Oficina del<br />

Alto Comisionado de las Naciones Unidas, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)<br />

y la Conferencia Episcopal.<br />

Los sistemas que funcionan actualmente caracterizan cada uno el fenómeno del<br />

desplazamiento desde ángulos, metodologías y universos diversos como grupo objetivo 22 .<br />

Así por ejemplo, las cifras divergen de acuerdo con el tipo de fuentes consultadas por las<br />

22 Las cifras aportadas divergen entre los diferentes sistemas por los métodos de recolección de información y<br />

de medición que utilizan. El Sistema Único de Registro (SUR) que opera la Red de Solidaridad Social, con<br />

una periodicidad mensual, sólo da cuenta de la población desplazada a causa del conflicto armado (Ley 387<br />

de 1997, art. 1) que reposa en un registro administrativo de conteo simple, para el cual existe un período de un<br />

año desde el momento del desplazamiento para que las personas afectadas puedan hacer su inscripción. El<br />

SUR posee información desde 1995, pero sólo se consolida el sistema a partir del año 2000, su objetivo es<br />

medir y caracterizar a la población desplazada.<br />

El Sistema de Información sobre Desplazamiento Forzado y Derechos Humanos (SISDES-CODHES) aporta<br />

cifras trimestralmente y tiene como fuentes de consulta los medios de comunicación, las instituciones de<br />

atención y las encuestas de hogares. El método de investigación que práctica es tipo estimación y viene<br />

operando desde 1985. El sistema registra personas desplazadas por causas como las amenazas, ataques aéreos,<br />

torturas, asesinatos, miedos, etc. y su objetivo básico es medir.<br />

El Sistema de Información sobre Población Desplazada por la Violencia (RUT), operado por el Secretariado<br />

Nacional de Pastoral Social Sección de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Colombia,<br />

también tiene una periodicidad trimestral y se apoya en información obtenida de parroquias según el método<br />

de muestreo. Funciona desde 1997 y el objetivo es caracterizar a la población desplazada.<br />

El Sistema de Estimación de Fuentes Constrastadas a cargo de la Unidad Técnica Conjunta de la Presidencia<br />

se apoya igualmente en información de fuentes secundarias (medios de comunicación e instituciones de<br />

atención de desplazados). Funciona trimestralmente con base en un método de estimación que tiene como<br />

propósito establecer la magnitud total del fenómeno. Véase DANE. Dirección de Censos y Demografía. “El<br />

desplazamiento forzado en Colombia”. Bogotá, junio de 2003.<br />

12


entidades que manejan estadísticas, mientras unos sistemas se basan en informaciones<br />

obtenidas de los registros que reposan en las alcaldías municipales sobre población<br />

expulsada o atendida, otros sistemas se apoyan en entrevistas a las víctimas, en informes<br />

parroquiales, en información de prensa, en registros oficiales, etc. El Departamento<br />

Administrativo Nacional de Estadística recientemente analizaba como una debilidad de los<br />

diferentes sistemas que las cifras se acumulaban en el tiempo sin poderse establecer cortes<br />

temporales previos o actuales a partir de los cuales fijar pautas de comparabilidad 23 .<br />

Actualmente, se presentan inconvenientes en la medición del número de desplazados<br />

debido a dos problemas básicamente: el primero es la disparidad entre las cifras<br />

contrastadas de los distintos sistemas de estimación y registro existentes; y el segundo, es la<br />

cifra gris que aparece dentro de este conjunto de datos.<br />

El primer problema, se argumenta en que los distintos sistemas están ligados a diversos<br />

objetivos, misiones institucionales, instrumentos de recolección de la información,<br />

cobertura, calidad, fiabilidad y disponibilidad de la información primaria, lo que hace<br />

difícil comparar los datos y arrojan cifras divergentes. Por ejemplo, mientras el número de<br />

personas desplazadas desde 1996 hasta 2002 para la Red de Solidaridad Social (RSS) fue<br />

de 566.734, para el mismo período CODHES estimó que 1.783.479 personas fueron<br />

desplazadas 24 .<br />

El segundo, se refiere a la limitación de los sistemas para detectar o contabilizar como<br />

desplazadas a las personas que lo fueron hace mucho tiempo o por segunda vez dada la alta<br />

movilidad, velocidad y repetición con que se presenta la dinámica de las migraciones. Esto<br />

sin contar el caso de dispersión y evasión de la ayuda humanitaria por miedo a la<br />

estigmatización. Entonces, la cifra gris es aquella que representa el sub-registro o el sobreregistro<br />

de la población desplazada. 25<br />

Es preocupante la imprecisión y contradicción entre las cifras que arrojan los sistemas de<br />

información en cuanto son la base de la política pública para la atención de la población<br />

afectada, considerada por la mayoría de los informes institucionales de seguimiento y<br />

evaluación a la problemática del desplazamiento, como insuficiente por su baja cobertura,<br />

débil impacto y carácter asistencialista.<br />

Los estudios con énfasis en la cuantificación del desplazamiento sí bien no explican la<br />

complejidad del fenómeno, son una herramienta indispensable a la hora de empezar a<br />

investigarlo. Las estadísticas ayudan a comprender las tendencias y el horizonte de este<br />

23<br />

DANE. Dirección de Censos y Demografía. “El desplazamiento forzado en Colombia”. Bogotá, junio de<br />

2003.<br />

24<br />

“Desplazamiento forzado interno en Colombia”. Observatorio de Coyuntura Socioeconómica, CID. N°12<br />

Septiembre de 2002.<br />

25 Secretariado Nacional de Pastoral Sociales. “Aproximaciones teóricas y metodológicas al desplazamiento<br />

de población en Colombia”. Editorial Kimpres. Bogotá, 2001.<br />

13


fenómeno, a caracterizar a la población víctima del mismo y a evaluar los impactos sobre la<br />

estructura social y económica del país. 26<br />

3.4. Estudios sobre desplazamiento interno centrados en la fenomenología e impactos<br />

psicosociales<br />

Una tendencia en los estudios sobre el desplazamiento forzado en Colombia es aquella que<br />

pone énfasis en la descripción del fenómeno y de la experiencia misma del desplazamiento.<br />

La fenomenología consiste precisamente en el interés de comprender la dinámica y<br />

estructura del fenómeno como problema temporal y problema objetivo, tratando de decifrar<br />

su significado; se debe tener presente que en la sociedad la construcción de significados es<br />

una experiencia relacional e intersubjetiva.<br />

Por esta razón, los estudios que se ubican en esta tendencia procuran la descripción del<br />

fenómeno del desplazamiento a partir de diversas aproximaciones a la realidad de las<br />

personas y comunidades desplazadas como problemas en sí mismos. ¿Quién es el<br />

desplazado?, ¿qué sucede en la vida del desplazado?, ¿qué efectos provoca la experiencia<br />

del desplazamiento en los individuos, en la familia y en las comunidades?, son preguntas<br />

que apuntan a precisar el contenido, la esencia y la consistencia del fenómeno.<br />

Ocupan un lugar importante en este tipo de análisis las investigaciones que tratan de<br />

describir los cambios en las identidades de las personas, familias y colectividades víctimas,<br />

antes y despues de los eventos que originaron el éxodo forzado 27 . En estos estudios es<br />

manifiesta la preocupación por mostrar las pérdidas materiales y simbólicas que se<br />

producen en el desarrollo de las migraciones y reasentamientos, la pérdida de la condición<br />

de la ciudadanía, la discriminación, las transformaciones sociales en el mundo rural, las<br />

vivencias, la memoria colectiva, la determinación de las formas y redes de resistencia y<br />

solidaridad que se generan a raíz del desplazamiento forzado durante sus diferentes<br />

etapas 28 .<br />

26 Si se desea conocer las cifras se debe remitir a: Boletínes CODHES Informa, RUT, Informes RSS, Informes<br />

del CICR. Además, se pueden encontrar interpretaciones de las cifras en: Revista Éxodo; Informes Anaules<br />

sobre el Desplazamiento Forzado en Colombia elaborados por el Grupo de Apoyo a Organizaciones de<br />

Desplazados (GAD: 1996-2001); Informe Defensorial sobre Desplazamiento Forzado por la Violencia en<br />

Colombia No. 1 (Bogotá, abril de 2002); Mesa de Trabajo sobre “Desplazamiento Forzado en Bogotá”.<br />

Boletines 1 al 8. Editados por la Fundación Menonita Colombiana para el Desarrollo –M<strong>EN</strong>COLDES-.<br />

Bogotá, 2002-2003, entre otros. Un análisis que combina las variables de manejo de estadísticas,<br />

regionalización y mapas de flujos migratorios es el presentado por el Grupo Temático de Desplazamiento:<br />

“Estado de sitaución del desplazamiento”. Enero a Diciembre de 2001. ACNUR, OCHA. Bogotá, mayo de<br />

2002.<br />

27 Bello, Martha Nubia. Ponencia “Identidad, dignidad y desplazamiento forzado: repercusiones sobre el<br />

bienestar emocional”. Presentada en el Seminario Internacional Conflicto, Paz y Desarrollo convocado por<br />

CODHES en mayo de 2000.<br />

28 Son indicativos de este tipo de estudios: Franco, Andrés. “Los desplazamientos internos en Colombia: una<br />

conceptualización política para el logro de soluciones a largo plazo”. En: Colombia Internacional No. 42,<br />

abril-junio. Centro de Estudios Internacionales. Universidad de los Andes. Bogotá, 1998. Lozano, Fabio;<br />

Osorio, Edilma. “Población rural desplazada por la violencia en Colombia”. En: Revista Cuadernos de<br />

Desarrollo Rural No. 36, primer semestre. Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Instituto de<br />

Estudios Rurales. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 1996; Lozano, Fabio. La relación entre la<br />

14


Dentro de estos análisis se tocan puntos primordiales a la hora de perfilar la población<br />

objetivo para el diseño de política pública, como la participación política, la interacción<br />

entre desplazados y la población residente, la posibilidad de acción colectiva y formación<br />

de movimientos sociales, la aceptación, la transmisión de la violencia dentro de la familia,<br />

y en general la prospectiva de la comunidad desplazada inserta en la sociedad colombiana.<br />

Por otra parte, se resaltan estudios sobre la formación de la nueva comunidad con personas<br />

desplazadas que han perdido su identidad y mucho de su cultura al intentar adaptarse a las<br />

nuevas dinámicas, trayendo consigo nuevos elementos a las estructuras políticas y sociales<br />

de cada lugar de reasentamiento, sin dejar de mencionar el carácter profundamente amplio<br />

que adquiere esta situación al verse desde una escala alta como lo es “la sociedad<br />

colombiana y su caracterización”. Estos estudios son denominados “efectos psico-sociales<br />

del desplazamiento” y vinculan al individuo y/o la familia con el contexto social en el que<br />

se comienza a desenvolver, además de analizar su grado de identidad nacional, patriotismo<br />

y pertenencia para ver si se vincula con el proyecto nación existente.<br />

Otros estudios pueden ser los que se enfocan en el desarrollo netamente psicológico de cada<br />

víctima, logrando examinar los cambios en sus actitudes, su forma de ver el futuro, sus<br />

imaginarios, la apreciación de sí mismo y de sus seres queridos, la aceptación de una nueva<br />

vida, entre otros.<br />

Dentro de esta tendencia de análisis se desarrolla básicamente el impacto del trauma sufrido<br />

por el/los desplazados dentro de una comunidad receptora. Muchos son los documentos<br />

publicados sobre este tema: ingreso a las ciudades, formación de barrios, conflictos entre<br />

receptores y recién llegados, desplazamientos dentro de las mismas ciudades, etc., pero en<br />

este trabajo se mencionan los que conciernen específicamente al entorno rural.<br />

