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Y aquellos troesmas del tango - edUTecNe

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<strong>edUTecNe</strong><br />

Deja que de gozo lleno<br />

un argumento te cante.”<br />

Y AQUELLOS TROESMAS DEL TANGO - Eduardo Giorlandini<br />

Pero no es esta la tónica de la obra de Villoldo, sino costumbrista y lunfarda de acuerdo a la época,<br />

con una terminología sin cabra ni ganzúa, es decir sin violentar la expresión y no de tinte <strong>del</strong>incuencial.<br />

Un ejemplo están en su Diálogos, entre personajes que eran <strong>del</strong> tiempo aquel. Sobre<br />

ellos reiteramos un acorde ya escuchado: su carácter testimonial, descriptivo de tipos y costumbres<br />

de la vida arrabalera, plena de pintores-quismo, de comicidad, ingenuidad y salsa vital, que<br />

traduce su literatura popularista.<br />

VILLOLDO Y CARRIEGO<br />

Hablar acerca de la “presencia <strong>del</strong> lunfardo en Villoldo y Carriego” obliga a una conceptuación <strong>del</strong><br />

lunfardo, no solamente desde el punto de vista histórico sino actual; y es en tal sentido que no ha<br />

de reconocérsele sino como “presupuesto idiomático”, una de las cuatro sublenguas más ricas <strong>del</strong><br />

mundo y no “lenguaje de ocultación” como lo fue antiguamente, según algunos puntos de vista.<br />

De acuerdo a una concepción filosófica, el hombre está íntimamente vinculado a su circunstancia;<br />

el hombre de letras, en consecuencia, está ligado a un medio social y físico, como también a un<br />

tiempo y su modo de ser tiene características que, en cierta dimensión, son el producto de esos<br />

condicionamientos; algo similar sucede con el vocabulario.<br />

Una de las facetas de la obra, como prolongación de la personalidad <strong>del</strong> escritor y <strong>del</strong> poeta, consiste<br />

en la herramienta idiomática usada para la creación. Siendo este aspecto el tema cardinal<br />

de mi comentario, debo expresar que Villoldo es flor y Carriego es flor y tiene también la impronta<br />

de la amargura <strong>del</strong> fruto. La obra de Villoldo y de Carriego es sencillista, costumbrista, muestra<br />

el individualismo y los hechos de infra-historia, los pequeños hechos de la vida cotidiana, en la<br />

misma época, en el mismo sitio. Es igual el canto, en general, pero difiere en que Villoldo tiene<br />

el sello de la alegría, de la picardía, transpira la substancia de la picaresca; la de Carriego refleja<br />

ciertos sinsabores y tribulaciones. Pero ambos esgrimen el idioma <strong>del</strong> pueblo, <strong>del</strong> medio, porque,<br />

de alguna manera, las palabras son hijas de la tierra, creación <strong>del</strong> pueblo, <strong>del</strong> espíritu <strong>del</strong> pueblo.<br />

Villoldo, que nace en la pobreza y conoce muchos oficios y gentes, aprehende el idioma vivo <strong>del</strong><br />

ámbito social donde está su vida engarzada. Carriego no lo desdeña. Ambos conocen el arrabal<br />

y su parla, pero Carriego no prescinde de las voces <strong>del</strong> compadre, <strong>del</strong> arrabalero, <strong>del</strong> lunfardo, tal<br />

como se conocen en el mester de lunfardía. El hombre de Villoldo es más gaucho; el de Carriego<br />

más suburbano; en los dos está presente el gaucho y el arrabalero. Nótese que ninguno de los<br />

dos está atado a tecnicismos idiomáticos, como no lo estuvieron los grandes de la literatura; son<br />

hombres libres, idiomáticamente y recogen lo peculiar, incluso el lenguaje.<br />

CARLOS GARDEL<br />

Los Catalanes y Gar<strong>del</strong><br />

Carlos Gar<strong>del</strong> estuvo varias veces en Cataluña, región <strong>del</strong> noreste de España; particularmente<br />

puntualizado, en Barcelona, una de las cuatro provincias de esa región, que la integra con las<br />

provincias de Gerona, Lérida y Tarragona.<br />

“El Zorzal Criollo”, uno de los epítetos de Gar<strong>del</strong>, había pensado que en España tenía posibilidades<br />

de hacer conocer su arte y conquistar públicos y así fue.<br />

En uno de sus viajes a España parte con su guitarrista José Ricardo y sin José Razzano, con<br />

quien todavía integraba el dúo, aunque también actuaba como solista. Va con la compañía Matil-

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