Revista ADITI Nº I-12 Sep.2004 - Juan Carlos Garcia
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<strong>Revista</strong> Metafísica <strong>ADITI</strong>. Año I. <strong>Nº</strong> <strong>12</strong> / Septiembre 2004 31<br />
Milagros de Hoy<br />
Brother Bill<br />
EPISODIO DEL GUARDAFANGO ABOLLADO<br />
«El intelecto es la maquinaria que hace posible absorber la inteligencia.<br />
Muchas veces un individuo es educado más allá de su intelecto.<br />
Tú no eres educado cuando meramente eres un buen estudiante.<br />
Eres verdaderamente educado solamente cuando eres iluminado<br />
por la Verdad Interior.» —BROTHER BILL<br />
«Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres,<br />
de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras<br />
serás justificado, y por tus palabras serás condenado.»<br />
—MATEO <strong>12</strong>:36-37<br />
emasiadas veces la gente se da a<br />
sí misma por descontada, usa frases<br />
erradas, pregunta inapropiadamente;<br />
pregunta y toma la dirección<br />
equivocada; piensa que está mejor capacitada<br />
de hacer las cosas por sí misma,<br />
¡en vez de aflojar y permitírselo a<br />
Dios!<br />
Cuando hablo de gente me incluyo<br />
a mí mismo, como este episodio les mostrará<br />
de inmediato.<br />
Yo había comprado recientemente<br />
un automóvil nuevo. Era uno de aquellos<br />
con largos y amplios guardafangos<br />
traseros. Hasta ese momento no tenía raspaduras<br />
ni había sido chocado y, por<br />
supuesto, yo estaba tratando de mantenerlo<br />
así.<br />
En uno de nuestros viajes a la costa,<br />
nos detuvimos en un pueblo en el que<br />
había un hotel relativamente nuevo. Ahí<br />
pudimos dormir muy bien. En la mañana,<br />
pedimos al dependiente que nos re-<br />
❉ ❉ ❉<br />
comendara un buen Café. Él nos dirigió<br />
a uno en la calle principal, algunas cuadras<br />
adelante. Después de pagar la cuenta,<br />
nos dirigimos al Café y le pedimos a<br />
la “Presencia” un lugar perfecto para estacionar<br />
el auto.<br />
No tuvimos problemas en encontrar<br />
el Café, pero en la cuadra —la cual era<br />
una cuadra larga— no encontramos sitio<br />
para estacionar. Yo estaba manejando,<br />
giré en una esquina y tampoco encontré<br />
lugar. Mientras giraba de vuelta<br />
a la vía principal, encontramos un lugar<br />
desocupado, que evidentemente había<br />
sido desocupado mientras le dábamos la<br />
vuelta a la cuadra. Al cerrar el auto una<br />
vez estacionado, hice el Llamado por una<br />
pared de Luz para protegerlo ya que teníamos<br />
una buena cantidad de equipo con<br />
nosotros. Luego, procedimos en nuestro<br />
camino por la larga cuadra hacia el Café.<br />
Al llegar, entramos y encontramos<br />
que el único lugar disponible era una