Los estudios hechos son bastante descriptivos y tratan de perfilar la población desplazada,<br />

se identifican sus imaginarios y perspectivas de futuro, con lo cual se intenta encontrar la<br />

forma como se adapta a nuevos medios y cómo éstos la reciben. 29<br />

mentalidad religiosa y los procesos de violencia y paz. Investigación a partir del caso de los desplazados de<br />

Tierralta, Córdoba. Trabajo de Grado Maestría en Desarrollo Rural. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá,<br />

1998; Medina, Elda. Proceso de desplazamiento-reubicación de los campesinos de la hacienda Bellacruz,<br />

Cesar. Trabajo de Grado Maestría en Desarrollo Rural. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 1998;<br />

Osorio, Flor Edilma. “Mujer desplazada: violencia y discriminación”. En: CODHES Informa. No. 7.Bogotá,<br />

febrero de 1997; Osorio, Flor Edilma; Lozano, Fabio. Procesos de reconstrucción vital de la población<br />

desplazada por la violencia en Colombia. Algunas reflexiones. En: Revista Humanistas. Pontificia<br />

Universidad Javeriana. Bogotá, 1998; Osorio, Flor Edilma. “El desplazamiento forzado por la violencia.<br />

Reflexiones desde la perspectiva del desarrollo local de municipios rurales en Colombia”. En: Revista<br />

Cuadernos de Desarrollo Rural. Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Instituto de Estudios<br />

Rurales. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 1998; Rodríguez, Luz Eugenia. Procesos colectivos y<br />

familiares de acomodamiento y generación de estrategias de vida de la población desplazada. Dos estudios de<br />

caso. Trabajo de Grado Maestría en Desarrollo Rural. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 1996.<br />

29 Ver: Bello, Martha Nubia, Martínez, Elena. “Efectos psicosociales y culturales del desplazamiento”.<br />

Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, 2000; Naranjo, Gloria Helena. “Reinvención de la identidad.<br />

Implicaciones del desplazamiento forzado en las culturas locales y nacional” en: Exodo, patrimonio e<br />

15


El perfil es, en general, una población campesina que pertenece a una cultura tradicional<br />

con una fuerte relación con la tierra y la naturaleza, y una fuerte red de relaciones<br />

construidas alrededor de la organización para la producción, la distribución y el consumo<br />

de productos, en su mayoría agrícolas; la distribución de roles está claramente establecida y<br />

delimitada, además de los comportamientos frente al trabajo, la sexualidad, la religión. No<br />

existen muchas alternativas en los modelos de comportamiento, es tal vez por esta razón<br />

que la comunidad rural goza de una identidad social y personal que se choca con la falta de<br />

identidad de los habitantes de la ciudad. 30<br />

Se interpreta que las personas campesinas desplazadas forzosamente a ciudades con una<br />

amalgama de culturas caracterizadas por la deslocalización y con orientaciones<br />

profundamente individualistas, sufren profundos cambios en sus concepciones de<br />

socialización y en sus percepciones frente a la vida y la cotidianidad, lo que se manifiesta<br />

en situaciones de plurivalencia y fragmentación.<br />

Se revela la inexistencia de la noción de ciudadano dentro de los campesinos, lo que los<br />

coloca en una situación de subordinación y desconfianza no sólo frente a la población<br />

receptora, sino también frente a las entidades a las cuales deben acudir para solicitar ayuda.<br />

Esta ruptura de la cotidianidad crea crisis comunitarias y pérdidas inestimables de la<br />

dimensión simbólica colectiva. Las identidades adquiridas en los procesos de socialización<br />

en tiempos y lugares definidos son rápidamente afectadas en medios culturales diferentes y<br />

casi siempre hostiles, frente a los cuales es díficil ganar un sentido de pertenencia. Todo<br />

esto tiene efectos en cadena que hace que esta población se pierda en un mundo<br />

individualista, sin buscar oportunidades de integración, sin exigir derechos fundamentales,<br />

a causa de la estigmatización y la desconfianza.<br />

Aunque algunas instituciones que siguen de cerca procesos con colectividades desplazadas<br />

exponen casos de integración a la comunidad receptora, la proporción en comparación con<br />

las familias desplazadas atomizadas es muy pequeña, ya que casi siempre el éxito de estos<br />

procesos tiene mucho que ver con la estabilidad económica que ellas logren, y en el caso de<br />

regresar a sus lugares de origen, depende tanto de la estabilidad económica, como de la<br />

seguridad que pueda brindar el Estado en esos lugares. Se expone además, que en la gran<br />

mayoría de los casos las personas no quieren ser parte de procesos de inclusión política y<br />

formación de movimientos sociales, sino de proyectos productivos de estabilización<br />

económica que para el común de las víctimas es la prioridad.<br />

identidad. Cátedra Anual de Historia Ernesto Restrepo Tirado. Museo Nacional de Colombia. Bogotá, 2001;<br />

Vasco Uribe, Luis Guillermo. “Desplazamiento forzado y reconstitución cultural”. En: Exodo, patrimonio e<br />

identidad. Cátedra Anual de Historia Ernesto Restrepo Tirado. Museo Nacional de Colombia. Bogotá, 2001;<br />

Jimeno Santoyo, Gladis. “Éxodo e identidad” en: Exodo, patrimonio e identidad. Cátedra Anual de Historia<br />

Ernesto Restrepo Tirado. Museo Nacional de Colombia. Bogotá, 2001<br />

30 Bello, Martha Nubia. “Efectos psicosociales y culturales del desplazamiento” en: Efectos psicosociales y<br />

culturales del desplazamiento. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, 2000. Pg. 113.<br />

16


Se ha utilizado con frecuencia como método de investigación en los estudios de impactos<br />

sico-sociales las llamadas historias de vida y el análisis de casos, que facilitan el acceso a la<br />

información y seguimientos diferenciados de las personas desplazadas. Se han utilizado con<br />

frecuencia metodologías como las narraciones, la etnografía y las cartografías sociales que<br />

se construyen a partir de la interacción con los desplazados.<br />

Existen otros estudios con un perfil más de tipo psicológico que enfatizan en la estabilidad<br />

emocional de la persona o de familia desplazada, describen la sintomatología que se<br />

presenta después de vivir una situación dedesplazamiento y hacen recomendaciones para la<br />

recuperación emocional de las víctimas. Estas manifestaciones son negativas cuando<br />

revelan sentimientos de desesperanza e ira, lo que impide la adaptabilidad del desplazado y<br />

los avances dentro de sus metas personales; son positivas cuando a pesar del daño sufrido,<br />

intentan reinsertarse en la sociedad y crean nuevas aspiraciones de acuerdo a su nuevo<br />

contexto. 31<br />

El individuo atraviesa por procesos sicológicos como el duelo por pérdidas familiares y<br />

materiales, esto requiere de una recuperación emocional y de la superación de sentimientos<br />

como la depresión, agresividad y ansiedad. Hay que tener en cuenta que el desplazado no es<br />

un objeto de la violencia, sino sujeto de ella, se asume como un actor social que debe<br />

reconstruir su vida.<br />

Este tipo de eventos, aunque causa fuertes daños en las identidades individuales y<br />

colectivas, son considerados también, como una experiencia de aprendizaje de nuevos<br />

recursos personales y nuevas formas creativas de relacionamiento social para la<br />

construcción individual y de la sociedad.<br />

Los estudios psicosociales y psicológicos tratan de analizar el fenómeno; reconocen<br />

factores de riesgo o protección para determinar el impacto y para considerar medidas de<br />

intervención psicosocial.<br />

Las manifestaciones psicosociales que muestran las personas en situación de<br />

desplazamiento en la fase de impacto inicial dependen de factores como: el tipo del hecho<br />

violento que provoca el éxodo, la pérdida familiar en el evento previo al desplazamiento; la<br />

composición de la familia desplazada y la distribución de roles familiares; el carácter<br />

abrupto u organizado del desplazamiento; los rasgos de la comunidad receptora o de la red<br />

social de apoyo. Luego, viene una fase de confrontación con la realidad en el sitio de<br />

llegada que revela entre otras conductas posibles: situaciones de dependencia, dificultad<br />

para aceptar el nuevo medio, capacidad e iniciativas para lograr la estabilización o<br />

desestabilización emocional del individuo.<br />

De acuerdo con estos comportamientos, los estudios sugieren que se adelante la evaluación<br />

del estado emocional de las personas y con base en ellos se decida qué acompañamiento es<br />

el más aconsejable para la recuperación del sentido humano y de la condición de ciudadanía<br />

31 Ver: Bello, Martha Nubia. Martí, Elena. “Efectos psicosociales y culturales del desplazamiento”.<br />

Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, 2000.<br />

17


de las personas y colectividades afectadas por el desplazamiento. Es importante dentro de<br />

los diagnósticos que se hagan analizar los significados social e individualmente construidos<br />

sobre el desplazamiento, tanto en los imaginarios de las víctimas como de las comunidades<br />

receptoras y de los organismos de ayuda humanitaria, si se percibe el fenómeno como una<br />

huida, como un desastre, como una salida o eventualmente como una oportunidad. Para el<br />

trabajo terapéutico, es primordial ver más allá de los síntomas y recoger información acerca<br />

de los significados que ellos les atribuyen.<br />

3.5. Estudios sobre desplazamiento interno centrados en el análisis jurídico del<br />

fenómeno<br />

Un primer bloque de estudios de este tipo muestran interés por comprender el fenómeno del<br />

desplazamiento en el marco del cumplimiento de las obligaciones jurídicas derivadas del<br />

derecho internacional de los derechos humanos, de las obligaciones impuestas por el<br />

derecho internacional humanitario y por el orden jurídico interno 32 . Se destacan los debates<br />

sobre la catástrofe humanitaria que significa el desplazamiento y la atribución de<br />

responsabilidades en su ocurrencia; lo mismo las discusiones entorno a los deberes que<br />

tiene el Estado en los procesos de prevención del desplazamiento, de atención y de<br />

reincorporación de las víctimas a la vida social y económica. Ha sido central también en<br />

otros estudios la interpretación sobre la responsabilidad estatal en el diseño y aplicación de<br />

políticas públicas que no responden a la magnitud del fenómeno, la divulgación de la<br />

jurisprudencia, las críticas a la legislación existente y a las incoherencias que tiene el<br />

sistema integral de atención a la población desplazada 33 .<br />

Otros escritos han debatido problemas atinentes al acceso a la justicia de las víctimas, el<br />

derecho a la verdad y a la reparación de las personas y colectividades afectadas. Se ha<br />

hablado adicionalmente del derecho a no ser desplazado argumentando que se desprende de<br />

otros derechos esenciales de los ciudadanos como el derecho a la vida, a la integridad<br />

psicofísica, a la libertad individual, a la seguridad personal, a la libre movilización, entre<br />

otros. De acuerdo con esto, el derecho a no ser desplazado sería fundamental y por tanto<br />

objeto de protección jurídica inmediata en caso de su vulneración.<br />

32 Dentro de los análisis relacionados con el tema se destacan: Revista Éxodo (1996-2001), Boletín sobre<br />

desplazamiento interno en Colombia; “Su defensor”, boletín informativo de la Defensoría del Pueblo; Human<br />

