Revista FaltaEnvido – Año 2 – Num 4 – Junio 2011 - Kapiango

L
Llename el tanque,
que el petróleo
es argentino
La historia de REPSOL-YPF, la de
la desnacionalización de nuestra
petrolera de bandera, bien podría
servir de parábola para resumir
el espíritu y los efectos del
paradigma neoliberal, contra los que aun
batallamos. Fue la historia de la financiarización
de nuestra economía, de la extranjerización
de la estructura productiva de
nuestro país, de la lógica de maximizar utilidades
con absoluta indiferencia de los intereses
de las grandes mayorías. Bajo esa
lógica, el control transnacional de la principal
empresa del sector hidrocarburífero
operó retrayendo la producción, impulsando
los precios al alza y segmentando el mercado
para focalizarse en su porción más
rentable; monetizando las reservas existentes,
explotando los pozos hasta agotarlos
sin reponer -mediante la inversión en exploración-
los recursos extraídos; repartiendo
el 85% de las utilidades generadas
para girarlas, posteriormente, al exterior;
anunciando descubrimientos de yacimien-
Por Sergio Saiz
tos -mayormente no convencionales- que
nunca se pusieron en producción, con el
solo objetivo de elevar las acciones de la
compañía en el mercado financiero.
Insistir en estos elementos no es redundante,
máxime cuando se advierte que las
premisas que los fundaron operaban como
sentido común dominante hasta hace
pocos años y aun lo habitan. En los últimos
meses, mucho -y muy bueno- se ha dicho y
escrito en torno a la parábola que sugeríamos
al comienzo; quizá su expresión más
sintética y acabada se encuentre en los
fundamentos del proyecto de ley para la expropiación
de la mayoría del paquete accionario
de YPF S.A. (disponible en:
www.ypf.argentina.ar). Estas líneas, por su
parte, tienen otro objetivo: desandar el sentido
que para los de a pie -como usted y yotiene
el hecho de que el Estado (re)tome el
control directo de la principal empresa argentina
y, con ello, la dirección sobre parte
fundamental de nuestros recursos estratégicos.
Economía de a pie
Un tanque de soberanía
La nacionalización de YPF, junto a la declaración
de interés público del autoabastecimiento
en materia hidrocarburífera,
implica modificar diametralmente la forma
en la que se conciben y asignan los recursos.
A partir de ahora no serán ya bienes de libre
disponibilidad para quien los produce
(commodities), ni tampoco serán las reglas
del mercado o el interés privado de lucro de
una firma los que regularán los precios, los
ritmos de producción y los niveles de abastecimiento
de petróleo y gas.
En conjunto, estas medidas tienen significativas
consecuencias -apreciables a simple
vista algunas, otras no tanto- para
nuestra vida cotidiana. Tomemos por caso
la más inmediata: el precio de la nafta y
las interminables colas en las estaciones
de servicio reproducidas mediáticamente
hasta el cansancio en cada recambio turístico.
En la medida en que YPF es una
empresa con posición dominante en varios