Revista FaltaEnvido – Año 2 – Num 4 – Junio 2011 - Kapiango
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Adiez años de gobierno y con tres periodos consecutivos,<br />
el kirchnerismo, con las cartas en la<br />
mesa, ha entrado en la ronda en que la historia<br />
le exige cantar Falta Envido. Las corporaciones<br />
mediáticas (en el lugar de la oposición política) mienten<br />
con las tres cartas de distinto palo y ya nadie les cree<br />
cuando arriesgan algo. Lo que antes podía implicar un sacrificio<br />
con los repetidos lockouts ideológicos de derecha,<br />
ahora son pasos firmes que da una sociedad entera, templada<br />
al calor de sus viejas rencillas, dispuesta a trazar el<br />
guión de su ruta, a timbrar su propia voz y decodificar las<br />
quebradizas ilusiones de poder y distinción con que han<br />
abrumado sus mañanas. Veamos, si no, la nacionalización<br />
de YPF y el nuevo impulso por la recuperación de las Islas<br />
Malvinas, aciertos que han logrado un apoyo masivo de la<br />
sociedad y, en menor medida, con un señero acompañamiento<br />
-aunque todavía no podamos predecir su devenir-,<br />
la reforma del Banco Central, el control de las importaciones<br />
y la concientización de la cultura del dólar, que desde<br />
hace décadas se nos había enquistado como ahorro inexorable.<br />
Nos estamos instruyendo en la defensa de nuestro patrimonio,<br />
individual y colectivo, y nos estamos educando en Soberanía,<br />
materia de Jardín de Infantes que nos obviaron a<br />
través de abstracciones y símbolos de cartulina. Hemos<br />
aprendido a comprendernos, por ejemplo, cuando tomamos<br />
conciencia de que la fuga de capitales atenta contra la soberanía<br />
de nuestra economía. Ahora bien, acechando burda<br />
y groseramente, el poder mediático de las corporaciones<br />
económicas aun tramita su resistencia manipulando con<br />
una saña inconmensurable los valores políticos que el pueblo<br />
en su conjunto defiende día a día con su cuerpo. Sin<br />
embargo, las consecuencias políticas que siempre se desprenden<br />
de la aplicación de medidas “fuertes” para los sectores<br />
históricamente privilegiados, redundan no solo en el<br />
campo simbólico de la remozada derecha que se victimiza<br />
ante cualquier dato que muestre su “naturaleza” económica,<br />
sino también en los deslizamientos ideológicos de<br />
las agrupaciones militantes del kirchnerismo. En este sentido,<br />
los efectos suelen jugarse en el campo de las contradicciones<br />
políticas que pueden cristalizarse (aunque no<br />
resolverse) en nuevas formas de organización popular, más<br />
vigorosas y consecuentes con los tiempos que vendrán. Tal<br />
vez la notable ausencia de oposición de partidos políticos<br />
sea uno de los motivos que provoque en la actualidad una<br />
mayor acentuación ideológica de los diversos y complejos<br />
posicionamientos de los sectores políticos que conforman<br />
el kirchnerismo, los cuales fueron la fuente de las mayores<br />
fortalezas y fragilidades desde que comenzó este proceso<br />
en el momento que Néstor Kirchner planteó la “transversalidad”.<br />
La etapa de una profundización del “modelo” de<br />
país conllevará, sin dudas, una disputa por la dirección<br />
práctica e ideológica de la conducción que garantice la continuidad<br />
del camino recorrido. ¿Cómo jugarán sus cartas<br />
las centrales obreras, los partidos políticos aliados y los colectivos<br />
sociales que mantienen su apoyo al gobierno nacional?<br />
¿Con qué fines y por dónde se movilizarán los<br />
peronistas no kirchneristas (pensemos en algunos gobernadores,<br />
incluido el de Córdoba)? ¿Qué “señas” pondrán<br />
en escena y cómo apostarán en cada una de las manos las<br />
agrupaciones kirchneristas o los sectores progresistas que<br />
no provienen ni comparten el ideario peronista pero que<br />
apoyan el modelo? Estas preguntas, lo presentimos a la<br />
hora de respirar las vocaciones militantes, rondarán por distintos<br />
niveles de acciones tendientes a “unificar y organizar”<br />
aún más la militancia del proyecto nacional y popular.<br />
Muchos sostienen que cuando las papas quemen (no olvidemos<br />
la 125 y que la crisis internacional persistirá un<br />
tiempo más) surgirán las mezquindades y sus desertores<br />
¿cómo se jugarán las lealtades políticas, las históricas y las<br />
actuales? Desde el peronismo kirchnerista se asegura que<br />
solo la matriz peronista de los militantes y dirigentes garantiza<br />
la lealtad a Cristina, líder actual del movimiento,<br />
pero también habría que tener en cuenta que si en el peronismo<br />
existe un “Día de la lealtad” se debe a que es necesario<br />
insistir y reforzar ese valor, porque históricamente<br />
muchos de sus dirigentes defeccionaron patéticamente.<br />
La constelación de fuerzas en pugna al interior de una<br />
misma trinchera no debe consternarnos trágicamente, sino<br />
alertarnos de sus potencialidades y dificultades, que se resuelven,<br />
como lo han hecho en estos últimos años Néstor<br />
y Cristina, poniendo la política al puesto de mando.<br />
Sin embargo, una última pregunta, que está suspendida<br />
desde hace décadas, puede impregnar la conformación del<br />
movimiento popular: ¿ha llegado la hora de pensar pragmáticamente<br />
desde un nuevo paradigma que entienda que<br />
el peronismo ha mutado en nuevas configuraciones políticas?<br />
El kirchnerismo es peronista (ningún análisis soporta<br />
la negación de que este gobierno no está realizando lo que<br />
el peronismo propugnó y llevó a cabo históricamente hasta<br />
la década del 70), pero a la vez es otra cosa, y eso es lo que<br />
todavía está pendiente y seguramente se discutirá en los<br />
próximos años.<br />
Alentados por el futuro, Falta Envido se abre al debate con<br />
la irrevocable vocación de unidad del movimiento nacional<br />
y popular.