Rights Watch. “Guerra sin cuartel: Colombia y el Derecho Internacional Humanitario”. Octubre de 1998;<br />

ACNUR. “Balance de la política de atención al desplazamiento interno forzado en Colombia 1999-2002”.<br />

Bogotá, 2002; CODHES-UNICEF. “Un país que huye: desplazamiento y violencia en una nación<br />

fragmentada”. Bogotá, 1999.<br />

33Ver: ACNUR. “Balance de la política de atención al desplazamiento interno forzado en Colombia 1999-<br />

2002”. Bogotá, 2002; Partridge, William. “La respuesta institucional al desplazamiento forzado en<br />

Colombia”, en: Reasentamiento en Colombia. Red de Solidaridad Social-ACNUR. Tercer Mundo Editores.<br />

Bogotá, 2000. CODHES Informa. Desplazamiento forzado y políticas públicas: entre la precariedad del<br />

Estado y el asistencialismo. Boletín No. 18. Bogotá, julio de 1998. Informes Anuales sobre Desplazamiento<br />

Forzado 1996 a 2001 del Grupo de Apoyo a Organizaciones de Desplazados (GAD). Informe Defensorial<br />

sobre Desplazamiento Forzado por la Violencia en Colombia No. 1. Defensoría del Pueblo. Bogotá, abril de<br />

2002; Boletines de la Mesa de Trabajo sobre “Desplazamiento Forzado en Bogotá”. Números 1 al 8. Editados<br />

por la Fundación Menonita Colombiana para el Desarrollo –M<strong>EN</strong>COLDES-. Bogotá, 2002-2003.<br />

18


Un segundo conjunto de estos aportes teóricos tiende a la cuantificación de las violaciones<br />

en materia de derechos humanos y de infracción al derecho humanitario que han originado<br />

hechos de desplazamiento forzado, unos son generales y otros periódicos. Se destacan entre<br />

las instituciones que verifican el cumplimiento de estas normas y de hacer seguimiento<br />

estadístico a las violaciones las organizaciones no gubernamentales nacionales, CODHES y<br />

la Comisión Colombiana de Juristas 34 . Entre los organismos internacionales que cumplen el<br />

mismo papel se pueden encontrar Informes de la Oficina del Alto Comisionado de las<br />

Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y de la Oficina del Alto Comisionado para<br />

los Derechos Humanos (OACDH) además de los informes publicados en el mismo sentido<br />

por organizaciones no gubernamentales internacionales como Human Rights Watch y<br />

Amnistía Internacional 35 , entre otras.<br />

De acuerdo con la información que acopian y proporcionan estas organizaciones, el<br />

desplazamiento una problemática en la cual se violan todos los derechos a las personas,<br />

tanto los derechos civiles y políticos como los derechos económicos, sociales y culturales.<br />

Argumentan la ocurrencia del desplazamiento en la trasgresión masiva de los derechos<br />

humanos por causa del conflicto armado que vive el país. En los estudios se utilizan<br />

criterios de análisis que ilustran situaciones de desplazamiento a nivel nacional, regional y<br />

también casos específicos; se detalla en varios el número de víctimas según el derecho<br />

quebrantado, los actores responsables, los lugares de expulsión y de recepción.<br />

La utilidad de estos reportes se refleja en la identificación y sistematización de las<br />

violaciones a los derechos humanos asociadas a los éxodos. En ocasiones muestran la<br />

inoperancia de las políticas de prevención, las responsabilidades de los actores armados en<br />

los hechos y señalan alternativas que tienen el gobierno y las comunidades para enfrentar<br />

las amenazas 36 .<br />

Un tercer conjunto de aportes para el análisis jurídico del desplazamiento puede encontrarse<br />

en los pronunciamientos que han hecho los jueces y tribunales sobre los derechos de las<br />

personas en situación de desplazamiento. La importancia de la jurisprudencia radica en la<br />

definición y clasificación de los derechos de la población desplazada; en las precisiones<br />

que ha realizado en torno a la condición jurídica de la persona desplazada, de la obligación<br />

34<br />

Comisión Colombiana de Juristas. Panorama de derechos humanos y derecho humanitario en Colombia.<br />

Informes de avance: 2000 y 2001.<br />

35 Grupo Temático de Desplazamiento. ACNUR, OCHA. Estado de situación del desplazamiento. Enero a<br />

Diciebre de 2001. Bogotá, mayo de 2002. Informes sobre el Desplazamiento Forzado en Colombia<br />

presentados en los años 1995 y 2000 por el Representante del Secretario General sobre Desplazados Internos.<br />

E/CN.4/1995/50/Add.1; E/CN.4/2000/83/Add.1. Mary Robinson. Alta Comisionanada de las Naciones<br />

Unidas para los Derechos Humanos. Informes de la situación de Derechos Humanos en Colombia:<br />

E/CN.4/1999/8 y E/CN4/2002/17 numerales 223 a 242, recomendaciones 15 a 19. Amnistia Internacional:<br />

“¿Qué debemos hacer para seguir viviendo?. Los desplazados internos en Colombia: desposeídos y exiliados<br />

en su propia tierra”. Octubre de 1997; Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Tercer Informe sobre<br />

la situación de derechos humanos en Colombia. Febrero de 1999.<br />

36 CODHES Informa.Alerta temprana. Boletín No. 15. Bogotá, mayo 7 de 1998.<br />

19


estatal del registro, del deber de protección integral a cargo del Estado, así como también<br />

sobre el lugar y estatus jurídico que corresponde a los Principios Rectores del<br />

Desplazamiento.<br />

Dentro de los pronunciamientos jurisprudenciales más importantes en relación con el<br />

desplazamiento forzado por la violencia en nuestro país, se pueden citar 37 :<br />

Sentencias Corte Constitucional<br />

sobre los derechos de la población desplazada<br />

Referencia Tema Principal<br />

T-227 de 1997 Obligación de las autoridades territoriales de brindar medidas de<br />

protección y seguridad a la población desplazada y evitar su<br />

discriminación.<br />

SU-1150 de 2000 Criterios que deben regir la atención a la población desplazada,<br />

para garantizar la vigencia de sus derechos fundamentales.<br />

T-1635 de 2000 Obligaciones recíprocas del Estado y la población desplazada.<br />

T-258 de 2001 Límites a la discrecionalidad en la determinación acerca de la<br />

calidad de desplazado de un docente.<br />

T-327 de 2001 Presunción de buena fe en el trámite de inscripción en el registro<br />

nacional de desplazados y la importancia de los principios rectores<br />

como parte del bloque de constitucionalidad.<br />

T-1346 de 2001 Obligación de los municipios de construir el Comité para la<br />

Atención, a fin de establecer mecanismos de reubicación y<br />

estabilización socioeconómica para la población desplazada.<br />

T098 de 2002 Reitera la jurisprudencia acerca de la protección de los derechos<br />

de los desplazados a la educación. La vivienda, el trabajo y la<br />

salud.<br />

T-215 de 2002 Contenido del derecho a la educación de los menores desplazados.<br />

Sentencias Consejo de Estado<br />

sobre desplazamiento forzado<br />

Referencia Tema principal<br />

ACU-573 de 1999 Procedencia de la acción de cumplimiento para exigir el<br />

acatamiento de normas la ley 387/97 que permiten la<br />

consolidación y estabilización socioeconómica de los desplazados.<br />

ACU-0080 de 2001 Procedencia de la acción de cumplimiento frente a normas de la<br />

ley 387/97 que establecen gastos a favor de los desplazados.<br />

Sentencia de Tutela Competencia del Estado para brindar protección militar a los<br />

1378 de 2001 desplazados.<br />

ACU-4279 de 2001 Aplicación de normas del D.I.H. al caso de los desplazados<br />

forzados por la violencia.<br />

ACU-1762 de 2001 Garantía de acceso a los desplazados a los programas y subsidios<br />

37 Nos apoyamos en la compilación y sistematización de las “Jurisprudencias sobre Desplazamiento Forzado”<br />

elaborada y coeditada en el año 2002 por la ACNUR y la Defensoría del Pueblo.<br />

20


otorgados por el Gobierno Nacional.<br />

Respecto a las medidas para la protección para los desplazados se han desarrollado los<br />

siguientes fallos:<br />

T-327 de 2001 Los derechos que se derivan de la condición de desplazado.<br />

T-098 de 2002 Los derechos de los menores desplazados.<br />

T-258 de 2001 La protección del derecho a la vida.<br />

SU-1150 de 2000 Al trato especial por razones de indefensión.<br />

SU-1150 de 2000 Al albergue provisional.<br />

T-227 de 1997 A la permanencia en el territorio nacional.<br />

T-227 de 1997 A la protección de los derechos fundamentales.<br />

T-227 de 1997 A la libertad de locomoción y domicilio.<br />

T-098 de 2002 Al urgente trato preferente.<br />

T-098 de 2002 A la unidad familiar.<br />

T-098 de 2002 Al acceso a los servicios de salud.<br />

T-098 de 2002 A la adquisición, construcción y mejoramiento de vivienda a<br />

través de subsidios.<br />

T-098 y T-215 de 2002 Al acceso a la educación.<br />

Sentencia de T-1378 A la protección militar.<br />

de 2001<br />

ACU-0080 de 2001 A la consolidación socioeconómica.<br />

T-327 de 2001 Al trato digno en el trámite de la declaración e inscripción en el<br />

registro.<br />

SU-1150 y T-1635 de La violación de los derechos fundamentales.<br />

2000<br />

T-1346 de 2001 La falta de gestión de las autoridades genera una vulneración a los<br />

derechos fundamentales.<br />

Los providencias constitucionales que clarifican asuntos entorno al papel que debe<br />

cumplir el Estado frente al problema del desplazamiento forzado son:<br />

SU-1150 de 2000 La responsabilidad y obligaciones del Estado.<br />

T-227 de 1997 El deber de protección a los desplazados por parte de las<br />

autoridades.<br />

T-227 de 1997 El deber de solidaridad estatal y ciudadano con los desplazados.<br />

T-258 de 2001 Límite a la potestad discrecional de las autoridades.<br />

T-098 de 2002 La importancia de la Red de Solidaridad Social.<br />

T-098 de 2002 La validez de los acuerdos suscritos entre el gobierno y los<br />

desplazados.<br />

T-327 de 2001 La importancia del registro único de población desplazada.<br />

T-327 de 2001 La presunción de buena fe en el trámite de la declaración del<br />

desplazamiento.<br />

21


T-327 de 2001 La dificultad de la prueba de la causa del desplazamiento.<br />

SU-1150 de 2000 La obligación de acatar los lineamientos de la Corte<br />

Constitucional.<br />

T-227 de 1997 La necesidad de promover los Derechos Humanos.<br />

Entre los fallos que precisan la obligatoriedad de las normas internacionales sobre derechos<br />

humanos y derecho humanitario por aplicación del bloque de constitucionalidad en el tema<br />

de desplazamiento, se encuentran:<br />

ACU-4279 de 2001 La primacía de DIH sobre el derecho interno.<br />

T-1635 de 2000 La adopción del bloque de constitucionalidad para la defensa de<br />

los derechos de los desplazados.<br />

SU-1150 de 2000 La importancia de los principios rectores del desplazamiento.<br />

