Revista ADITI Nº I-12 Sep.2004 - Juan Carlos Garcia
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<strong>Revista</strong> Metafísica <strong>ADITI</strong>. Año I. <strong>Nº</strong> <strong>12</strong> / Septiembre 2004 33<br />
CONSULTORIO METAFÍSICO<br />
Dos casos domésticos<br />
omo un día cualquiera me disponía<br />
a ir al trabajo. Temprano al<br />
levantarme le pedí a mi Presencia<br />
que guiara mis pasos ese día, que fuese<br />
Ella la hiciera las cosas y no yo. Cogí<br />
la guagua y cuando llegué a la parada<br />
donde me bajaba me di cuenta de que no<br />
tenía dinero para volver a casa. Supe que<br />
no tenía dinero cuando fui a comprar un<br />
bono-guagua, en fin que ni dinero ni bono<br />
para regresar. El volver caminando suponía<br />
como media hora y después del<br />
trabajo se hace cansado. En ese momento<br />
me dije: «Da igual, no me voy a poner<br />
nerviosa y ya todo se solucionará».<br />
Curiosamente ese día había llegado antes<br />
que de costumbre y por el camino,<br />
ya casi llegando, me tropiezo con una<br />
ra época de exámenes y, en la hora<br />
del desayuno, antes de ir al colegio,<br />
le comentó a su madre que tenía un<br />
examen de inglés y no había estudiado<br />
nada. El chiquillo estaba lógicamente<br />
preocupado y quería que su mamá le<br />
ayudara de alguna forma. Lo cierto es<br />
que ésta pensó en un primer momento<br />
que se lo tenía merecido por no estudiar,<br />
pero luego le dijo: «Oye, ¿has pensado<br />
en pedirle ayuda a tu Presencia YO SOY?<br />
Ya sabes que siempre está contigo y si<br />
está en armonía nos concede lo que le<br />
pedimos».<br />
Cuando salió para el colegio iba decidido<br />
a seguir el consejo de su madre.<br />
Por María Jesús Pérez<br />
amiga. Como iba sobrada de tiempo<br />
acepté la invitación de mi amiga a tomarme<br />
un café, así que fuimos a una<br />
cafetería cercana a mi trabajo. Cuando<br />
ella se dispone a pagar ve que tiene dos<br />
bonos-guagua en su cartera y me dice:<br />
«Oye, mira tengo dos bonos, te regalo<br />
uno». Quedé sorprendida ¡se me había<br />
solucionado el problema para regresar<br />
a casa! Después me hizo pensar y ver<br />
que no podía sorprenderme pues los canales<br />
o caminos que utiliza la Divinidad<br />
son insospechados, además al haberme<br />
relajado y estar tranquila no puse ninguna<br />
“barrera” para que llegara la ayuda.<br />
Sólo pude decir ¡GRACIAS PADRE!<br />
Al regreso venía muy contento, con la<br />
cara iluminada. Su madre sorprendida<br />
le pregunta: «¿Te salió bien el examen<br />
que estás tan contento? ¿Has hecho lo<br />
que hablamos esta mañana?» El niño le<br />
responde: «Mamá, sí que lo hice, le dije<br />
a mi Presencia que me ayudara para<br />
que todo saliese perfecto —lo que nunca<br />
ha sabido su mamá es como fue ese<br />
decreto— y ¿sabes qué pasó? ¡Qué la<br />
profesora de inglés no pudo venir hoy y<br />
el examen se suspendió hasta dentro de<br />
dos días!» Bueno, se le había concedido<br />
otra oportunidad para que lo hiciera bien,<br />
cosa que hizo porque el examen lo aprobó<br />
con muy buena nota. ☺