Nº 74 - Ministerio de Economía

Empleo
Durante el 2010 los indicadores referidos al
mercado de trabajo mostraron un desempeño
positivo.
Tras recuperar los niveles pre-crisis, durante
2010 la tasa de empleo de los principales
aglomerados urbanos relevados por la EPH se
estabilizó en torno al 42,4% de la población.
Este comportamiento fue acompañado por
una disminución de la tasa de desempleo, indicador
que continuó con su tendencia descendente.
En IV.10, el desempleo se ubicó en el
7,3% de la población económicamente activa
(PEA), 1,1 punto porcentual (p.p.) menos que
un año antes. Como resultado de esta dinámica,
la tasa de actividad pasó del 46,3% en
IV.09, al 45,8% en IV.10.
La reducción de la tasa de actividad se concentró
en la población de mujeres, quienes habitualmente
constituyen la fuerza de trabajo
secundaria en los hogares. Entre las mujeres
de 14 y más años de edad la tasa de actividad
cayó 2 p.p. mientras que la tasa de actividad
de los varones de igual edad se mantuvo estable,
siendo en 2010 incluso algo mayor que en
2009. Entre IV.09 y IV.10, las mujeres redujeron
su participación en el desempleo (-1 p.p.) y lo
hicieron, en mayor medida, en el empleo (-1,3
p.p.) mostrando una contracción generalizada
de su participación en el mercado de trabajo.
En cambio, la población de varones aumentó
en alrededor de un punto su tasa específica de
empleo (1,1 p.p.) y redujo en igual proporción
la de desocupación (1,1 p.p.).
En el período también se observó una caída
del subempleo horario. Este indicador se situó
en el 8,4% de la PEA, perdiendo 1,9 p.p. respecto
a IV.09. El componente demandante del
subempleo, esto es la fracción de los subempleados
que busca activamente otra ocupación,
fue el que explicó la mayor parte de esta
disminución. Cayó 1,4 p.p. logrando un mínimo
histórico de 5,5%.
Empleo e Ingresos
Empleo e Ingresos
En conjunto, el descenso de las tasas de desempleo
y subocupación demandante dan cuenta
de una caída significativa de la proporción de
personas que presionan sobre la demanda de
empleo en el mercado de trabajo (-2,5 p.p.).
Esta tendencia podría estar explicada por las
mejoras en la calidad del empleo y la incidencia
de las políticas de transferencias de ingresos
como la AUH o la moratoria previsional, que
impactan sobre las estrategias ocupacionales
de los hogares, favoreciendo el retiro de los
miembros con roles secundarios en el mercado
de trabajo.
Varios indicadores evidencian que a lo largo
de 2010 fue mejorando la calidad del empleo.
Además de la mencionada caída de las ocupaciones
de intensidad horaria reducida, creció
la participación de las ocupaciones asalariadas
y, dentro de éstas, se elevó la proporción
registrada ante la seguridad social.
La tasa de asalarización para el cuarto trimestre
de 2010 alcanzó el 77,2% de la ocupación,
1,9 p.p. más que en igual periodo del año anterior.
La consecuente caída de la participación
de los trabajadores no asalariados, constituye
un indicador de mejora en la calidad del empleo,
en tanto éstas se asocian al segmento
informal de la economía.
Asimismo el porcentaje de asalariados no registrados
disminuyó 2,4 p.p. en IV.10, con respecto
a igual trimestre de 2009. La tasa de
no registro se ubicó en el 33,7%, descendiendo
así al mínimo desde que se calcula la serie
continua (2003).
A partir de la información proveniente del SIPA
publicada por la Dirección Nacional de Cuentas
Nacionales 1 se observa que el ritmo anual
de crecimiento de los puestos registrados se
ha incrementado trimestralmente desde el I.10.
Dado este dinamismo el empleo registrado logró
superar los niveles previos a la crisis tanto
1 Datos provisorios sujetos a las rectificativas de las declaraciones juradas presentadas por cada empleador a fin de
comprometer el pago de aportes y contribuciones a la seguridad social.
Ministerio de Economía y Finanzas Públicas 37 Informe Económico N° 74 Cuarto Trimestre de 2010