ACU-4279 de 2001 Normas legales Vs. Valores y principios constitucionales.<br />

Sobre la procedencia de la acción de cumplimiento en la exigibilidad de los derechos de la<br />

población desplazada son relevantes los siguientes pronunciamientos judiciales:<br />

ACU-573 de 1999 Exigibilidad de los artículos 17 y 32 de la ley 387/97<br />

ACU-0080 de 2001 Procedencia de la acción de cumplimiento respecto a normas que<br />

establecen gastos.<br />

Las siguientes sentencias tocan los aspectos más importantes sobre la acción de tutela y los<br />

derechos fundamentales de las personas desplazadas:<br />

T-1635 de 2000 La procedencia de la acción de tutela para la protección de los<br />

derechos de los desplazados.<br />

T-1346 de 2001 Por medio de la acción de tutela no se pueden controvertir las<br />

decisiones de otros jueces.<br />

T-098 de 2002 El cumplimiento de los compromisos institucionales es exigible a<br />

través de la acción de tutela.<br />

T-098 de 2002 Cómo hacer efectiva una orden de tutela.<br />

3.6. Estudios sobre desplazamiento interno basados en análisis diferenciales de género,<br />

generacionales y étnicos<br />

Una constatación que se ha venido haciendo a partir de los avances en el conocimiento del<br />

fenómeno del desplazamiento es que éste tiene impactos diferenciales en las vidas de las<br />

personas y en las colectividades golpeadas por los éxodos forzosos, surgidos de las<br />

diferencias basadas en el género, en lo generacional o en la pertenencia a un grupo étnico o<br />

22


cultural determinado 38 . No tener en cuenta tales distinciones en las explicaciones y<br />

diagnósticos que se hacen del fenómeno del desplazamiento provoca informaciones<br />

parciales e incompletas, que si se llegan a usar para proyectar políticas públicas y acciones<br />

humanitarias pueden incluso causar vulneraciones a los derechos específicos de las<br />

personas destinatarias, pues resultarían inadecuadas y no responderían a sus verdaderas<br />

necesidades.<br />

De esta manera han surgido estudios que a partir de la categoría y del enfoque de género<br />

han analizado tales efectos diferenciales del desplazamiento en la vida de las mujeres y han<br />

destacado igualmente el papel que cumplen en las diversas etapas del éxodo. Uno de los<br />

objetivos es comprender las diferencias y los condicionamientos particulares que gravitan<br />

sobre mujeres y hombres en situaciones diversas o en contextos de análisis donde sea<br />

necesario focalizar una población para el desarrollo de proyectos socio-económicos,<br />

políticos y culturales 39 .<br />

Estos trabajos destacan que las mujeres y las niñas pobres de origen rural representan uno<br />

de los grupos más afectados por este problema, al lado de indígenas y afrocolombianos.<br />

Las estimaciones sobre las desplazadas en Colombia apuntan a un porcentaje que oscila<br />

entre el 49% y el 58% del total de la población desplazada. Además, la suma de las<br />

mujeres, los niños y las niñas se acerca al 74% de la población desplazada. Las cifras<br />

referentes a mujeres cabeza de familia varían entre el 34% y el 49,7%; de hecho para<br />

muchas mujeres el desplazamiento implica asumir la jefatura del hogar, dado el elevado<br />

número de viudas de la violencia, el desarraigo y los efectos de la fragmentación familiar, y<br />

en otros casos el abandono del hogar por parte del marido 40 . También, evitar el<br />

reclutamiento del hijo por grupos armados es causa relativamente habitual del<br />

desplazamiento.<br />

38 Meertens, Donny. Encrucijadas urbanas. Población desplazada en Bogotá y Soacha: una mirada<br />

diferenciada por género, edad y etnia. Informe de consultoria para ACNUR. Bogotá, 2002.<br />

39 Sobre este tema ver: Duque, Haydi. “Mujeres en situación de desplazamiento. Una experiencia de<br />

reinversión social, desde la perspectiva de género en contextos urbanos” en: Bello, Martha Nubia. Martí,<br />

Elena (comp.). “Efectos psicosociales y culturales del desplazamiento”. Universidad Nacional de Colombia.<br />

Bogotá, 2000; Lima, Leila. “El desplazamiento forzoso en Colombia, el impacto en las mujeres”. Revista<br />

Refugiados. N°114. 2002; Meertens, Donny. “Mujer y violencia en los conflictos rurales”. Análisis Político<br />

N° 24. Enero-Abril de 1995; Meertens, Donny. “Victimas y sobrevivientes de la guerra: tres miradas de<br />

género”. Revista Foro N°34. Junio de 1998; Segura Escobar, Nora. “Desplazamiento en Colombia:<br />

perspectivas de género”. Revista Foro N°34. Junio de 1998. Informes de la Mesa deTtrabajo “Mujer y<br />

Conflicto Armado” (2002-2003), particularmente “Conversaciones en la Mesa”. Bogotá, julio de 2003;<br />

Observatorio de los Derechos Humanos de las Mujeres Desplazadas en Colombia. Boletín No. 2. Bogotá,<br />

febrero de 2003; Rueda Pilar. Informe de resultados. Observatorio de los Derechos Humanos de las Mujeres<br />

Desplazadas en Colombia, Confluencia Nacional de Redes de Mujeres y Corporación Sisma Mujer. Bogotá,<br />

2003.<br />

40 Véase a propósito los análisis e informes sobre cifras que incluyen la preocupación por detectar diferencias<br />

de género y generacionales en: CODHES Informa. Mujer desplazada, violencia y discriminación. Boletín No.<br />

Bogotá, 7 de febrero de 1997; CODHES Informa. Niños y niñas en siituación de desplazamiento: violencia y<br />

desarraigo. Boletín No. 14. Bogotá, marzo de 1998.<br />

23


Las mujeres rurales no poseen una gran movilidad geográfica, ni experiencia social y<br />

política. Pero las oportunidades parecen invertirse: el impacto del desplazamiento se<br />

concentra para los hombres en el desempleo, situación que los despoja del papel de<br />

proveedor económico; ésta es incluso una de las causas más frecuentes de abandono de sus<br />

familias. En contraste, las mujeres parecen mejor preparadas para continuar las rutinas de<br />

las labores domésticas. 41<br />

El papel desempeñado por las mujeres en las labores asociadas con la huída es<br />

fundamental, la organización para movilizar rápidamente la familia, el diseño del itinerario<br />

que debe seguirse, la forma y los medios para transportarse y quizá lo más importante, la<br />

manera como organizan su instalación en las ciudades y la supervivencia física y emocional<br />

de las personas a su cargo; son ellas las que se presentan a solicitar la ayuda de los<br />

organismos gubernamentales y no gubernamentales y quienes logran más rápidamente un<br />

trabajo remunerado en las ciudades, por lo general en el empleo doméstico.<br />

Las mujeres campesinas son las más afectadas en su identidad por la pérdida de su mundo<br />

rural y son las menos preparadas cultural y socialmente para el hábitat urbano; se vuelven<br />

cabeza de familia y tienen que enfrentarse a situaciones de despojo y desarraigo y<br />

responder por la crianza y el mantenimiento de sus hijos en condiciones de máxima<br />

dificultad.<br />

Los estudios han demostrado también que el índice de indocumentación entre las<br />

desplazadas es muy superior al de los hombres y al de la población colombiana. Como<br />

consecuencia, tienen mayores dificultades para obtener la propiedad de la tierra, el crédito,<br />

la vivienda y los servicios de educación y salud.<br />

Por lo general, los programas de atención humanitaria son “planos” y no contemplan las<br />

diferentes necesidades de hombres y mujeres. En el caso de las desplazadas, los servicios<br />

de salud tampoco son integrales, sino que tienden a concentrarse en su función<br />

reproductiva. 42<br />

En el caso de los niños, se presentan bajas tasas de escolarización, altos índices de trabajo<br />

infantil y, por barreras culturales, las niñas se hacen responsables del cuidado de los<br />

hermanos y de la casa cuando sus padres salen a trabajar. Aunque, por ley, la educación<br />

para los niños desplazados en primaria es gratuita y en secundaria garantiza cupos y becas<br />

el primer año, en la realidad los colegios se niegan a recibir los muchachos en muchos<br />

casos; ellos solos deciden desertar del colegio debido a la estigmatización, o debido en<br />

otras ocasiones, al carácter productivista que se les enseña en el hogar, que los empuja a<br />

trabajar desde muy pequeños.<br />

41<br />

Lima, Leila. “El desplazamiento forzoso en Colombia, el impacto en las mujeres”. Revista Refugiados.<br />

N°114 2002.<br />

42<br />

Lima, Leila. “El desplazamiento forzoso en Colombia, el impacto en las mujeres”. Revista Refugiados.<br />

N°114. 2002.<br />

24


Respecto a los grupos étnicos desplazados, donde también el género cumple un rol<br />

diferencial, algunas comunidades en la región de Urabá y Chocó, de origen afrocolombiano<br />

e indígena, con el ánimo de proteger sus territorios, recibieron sus títulos de propiedad<br />

colectiva. Sin embargo, en ambos casos, se ha podido comprobar que no fueron<br />

adecuadamente asegurados los derechos de acceso a la tierra de las mujeres. Una de las<br />

características específicas de estas poblaciones es que normalmente tienen una alta rotación<br />

de las parejas; si el derecho a la explotación de la tierra colectiva se registra o asigna sólo a<br />

nombre del barón, la mujer y sus hijos quedan en una situación de absoluta precariedad con<br />

relación a la tierra cuando se produce el abandono o la separación de la pareja. 43<br />

Así, en Colombia tres de cada diez hogares desplazados tienen jefatura femenina, seis de<br />

cada diez personas desplazadas son mujeres, las niñas desplazadas asumen<br />

responsabilidades y vivencias de adultas, los niños dejan de asistir a la escuela para ir a<br />

trabajar; en fin, todas estas situaciones implican una transformación de tradicionales<br />

relaciones de desigualdad y sumisión dentro de los géneros y las generaciones y, el<br />

conjunto de relaciones sociales en la Nación. De este modo, de un lado se gana autonomía y<br />

participación y de otro lado se adquieren nuevas y extensas responsabilidades.<br />

Por otro lado, en contraste con la cada vez más nutrida produción teórica basada en estudios<br />

de género, son pocos los estudios que interpretan desde un enfoque étnico la experiencia<br />

del desplazamiento. El desplazamiento de las comunidades étnicas, especialmente<br />

afrocolombianas e indígenas, estuvo invisibilizado hasta comienzos del año 2002 cuando<br />

algunos sistemas estadísticos empezaron a reportar datos sobre este tipo de desplazamiento;<br />

alguna organizaciones gubernamentales y sociales contribuyeron en este esfuerzo de<br />

visibilización organizando encuentros con comunidades étnicas desplazadas 44 , para<br />

empezar a acopiar información sobre las características y efectos especiales que entraña el<br />

