Revista ADITI Nº I-12 Sep.2004 - Juan Carlos Garcia
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<strong>Revista</strong> Metafísica <strong>ADITI</strong>. Año I. <strong>Nº</strong> <strong>12</strong> / Septiembre 2004 19<br />
¿DÓNDE ENCONTRAR<br />
LA VOLUNTAD?<br />
ás allá de lo real e irreal, más<br />
allá del tiempo y del espacio,<br />
más allá de los velos de la ilusión<br />
con que Maya nos cubre, existe un<br />
Poder que está latente en el Universo, que<br />
hace que todo marche, que pone en movimiento<br />
a la Manifestación, esa Fuerza<br />
es la VOLUNTAD.<br />
Todos hemos leído bastante acerca<br />
de su importancia, no insistiremos en ello.<br />
Pero tal vez lo que sí nos interese más es<br />
¿cómo llegar hasta ella? pues conociendo<br />
la verdadera naturaleza de lo que buscamos,<br />
podremos dirigir el rumbo de<br />
nuestra búsqueda. ¿Dónde encontrar la<br />
VOLUNTAD? ¿Hacia dónde buscarla?<br />
Entiendo que la Voluntad es algo más que<br />
el empeño puesto sobre algo a conseguir.<br />
Podremos estar encaprichados con alguna<br />
idea peregrina, con algún tipo de moda<br />
o hábito mental y rendir nuestras energías<br />
a sus pies. No por ello estaremos<br />
ejerciendo la VOLUNTAD.<br />
Una vez más hay que mirar hacia<br />
dentro. Toda la capacidad que se desarrolle<br />
para poder manipular directamente<br />
el mundo externo e intentar cambiarlo<br />
no es nada comparado con la que florecería<br />
al poner en marcha la energía para<br />
cambiar el mundo interno. En esa dirección<br />
es donde podemos buscar y encontrar<br />
la Voluntad. Por otro lado, si se intenta<br />
transformar el mundo externo para<br />
adaptarlo a nosotros, estaremos trabajando<br />
el deseo. Si nos proponemos una<br />
Por Elisa Macías<br />
transformación interna real que nos permita<br />
adaptarnos al mundo, y una vez<br />
adaptado a él, intentar embellecerlo y armonizarlo<br />
en aquella parte en la que el<br />
ser humano lo degrada y lo desnaturaliza,<br />
sólo entonces estaremos trabajando<br />
la Voluntad. Desde siempre se ha enseñado<br />
que la Voluntad no es personalista,<br />
no busca satisfacer la personalidad. La<br />
Voluntad busca realizarse en lo impersonal,<br />
sembrando todo nuestro entorno<br />
de lo que en cada momento podamos<br />
entender y percibir como más bello, justo<br />
y bueno.<br />
Entendiendo que el camino que lleva<br />
hacia la tan anhelada Voluntad se dirige<br />
hacia dentro y no hacia fuera, nos<br />
detendremos en los diferentes planos o<br />
facetas humanas en las que podemos reconocer<br />
la Voluntad, a través de diferentes<br />
ropajes o vehículos humanos. Podemos<br />
reconocer la Voluntad allí donde se<br />
manifieste porque hemos aprehendido su<br />
naturaleza, y las apariencias no nos van<br />
a distraer de nuestro objetivo.<br />
La Llama de la VOLUNTAD se manifiesta<br />
en todos y cada uno de los planos<br />
de la naturaleza humana, atravesándolos<br />
y vivificándolos. Nosotros la hemos<br />
nombrado de diferentes modos según<br />
apliquemos nuestra atención hacia un<br />
plano u otro, pero sigue siendo siempre<br />
la misma Llama Divina.