éxodo forzado en comunidades con un apego especial a su territorio y con una cultura<br />

diferente.<br />

Durante el año 2000 el desplazamiento de población afrocolombiana representó el 33% del<br />

total de la población expulsada en Colombia, es decir, 83.650 personas de este grupo étnico<br />

fueron afectadas por el fenómeno. La tasa de expulsión de las comunidades de esta etnia es<br />

un 20% superior a la del resto del país. En el caso de los pueblos indígenas, las personas<br />

desplazadas representan el 5% de los desplazados del país en el mismo año, lo que significa<br />

que 12.649 personas fueron sometidas al destierro por los actores armados 45 . En suma,<br />

cerca del 40% de las víctimas del desplazamiento en el país, pertenecen a un grupo étnico.<br />

La indagación de las causas que precipitan la expulsión de las comunidades étnicas de sus<br />

territorios ancestrales, indica que este desplazamiento se encuentra relacionado con la<br />

disputa y ocupación que ejercen los actores armados sobre esas tierras, que resultan<br />

estatégicas por los recursos naturales, por la posibilidad de la implementación de<br />

43 Ibid.<br />

44 AFRODES. Afrodesplazados: “Forjamos la Esperanza”. Publicaciones ILSA. Bogotá, junio de 2001.<br />

45 CODHES Informa. “La otra guerra: destierro y repoblamiento”. Boletín No. 44. Bogotá abril de 2003.<br />

25


megaproyectos económicos y por ser importantes para el desarrollo de la guerra. El<br />

desplazamiento de las comunidades étnicas deintegra a las comunidades, produce la pérdida<br />

de los territorios colectivos y pone en riesgo la supervivencia de las culturas ancestrales.<br />

Los Principios Rectores ordenan de manera específica la protección de las comunidades<br />

étnicas frente a desplazamientos forzados, por ejemplo, el Principio 6.2.a. prohibe los<br />

desplazamientos arbitrarios basados en políticas de apartheid, “limpieza étnica” o prácticas<br />

similares cuyo objeto o cuyo resultado sea la alteración de la composición étnica, religiosa<br />

o racial de la población afectada; el principio 7.3 c declara que se recabará el<br />

consentimiento libre e informado de los futuros desplazados cuando su traslado sea<br />

inevitable y, finalmente, el principio 9 que dice: “Los estados tienen la obligación<br />

específica de tomar medidas de protección contra los desplazamientos de grupos indígenas,<br />

minorías, campesinos, pastores y otros grupos que tienen una dependencia especial de su<br />

tierra o un apego particular a la misma” 46 .<br />

Muy próximo al problema de los desplazamientos de comunidades étnicas se encuentra el<br />

tema de los refugiados colombianos en zonas de frontera. Este desplazamiento comenzó a<br />

ser monitoreado a penas en el año 2001 como consecuencia de la implementación del Plan<br />

Colombia en el departamento del Putumayo y en la zona del Catatumbo, así como a raíz de<br />

la intensificación de las acciones bélicas en la región del Darién 47 .<br />

4. Contrastes entre la producción académica y las políticas públicas sobre<br />

desplazamiento<br />

Las magnitudes alcanzadas por el fenómeno del desplazamiento en la última década y los<br />

efectos estructurales que está provocando, como la fragmentación del tejido social que se<br />

46 Se constata en los análisis sobre este tipo de desplazamiento que si bien inicialmente la tendecia de las<br />

comunidades étnicas amanazadas, hostigadas o víctimas de asesinatos selectivos de sus líderes o de masacres<br />

sus miembros era al abandono de los territorios ancestrales, ahora las comunidades se resisten al<br />

desplazamiento y conciben que su permanencia en los territorios es una forma de impedir la desaparición<br />

como pueblos y culturas. En la dinámica de la guerra, los actores armados han implementado la estrategia del<br />

“emplazamiento” a través de la cual además del control territorial que ejercen, someten a la población civil<br />

que se resiste al desplazamiento a un severo control a nivel del tránsito de personas, alimentos y<br />

medicamentos, llegando incluso a impedir, en algunos casos, la ayuda humanitaria. Ver Arias, Jaime<br />

Enrrique. “El territorio como elemento fundamental de la resistencia al desplazamiento forzado de los pueblos<br />

indígenas”. En: Varios Autores. Destierro y Desarraigos. Memorias del II Seminario Internacional<br />

Desplazamiento: Implicaciones y Retos para la Gobernabilidad, la Democracia y los Derechos Humanos.<br />

CODHES; OIM. Bogotá, mayo de 2003. En la misma compilación, el artículo de Suárez, Harbey Danilo:<br />

“Aplazados y desplazados: violencia, guerra y desplazamiento. El trasfondo cultural del destierro y la<br />

exclusión”.<br />

47 Las estimaciones sobre el refugio hablan que cerca de 15.000 colombianos y colombianas cruzaron la<br />

frontera en busca de protección en el año 2000, aproximadamente 12.000 lo hicieron en el año 2001 y 22.000<br />

a lo largo de 2002: Cfr. CODHES. Informe anual del observatorio sobre desplazamiento forzado, conflicto<br />

armado y derechos humanos en Colombia, 2001; CODHES Informa. La otra guerra: destierro y<br />

repoblamiento. Boletín No. 44. Bogotá, abril de 2003. Otros reportes sobre refugio pueden observarse en: Red<br />

de Solidaridad Social. Desplazamiento Forzado: Protección y Refugio en Zonas Fronterizas de Colombia.<br />

Febrero de 2000. Grupo Temático de Desplazamiento: “Estado de situación del desplazamiento”. Enero a<br />

Diciembre de 2001. ACNUR, OCHA. Bogotá, mayo de 2002<br />

26


experimenta a lo largo y ancho del país, ha precipitado una serie de respuestas<br />

institucionales de diferente orden que de manera coyuntural resuelven las necesidades más<br />

apremiantes de la población afectada y diferentes retos que el problema interpone.<br />

El conjunto de respuestas institucionales ha configurado un modelo de política pública de<br />

atención a las personas desplazadas al que, en general, se le critica que adolece de<br />

efectividad, coordinación, recursos y voluntad política para enfrentar una problemática que<br />

se ha convertido en una verdadera calamidad y crisis humanitaria para la sociedad<br />

colombiana . La mayoría de los informes que se conocen sobre seguimiento del fenómeno<br />

de desplazamiento han producido críticas de fondo a las políticas estatales y formulado<br />

recomendaciones para su mejoramiento 48 .<br />

Los límites que comunmente se detectan en la acción estatal frente a la atención del<br />

desplazamiento forzado se manifiestan en las siguientes circunstancias:<br />

a) No se ha reconocido por parte de las autoridades la magnitud del fenómeno;<br />

b) No se enfrentan por parte del Gobierno las causas bélicas y sociales del fenómeno. El<br />

desplazamiento por efecto de la acción militar de los grupos en contienda, a juicio del<br />

Defensor del Pueblo, implicaría una responsabilidad estatal por falla en el servicio de<br />

protección debida, sea por omisión o por acción de las autoridades, dado que no se<br />

protege la vida, la honra y los bienes de los ciudadanos;<br />

c) El desplazamiento no es un tema prioritario en la agenda pública. No se incluyó en la<br />

agenda de paz del Gobierno de Pastrana, ni tiene un lugar adecuado dentro del<br />

Presupuesto General de la Nación en el actual Gobierno.<br />

d) Existe una incoherencia de la política fiscal del Gobierno y una dependencia a la<br />

financiación externa para atender a la población desplazada (Plan Colombia,<br />

cooperación internacional);<br />

e) La respuesta estatal en cuanto a la asistencia humanitaria y a la reintegración de las<br />

víctimas se reduce al asistencialismo de emergencia (art. 15, parágrafo, Ley 387);<br />

48 Entre los informes más recientes y generales que formulan criticas y recomendaciones frente a la política<br />

pública sobre el desplazamiento pueden consultarse: Informes sobre el Desplazamiento Forzado en Colombia<br />

presentados en los años 1995 y 2000 por el Representante del Secretario General sobre Desplazados Internos.<br />

E/CN.4/1995/50/Add.1; E/CN.4/2000/83/Add.1; Documento “Aspectos críticos de la política pública de<br />

atención a la población desplazada 1998-2002”. Este documento fue elaborado por la Asociación Nacional de<br />

Ayuda Solidaria (ANDAS), Corporación de Apoyo a Víctimas de la Violencia Sociopolítica Pro<br />

Recuperación Emocional (AVRE) Comisión Colombiana de Juristas, Fundación Menonita Colombiana para<br />

el Desarrollo (M<strong>EN</strong>COLDES), Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES).<br />

Secretariado Nacional de Pastoral Social Sección de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de<br />

Colombia y Servicio Jesuita a Refugiados. Publicado en el Boletín No. 4: Desplazamiento Forzado en Bogotá.<br />

M<strong>EN</strong>COLDES, Septiembre de 2002; ACNUR. “Balance de la política de atención al desplazamiento interno<br />

forzado en Colombia: 1999-2002. Bogotá, octubre de 2002.<br />

27


f) La reglamentación de la Ley 387 de 1997 tiene un carácter puramente técnico, sin<br />

participación de las víctimas y reducida a hacer ajustes institucionales, dado que la<br />

coordinación delegada en la Red de Solidaridad Social del Sistema Nacional de<br />

Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia no es efectiva. Las<br />

decisiones de la Red de Solidaridad Social no son vinculantes para las demás<br />

autoridades que no conciben la acción frente al desplazamiento como una cuestión de<br />

política pública sino sólo como una contingencia.<br />

g) Otro hecho que refleja la inconsistencia de la política pública sobre desplazamiento, es<br />

el incumplimiento de muchas de las recomendaciones de la ONU, formuladas por el Sr.<br />

Francis Deng, Representante del Secretario General de Naciones Unidas para los<br />

Desplazados Internos, en 1994 y a principios del 2000, por ejemplo, no existe<br />

protección y prevención contra el desplazamiento, lo que se demuestra con el hecho de<br />

que el fenómeno se sigue incrementando año a año.<br />

h) No existe un sistema de alertas tempranas 49 eficaz o las autoridades no las atienden<br />

oportunamente. No se respeta por parte de los actores del conflicto ni la seguridad<br />

física ni la vida de los desplazados, tampoco se ha tenido respeto por las<br />

organizaciones humanitarias, nacionales o internacionales, impidiendo sus buenos<br />

oficios y obstaculizando en muchos lugares el acceso a las ayudas humanitarias. Se<br />

incumple tanto por el Estado colombiano como por los Estados vecinos el derecho de<br />

asilo y el derecho de los refugiados.<br />

i) El registro de los desplazados es precario y obstaculiza su acceso a la ayuda<br />

humanitaria, la mayoría de los desplazados carecen de ésta. No se garantiza<br />

debidamente el retorno de las comunidades sometidas a desplazamiento en unas<br />

condiciones de seguridad y dignidad. La asistencia estatal en los procesos de<br />

reubicación y estabilización socioeconómica de las comunidades afectadas es<br />

insuficiente, dado que se acompaña los casos más o menos emblemáticos y, por lo<br />

mismo, no todos los grupos de desplazados reciben ayuda, debiéndose establecer en<br />

las grandes ciudades en cinturones de miseria, desprovistos de servicios públicos y<br />

sanitarios, sin condiciones materiales para el empleo y para su reinserción a la vida<br />

social.<br />

j) Los Principios Rectores de Naciones Unidas sobre el Desplazamiento no tienen un<br />

cumplimiento pleno a nivel de la prevención, durante el desplazamiento o a nivel de los<br />

procesos de reubicación o de reasentamiento a pesar de la fuerza vinculante que tienen<br />

para las autoridades por formar parte del bloque de constitucionalidad, siendo una<br />

fuente de interpretación de las normas que reconocen y protegen los derechos humanos<br />

de las víctimas de este fenómeno, como bien lo explicó la Corte Constitucional en la<br />

Sentencia SU-1150/2000 .<br />

k) Este diagnóstico refleja un grave problema de desprotección y vulnerabilidad tanto de<br />

los derechos humanos civiles y políticos como de los derechos económicos, sociales y<br />

49 Ver: COHDES Informa. Alerta temprana. Boletín No. 15. Mayo de 1998; Ortiz, Palacios Iván David. El<br />

Sistema de alertas tempranas como mecanismos de guerra. En: Estrada, Jairo (Editor). Ensayos Críticos Plan<br />

Colombia. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, 2001.<br />

28


culturales de las víctimas de desplazamiento quienes además carecen de la información<br />

y de los medios económicos para usar las herramientas legales y jurídicas que les<br />

permitan defender sus derechos humanos y acceder a la administración de justicia para<br />

investigar los hechos y responsables de su desplazamiento, para judicializar a las<br />

víctima y obtener la adecuada reparación material y moral por parte del Estado, peor<br />

aún una gran proporción de las víctimas aún no han podido acceder a la ayuda<br />

humanitaria de emergencia, al registro y a los beneficios contemplados en la Ley 387 de<br />

1997 y en su Decreto Reglamentario.<br />

l) La intervención estatal en materia de asistencia a las víctimas no provee una adecuada<br />

atención diferenciada por criterios de género, etareos, étnicos, etc. ni para proporcionar<br />

la recuperación de las víctimas y emprender las acciones de reparación necesarias.<br />

Las instituciones públicas responsables de la atención a la población desplazada han<br />

cambiado varias veces el énfasis de la política pública respecto de este sector social. En<br />

primera instancia, la política social se planteó en una línea más asistencialista y de<br />

emergencia, luego, se intentó orientar hacia acciones de carácter social de mediano plazo,<br />

queriéndose hacer notar con ello la voluntad de atacar las causas y no las consecuencias del<br />

desplazamiento; últimamente el énfasis se ha puesto en temas de seguridad y retorno. Sin<br />

embargo, lo que se constata en la mayoría de los informes de seguimiento a la política<br />

estatal sobre la materia es que aunque con la expedición de Ley 387/97 existen avances<br />

importantes en materia de formulación de la políticas pública sobre desplazamiento, su<br />

ejecución ha sido errática y caracterizada por la improvisación, en varias ocasiones se ha<br />

cambiado la institución encargada de manejar el sistema de atención integral a la población<br />

desplazada y no se logran niveles reales de coordinación y coherencia entre las distintas<br />

instituciones que tienen competencias en la solución de la problemática 50 .<br />

La atención al desplazado es política pública desde 1994, con el plan de gobierno de 1994-<br />

1998: “El salto social”. En Septiembre de 1995, se produce el primer documento oficial<br />

sobre esta situación; en el documento Conpes N° 2804 se estableció el diseño del primer<br />

plan de Atención integral a la población desplazada por la violencia en Colombia, éste fue<br />

el punto de partida para la elaboración de la Ley 387 de 1997, en la cual se adoptan<br />

medidas de prevención del desplazamiento forzado y se crea la Consejería presidencial para<br />

la población desplazada y el Sistema Nacional de Atención a las víctimas de este problema.<br />

A estas iniciativas gubernamentales le siguen otros dos documentos Conpes en los que se<br />

dan las pautas para la creación del Sistema Nacional de Atención (N° 2924/97), y se decide<br />

que el manejo del Sistema fuera asumido por la Red de Solidaridad (N° 3057/99). 51<br />

Independiente de la eficacia de las normas establecidas y de todo el proceso de aprobación,<br />

reglamentación y ejecución de los proyectos a que dan lugar, es de resaltar el debate que<br />

50<br />

“Desplazamiento forzado interno en Colombia”. Observatorio de Coyuntura Socioeconómica, CID. N°12<br />

Septiembre de 2002. Pg. 13.<br />

51 Ibid.<br />

29


esulta de esto, referido a los alcances, limitaciones, retos y ámbitos de aplicación de la<br />

política pública sobre este tema. 52<br />

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) realizó hace<br />

unos meses un estudio sobre este tema, éste no evalúa, sólo hace un balance sobre los<br />

avances y limitaciones en la formulación y ejecución de la política de atención al<br />

desplazamiento interno, además, adiciona recomendaciones e introduce nuevos elementos<br />

no contemplados hasta ahora. Este trabajo se realizó a través del desarrollo de talleres<br />

nacionales, regionales y locales, además de mesas temáticas con expertos. En el trabajo se<br />

detectan temas polémicos dentro del diseño y ejecución de la política pública: el enfoque de<br />

derechos y no sólo de asistencia social; mantener un esquema de atención especial a la<br />

población, basado en una “discriminación positiva” de la misma; y, mantener medidas que<br />

establecen limitaciones al acceso a la atención. De igual forma, analiza el carácter<br />

conceptual de la política y se amplía el debate entre el enfoque de protección y reparación<br />

de derechos vs. el enfoque de asistencia social.<br />

Para la metodología, se establecieron criterios que definen la trascendencia de la política<br />

pública respecto a esta problemática, como la importancia en la agenda de gobierno, la<br />

comparación de los objetivos planteados y los resultados obtenidos, entre otros. Determinan<br />

que los elementos de la política pública enfocada a la población desplazada son la<br />

prevención y la protección de los derechos, la descentralización de la gestión, la Atención<br />

Humanitaria de Emergencia (AHE) y el restablecimiento de la población; y el éxito o<br />

fracaso de las medidas tomadas en cada elemento depende del manejo de recursos<br />

financieros, el grado de información de los derechos y oferta de servicios de atención,<br />

incluyendo el manejo operativo del Sistema Único de Registro (SUR).<br />

El estudio arroja resultados como:<br />

• La necesidad de que la integralidad de la política deba propender a un balance entre<br />

los distintos componentes de ella. De aquí se desprende la estructuración sectorial<br />

de la oferta del Estado, que se analiza desde los niveles territoriales y la estructura<br />

sistémica de esta.<br />

• El funcionamiento del Sistema Nacional de Atención Integral a la Población<br />

Desplazada por la violencia (SNAIPD), loscomités departamentales y municipales,<br />

la Red Nacional de Información y el Sistema Único de Registro, aunque dan luces<br />

de esfuerzos por institucionalizar los sistemas de información aún no poseen una<br />

adecuada cobertura de la población y en varios casos no proporcionan suficiente<br />

información y técnicamente confiable sobre las características de la población.<br />

52 Para profundizar en este tipo de análisis se puede acudir a: “Desplazamiento forzado interno en Colombia”.<br />

Observatorio de Coyuntura Socioeconómica, CID. N°12 Septiembre de 2002; ACNUR. “Balance de la<br />

política de atención al desplazamiento interno forzado en Colombia 1999-2002”. Bogotá, 2002; Secretariado<br />

Nacional de Pastoral Sociales. “Aproximaciones teóricas y metodológicas al desplazamiento de población en<br />

Colombia”. Editorial Kimpers. Bogotá, 2001.<br />

30


• Respecto a la descentralización, se resaltan los logros de la gestión de la RSS que se<br />

reflejan en la ejecución de los proyectos, los cuales son ejecutados por las ONG’s y<br />

organizaciones eclesiásticas a través de un esquema de administración delegada<br />

mediante convenios, desarrollando para ello la formulación de los lineamientos<br />

programáticos y de las reglas del juego que enmarcan tales convenios. Sin embargo,<br />

aún persisten factores que obstaculizan la descentralización de la política y la<br />

participación de la sociedad civil, como la falta de compromiso de las<br />

administraciones territoriales en la participación de programas y proyectos de este<br />

tipo; la gestión de la política pública altamente centralista y centralizada, en la<br />

práctica, y, la ausencia de espacios y de procesos sistemáticos y sostenidos para la<br />

participación de la sociedad civil y, en particular, de las organizaciones de<br />

desplazados en la formulación de políticas gubernamentales, en su seguimiento y<br />

evaluación; la fragmentación sectorial de los programas de atención a nivel<br />

departamental y municipal que reflejan la falta de coordinación entre las distintas<br />

instituciones.<br />

• Para la prevención, los documentos Conpes y el Sistema de Alertas Tempranas<br />

sustentan la importancia de este proceso, a pesar de su poca operatividad.<br />

• La Atención Humanitaria de Emergencia presenta avances importantes en cuanto al<br />

diseño e instrumentación de la atención, creación de capacidad institucional de<br />

respuesta, oportunidad en la misma y volumen de inversión, diferenciación en las<br />

ayudas; pero, desde las regiones, la contratación de las entidades operadoras es<br />

percibida como lenta y engorrosa, lo cual implica que aunque estén disponibles los<br />

recursos, la respuesta en el terreno se hace demorada.<br />

• En el caso del restablecimiento de la población interna desplazada se contrasta la<br />

formulación programática y ejecución de la política, los programas de retorno, los<br />

programas de reubicación urbana y rural y su pleno desarrollo que dependen de la<br />

estabilización socio-económica, el acceso a tierras y la seguridad de tenencia, y<br />

salud y educación; de esto resulta que aún existen diferencias de tipo estructural y<br />

estratégico entre la formulación conceptual y la práctica.<br />

Según el documento, el componente de protección es, junto con la prevención, el elemento<br />

más débil de la política 53 . Dentro de los estudios las críticas más reiteradas son las que<br />

tienen que ver con el carácter asistencialista de la Ley; el lento avance hacía una política<br />

integral de atención a las víctimas; un débil marco preventivo que ataque las causas del<br />

desplazamiento y no el desplazamiento en sí mismo; las políticas actuales, que no<br />

consideran las reparaciones de las cuales debería ser objeto las personas afectadas.<br />

53<br />

ACNUR. “Balance de la política de atención al desplazamiento interno forzado en Colombia 1999-2002”.<br />

Bogotá, 2002. pg. 158.<br />

31


5. Propuestas de política pública sugeridas por la academia y por las instituciones que<br />

hacen seguimiento y atención a la población desplazada<br />

Antes de exponer las recomendaciones que se han hecho en diferentes fuentes consultadas<br />

para elaborar este balance bibliográfico, deseamos aclarar que hemos recogido sólo las<br />

propuestas más reiterativas que aparecen en informes generales donde se evalúa la política<br />

pública sobre desplazamiento.<br />

i) A finales de 1999, en Bogotá, se realizó el simposio Efectos psicosociales y culturales<br />

del desplazamiento, en el cual Fabio Rivas expuso la necesidad que tiene la sociedad<br />

colombiana de poseer una salud mental, esto como objetivo de la salud pública del país.<br />

Argumenta que a diferencia de los desastres naturales, en los que el efecto de salud mental<br />

suele ser pasajero, en las “emergencias complejas”, como él llama al caso de<br />

desplazamiento forzoso, hay gran afectación, sobre todo entre los menores. En estas<br />

situaciones los problemas mentales no se superan fácilmente, ni en poco tiempo y debido a<br />

su magnitud, la respuesta quizá tampoco deba darse al nivel individual, que es donde<br />

mayores fortalezas puede tener la psiquiatría y la psicología, así que es necesario<br />

incursionar en la salud pública y sobre todo en la salud (no en la enfermedad) mental.<br />

El autor define la salud como la magnitud en que un individuo o grupo pueden, por una<br />

parte, realizar sus aspiraciones y satisfacer sus necesidades y, por otra, cambiar su entorno<br />

o afrontarlo. En esta definición no aparecen ni la enfermedad, ni el bienestar; tampoco se<br />

hace énfasis en el individuo y, aparte de la satisfacción de las necesidades, se reconoce el<br />

papel protagónico de la persona o la comunidad en lo referente al cambio del entorno.<br />

Aquí, no hay divorcios entre lo físico, lo mental y lo social, lo cual es fundamental; la salud<br />

no sólo es la del individuo, incluye también a la sociedad y al ambiente.<br />

Luego de una serie de estadísticas sobre el conflicto armado en el país, se explica la<br />

trascendencia de la salud mental dentro de la población afectada y se afirma que las ayudas<br />

actuales no contemplan esta dimensión de la salud en las víctimas, siendo imperativo<br />

incluir este componente de atención psico-social en los programas de atención de personas<br />

en situación de desplazamiento.<br />

El desplazamiento epidemiológicamente corresponde a las llamadas emergencias complejas<br />

y puede ocasionar diferentes grados de trastorno mental. En la tención de las víctimas por<br />

lo mismo es importante conocer cuáles son los factores de riesgo para problemas mentales<br />

que puedan presentarse a largo plazo o frente a patologías psíquicas de mayor severidad. Es<br />

necesario determinar qué instituciones pueden contribuir a mitigar estos efectos, cuáles son<br />

las intervenciones más efectivas en las etapas tempranas de respuesta al trauma para<br />

aminorar los efectos a largo plazo y qué necesidades de atención psicológica requieren las<br />

personas y colectivades. Se recomienda de la misma manera interpelar a las agencias<br />

nacionales e internacionales y a los organismos no gubernamentales que prestan la ayuda<br />

humanitaria, para incluir en sus programas el componente de atención psico-social,<br />

32


eplicando y difundiendo las experiencias en salud mental que han tenido, aún las de<br />

resultados no exitosos, para aprender de ellas 54 .<br />

ii) El Secretariado Nacional de Pastoral Social y la Conferencia Episcopal de Colombia en<br />

convenio con la Universidad de Antioquia publicaron en 2001, los resultados de una<br />

investigación sobre el desplazamiento forzado en Antioquia, en la cual se perfilaron<br />

alternativas para mejorar la situación de la población desplazada en el departamento 55 .<br />

La propuesta se sustenta en un consolidado análisis sobre la dinámica del conflicto armado<br />

ebn la región y de las diferentes perspectivas desde dónde puede interpretársele. A partrir<br />

de esta comprensión y con el objetivo de superar la fenomenología del desplazamiento y<br />

entrar a una verdadera dimensión “hermenéutica” de los casos, se expone que una política<br />

pública coherente para los desplazados se debe diseñar con base en los siguientes ejes<br />

interrelacionados: lo económico, lo social, lo político y lo ético.<br />

El primer eje se refiere a la estabilización socioeconómica. Se trata de una obligación<br />

estatal consignada en la Ley 387/97 que tiene que ver con la adopción de medidas eficaces<br />

para lograr la reposición material de las pérdidas que han sufrido las personas desplazadas y<br />

para mitigar la situación de desamparo luego del abandono de sus viviendas, trabajos y<br />

pertenencias. La estabilización socio-económica debe contar con el consentimiento<br />

autónomo del desplazado, evitando presiones que conduzcan a retornos sin garantías y<br />

respetando su derecho a escoger el sitio para su reubicación.<br />

El segundo eje de una política bien concebida para los desplazados, atiende al necesario<br />

reconocimiento social que demandan las heridas morales, las pérdidas afectivas y los<br />

desarraigos. Este reconocimiento es necesario para recuperar la dignidad que se pierde o se<br />

lesiona por los sufrimientos, las humillaciones y todas las situaciones de que fueron<br />

víctimas las personas desterradas, lo cual implica un efectivo acceso a la justicia. Se<br />

prentende con las acciones de este tipo, devolverles a las víctimas el respeto al que tienen<br />

derecho y el sentido a pertenecer a un colectivo nacional y regional, en otras palabras, la<br />

construcción de identidades sociales desde las cuales se pueda demandar su inclusión.<br />

Al lado de respuestas que buscan la reparación material y moral de las víctimas, el tercer<br />

eje de las acciones públicas reclama la inclusión política, entendida como el derecho a tener<br />

derechos, a exigir protección del Estado, a participar de la vida pública y a recuperar el<br />

ejercicio pleno de los derechos humanos y de la ciudadanía 56 .<br />

54 Rivas Muñoz, Fabio. “La salud mental en el contexto de violencia y desplazamiento forzoso en Colombia:<br />

un desafío a la salud pública hoy y mañana”. En: Efectos psicosociales y culturales del desplazamiento.<br />

Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. 2000.<br />

55 Para profundizar en el perfil del desplazamiento en Colombia consultar el capítulo 1 de: Secretariado<br />

Nacional de Pastoral Sociales. “Aproximaciones teóricas y metodológicas al desplazamiento de población en<br />

Colombia”. Editorial Kimpers. Bogotá, 2001.<br />

56 Marco Romero ha cuestionado la idea de que a los desplazados se les coonsidere como ciudadanos, cuando<br />

precisamente su desarraigo significa es la negación de toda condición de ciudadanía. La ciudadania en<br />

términos democráticos indica el goce pleno de los derechos humanos y la población en situación de<br />

desplazamiento lo que menos tiene es el ejercicio de los derechos. Romero, Marco. “Desplzamiento forzado,<br />

33


iii) Dentro del balance de la política de atención al desplazamiento efectuado por ACNUR<br />

del período 1999-2002, se describen cinco temas como retos de la política estatal hacia el<br />

futuro, estos son: la adecuación de la política a las nuevas situaciones; la integralidad de la<br />

política; la flexibilización del esquema; la adopción de una política de Estado y no sólo de<br />

gobierno y, el reconocimiento explícito de una perspectiva de derechos y no de pura<br />

asistencia social.<br />

La adecuación de la política a las nuevas situaciones: Debido a la intensificación del<br />

conflicto y a su expansión geográfica, el índice de retorno y las expectativas de retorno por<br />

parte de la población desplazada han disminuido. Esto impone la necesidad de analizar con<br />

más cuidado esta prioridad de la política y estimar objetivamente hasta dónde y en qué<br />

regiones del país el Estado podrá, efectivamente, garantizar las condiciones de seguridad y<br />

estabilidad necesarias para hacer factibles y sostenibles dichos retornos y relocalizaciones<br />

rurales.<br />

Existen nuevas modalidades de expulsión de la población, como el desalojo planeado de<br />

localidades enteras por parte de los actores armados, quienes obligan a las comunidades a<br />

trasladarse masivamente bajo su vigilancia y a permanecer en un sitio distinto al de origen:<br />

“es claro que para enfrentar estas nuevas modalidades deben revisarse los actuales<br />

esquemas de acción y desarrollar nuevas alternativas, comenzando por fortalecer las<br />

medidas de prevención y de protección de la población, revisando los criterios y<br />

procedimientos para la declaración y el registro (en el caso interveredal, por ejemplo) y,<br />

obviamente, desarrollando modalidades y protocolos para la AHE, nuevas y específicas<br />

para estos casos.” 57<br />

La integralidad de la política: Es necesario fortalecer y ampliar la implantación en la<br />

práctica, del principio de la integralidad de la atención, en todos y cada uno de los<br />

componentes. Esto es hacer efectivo el principio según el cual, ante todo es más importante<br />

tratar de garantizar la protección de los derechos de la población y evitar su<br />

desplazamiento, que atender de manera remedial los efectos del mismo, mediante la<br />

atención de la emergencia y la post-emergencia.<br />

La flexibilización del esquema: Es conveniente incorporar un enfoque diferencial dentro<br />

de cada uno de los componentes, que permitan atender las necesidades específicas de cada<br />

grupo, tales como mujeres, niños, ancianos, indígenas y afrocolombianos. Además,<br />

introducir esquemas de descentralización y desconcentración de la política, que permitan<br />

además de acercar las decisiones al nivel en el cual se generan las necesidades, lograr un<br />

mayor protagonismo y, por tanto, mayor compromiso de los actores locales y regionales en<br />

la formulación, ejecución y evaluación de la política pública.<br />

conflicto y ciudadnía democrática”. En: Varios Autores. Destierro y Desarraigos. Memorias del II Seminario<br />

Internacional Desplazamiento: Implicaciones y Retos para la Gobernabilidad, la Democracia y los Derechos<br />

Humanos. CODHES; OIM. Bogotá, mayo de 2003.<br />

57<br />

ACNUR. “Balance de la política de atención al desplazamiento interno forzado en Colombia 1999-2002”.<br />

Bogotá, 2002. pg. 163.<br />

34


Política de Estado y no sólo de gobierno: Se requiere que la prevención y la atención al<br />

desplazamiento se inscriba dentro de una política de Estado que garantice el cumplimiento<br />

de la responsabilidad de este en su conjunto y no sólo del Ejecutivo.<br />

Reconocimiento en la práctica del enfoque de derechos y superación de la pura<br />

asistencia social: El derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación de los derechos<br />

conculcados, deben ser reconocidos a la población desplazada no sólo nominalmente, sino<br />

con inversión y con capacidad de respuesta institucional efectiva, cruzando el sendero de la<br />

convencional asistencia social a grupos vulnerados 58 .<br />

iv) El Observatorio de Coyuntura Socioeconómica (OCSE), en su boletín de septiembre de<br />

2002, publicó un análisis sobre el fenómeno del desplazamiento con base en fuentes<br />

secundarias e información estadística. En el trabajo se perfila la población desplazada, se<br />

hace un análisis sobre los sistemas de medición y por último se analiza el impacto de la<br />

política pública y se resaltan aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de formular las<br />

políticas que beneficien a los desplazados.<br />

De este modo, se plantea:<br />

• Mejoramiento de información, en cuanto a cobertura y calidad y mejorar el sistema<br />

de registro, con el fin de agilizar la ayuda a la población.<br />

• Elaborar políticas dirigidas a los menores de 18 años que representan más del 50%<br />

de los desplazados; asegurar educación para los jóvenes y garantizar acceso a<br />

nutrición y salud a los más pequeños.<br />

• Capacitación de docentes de los colegios, para un manejo adecuado de los menores<br />

en esta situación. Además, fomentar campañas educativas orientadas a la no<br />

estigmatización del desplazado.<br />

• Brindar educación técnica a los adultos que, en la mayoría de los casos, provienen<br />

de zonas rurales y no cuentan con las destrezas para conseguir empleo en las<br />

ciudades.<br />

• En salud, afiliar los hogares desplazados al régimen subsidiado.<br />

• Restaurar el derecho de los desplazados sobre sus posesiones, como la tierra y<br />

garantizar el acceso a la vivienda en su lugar de origen, o en zonas de<br />

reasentamiento.<br />

• Garantizar seguridad a los desplazados en las situaciones en que se pueda lograr su<br />

reasentamiento o reubicación.<br />

58 En este mismo sentido verse: Celis, Andrés. La política pública de atención a la población desplazada y la<br />

necesidad de incorporar un enfoque de derechos en su formulación y ejecución. En: Varios Autores. Destierro<br />

y Desarraigos. Memorias del II Seminario Internacional Desplazamiento: Implicaciones y Retos para la<br />

Gobernabilidad, la Democracia y los Derechos Humanos. CODHES; OIM. Bogotá, mayo de 2003.<br />

35


• En cuanto a la generación de ingresos, deben crearse empleos para los desplazados,<br />

quizás mediante programas especiales, o la articulación a los programas de empleo<br />

de emergencia del gobierno.<br />

• Incluir dentro del presupuesto nacional un rubro más significativo para los<br />

programas de ayuda a los desplazados.<br />

• Generar políticas que contribuyan a reconstruir una identidad individual y social de<br />

la población desplazada.<br />

Finalmente, “para lograr estos objetivos, se debe fortalecer la red institucional de apoyo a la<br />

población desplazada, definiendo claramente el papel de cada entidad que la conforma y los<br />

métodos de evaluación de la gestión de cada una de ellas.” 59<br />

v) Las Zonas de Reserva Campesina (ZRC), son una herramienta para la posible solución<br />

del desplazamiento; varios autores resaltan su importancia, aunque no desarrollen la<br />

propuesta. Dada la reiteración en este tema, se presenta a Darío Fajardo como uno de los<br />

académicos más específicos sobre las ZRC y la vinculación de la población desplazada a<br />

éstas.<br />

Con el objetivo de estabilizar la frontera agraria, la figura de las ZRC, contenida en la Ley<br />

160 de 1994 en el capítulo XIII dedicado a la colonización, se establece como destinada a<br />

fomentar y estabilizar las economías campesinas, así como evitar la concentración de la<br />

propiedad territorial. 60<br />

Fajardo se refiere a la población rural desplazada como un caso especial, distinto al de los<br />

colonos en el cual además de la asistencia básica, se debe apoyar su organización y el<br />

desarrollo de reservas campesinas como una modalidad de asentamiento, preferentemente<br />

en el caso de los retornos a habitats ya conocidos. Apoyar la organización, ya que las ZRC<br />

poseen el componente estratégico del reconocimiento y fortalecimiento de las<br />

organizaciones campesinas como gestoras de éstas; y modalidad de asentamiento contenido<br />

dentro de una política de tierras efectiva, justificada en la democratización y<br />

racionalización del acceso a la propiedad, además de una protección efectiva de los<br />

recursos naturales.<br />

Se asegura la viabilidad de la propuesta, reiterando que además de las ZRC es necesaria la<br />

seguridad que se brinde a la población desplazada en el lugar de asentamiento, de la mano<br />

de una firme política de distribución de tierras.<br />

Así, “al analizar las experiencias logradas, en particular bajo la mira de la utilidad que<br />

puedan ofrecer las ZRC como instrumento de prevención de los desplazamientos forzados,<br />

es necesario reiterar que las comunidades en las cuales se adelanta y prevé adelantar la<br />

organización de reservas campesinas cuentan con niveles de organización que pueden ser<br />

fortalecidos para mejorar su capacidad autogestionaria, pero ello no impide las agresiones<br />

59<br />

“Desplazamiento forzado interno en Colombia”. Observatorio de Coyuntura Socioeconómica, CID. N°12<br />

Septiembre de 2002, Pg. 19<br />

60<br />

Fajardo, Darío. “Las Zonas de Reserva Campesina: primeras experiencias”, en: www.foroambiental.org.co.<br />

Bogotá, abril de 2000.<br />

36


dirigidas contra ellas y encaminadas a su desplazamiento. Solamente una acción decidida<br />

del Estado, encaminada a evitar y prevenir la concentración de la propiedad de la tierra y<br />

demás recursos puede impedir estas agresiones. Solamente esta voluntad política<br />

proporcionaría a las ZRC capacidad como instrumento para prevenir los desplazamientos<br />

forzados, al lado de la existencia de una política efectiva de tierras que afiance a eventuales<br />

colonos en sus áreas de origen.” 61<br />

Una idea implícita dentro de este planteamiento, es la de la seguridad alimentaria como<br />

argumento básico para diseñar la política, calificando de imprescindible el bienestar de la<br />

población en cuestión de nutrición para el desarrollo de una nación; de este modo, si el<br />

desplazamiento despoja a los campesinos de sus tierras, dejando abandonados sus cultivos:<br />

¿cuál será el futuro de la seguridad alimentaria del país?.<br />

5. Conclusiones: vacíos y retos de la producción teórica<br />

Del balance bibliográfico practicado se puede concluir que los estudios existentes sobre el<br />

fenómeno se han diversificado y dan cuenta del desplazamiento en sus diversas<br />

manifestaciones y dimensiones, incluso avanzándose significativamente en los estudios de<br />

caso, particularmente los que contemplan la perspectiva regional. Se presentan avances en<br />

los estudios con enfoques diferenciales (género, etnia, etáreos, etc), permitiendo ver el<br />

problema desde una escala más cercana a la realidad de los afectados, lo cual serviría para<br />

la formulación de políticas públicas adecuadas.<br />

Se constata que en la producción teórica de la última década sobre el desplazamiento se ha<br />

recurrido de manera reiterada a los anáisis diagnósticos de la situación humanitaria y en la<br />

precariedad de las respuestas en la acción estatal, bajo un marcado enfoque en derechos<br />

humanos, lo que hace que se evidencie una “saturación” en las explicaciones y en la<br />

formulación de las propuestas. Este comportamiento teórico es comprensible dada la<br />

gravedad que entraña el problema, pero tiene el inconveniente que estandariza la<br />

interpretación, la llena de “lugares comunes” y vuelve las explicaciones y propuestas<br />

circulares, con un bajo impacto respecto de las respuestas estatales que se desean lograr.<br />

Se percibe en los estudios de interpretación del desplazamiento y de sus impactos sobre los<br />

individuos, la familia y las comunidades la presencia de una variedad de disciplinas<br />

sociales que aportan a una comprensión más integral del fenómeno, por ejemplo, existen<br />

análisis antropológicos, psicológicos, sociológicos, pedagógicos, jurídiscos y económicos,<br />

etc. que abordan distintas dimensiones del fenómeno. Aunque estos análisis avanzan de<br />

manera focalizada, generalmente asociados a estudios de caso, no es fácil encontrar trabajos<br />

de carácter interdisciplinario.<br />

Por el lado de los estudios sobre las políticas públicas para la población desplazada, la<br />

mayoría alude a una proliferación de tipo normativo, evidenciada en la configuración de un<br />

marco legal e institucional que atribuye competencias en las diferentes fases del<br />

desplazamiento, pero que adolece de un problema estructural ligado a la falta de recursos, a<br />

61 Ibid<br />

37


la falta de coordinación interinstitucional y a la ineficacia en las medidas sobre prevención,<br />

protección, atención humanitaria y estabilización de la población desplazada.<br />

Se constata igualmente la falta de participación de los desplazados en el diseño, ejecución y<br />

evaluación de la intervención estatal frente al problema que los afecta. Sus organizaciones<br />

no son tenidas en cuenta como interlocutores de las autoridades responsables de llevar a<br />

cabo las políticas sociales en esta materia, por lo cual las relaciones entre ambos actores son<br />

de tipo conflictivo, y de parte de las organizaciones de desplazados se desarrolla una lógica<br />

de acción en términos de resistencia política y de exigibilidad social y legal de los derechos<br />

de las víctimas.<br />

Pese a que la intervención estatal se presenta como ejecución de una política pública<br />

técnicamente concebida, los estudios advierten, sin embargo, que no existe una voluntad<br />

política dirigida a abordar el problema desde sus causas estrechamente ligadas al conflicto<br />

armado, ni una acción pública con criterios de cobertura, universalidad y eficiencia, bajo<br />

enfoques diferenciales por género, generación, etnia, discapacidades y opción sexual, entre<br />

otros.<br />

Frente a estos avances y debilidades de los estudios sobre el desplazamiento, la academia y<br />

la producción teórica institucional tiene la responsabilidad de buscar “líneas de fuga” para<br />

avanzar en la comprensibilidad del fenómeno y encontrar soluciones novedosas y viables al<br />

mismo. Se trata de salirse del núcleo duro de los análisis vigentes, que han recaído en<br />

explicaciones reiterativas, para introducir nuevas perspectivas analíticas, temáticas y<br />

metodológicas que renueven el mapa conceptual sobre el desplazamiento. Algunos retos en<br />

este sentido son:<br />

-Dado que las principales víctimas del desplazamiento forzado son sectores sociales ligados<br />

de manera existencial y cultural a la tierra y a la territorialidad, y que el fenómeno se<br />

encuentra ligado a la estructura agraria conflictiva del país, en un primer plano, los nuevos<br />

análisis deberían preocuparse por determinar el estado social, económico y jurídico de las<br />

tierras abandonadas por los desplazados. Estos análisis deben dar cuenta entre otros<br />

aspectos de:<br />

a) La nueva configuración en materia de usos y tenencia del suelo en las regiones y<br />

territorios donde ha habido expulsiones forzadas de población;<br />

b) Las estructuras y mecanismos institucionales mediante los cuales se consolidan<br />

legalmente los despojos y el tránsito entre las distintas formas de titularidad de los bienes<br />

inmuebles.<br />

c) Las estructuras de poder y los intereses que están implicados en las nuevas formas de<br />

configuración de la tenencia de la tierra tras el proceso histórico de desplazamiento forzado,<br />

así como sus relaciones con propuestas de ordenamiento territorial del país y planes de<br />

desarrollo regional.<br />

d) Los cambios en la estructura productiva del país y las maneras cómo deben garantizarse<br />

el acceso a la propiedad rural y el derecho a la soberanía alimentaria.<br />

38


-Los aportes teóricos deben encaminarse a consolidar una tendencia en los estudios sociales<br />

de carácter interdisciplinario centrados en análisis de carácter regional, que den cuenta de<br />

las dinámicas y lógicas profundas del conflcito armado y del desplazamiento en el país. En<br />

este sentido se deben priorizar los estudios de caso que faciliten trabajos de carácter<br />

empírico a nivel demográfico, catastral, sociológico, económico, etc. Interpretaciones con<br />

estos énfasis son necesarias para hacer evaluaciones cualitativas del fenómeno, proyectar<br />

políticas sociales acertadas y evitar las generalizaciones.<br />

-También merece la atención adelantar estudios de política criminal y criminologia critica<br />

con base en los cuales se analicen las razones y los mecanismos que consolidan la grave<br />

impunidad frente al delito del desplazamiento forzado en Colombia.<br />

-Las propuestas teóricas deben aportar claridad conceptual sobre el sentido, el diseño y la<br />

ejecución de políticas públicas para situaciones de emergencia social, que incluyan el<br />

análisis de métodos de planeación participativa situacional y de otros enfoques similares<br />

que involucren a las víctimas. También deben plantear formas viables de intervención<br />

estatal que vayan solucionando aspectos concretos del problema del desplazamiento,<br />

superando las talanqueras en las cuales suelen justificarse las autoridades para evadir las<br />

responsabilidades, como aquella que arguye la falta de disponibilidad de recursos. Vale la<br />

pena profundizar también la perspectiva de propuestas de política pública como medio de<br />

realización de los derechos humanos de la población desplazada<br />

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