139 - Revista Personae

PERSONAE
FIESTA BRAVA
Matadora de toros y abogada
Hilda Tenorio De niña torera a
mujer triunfadora
Un caso ejemplar es el de la jovencita que porta un terno de luces especial
en la plaza de toros Silverio Pérez en Texcoco, Estado de México, donde
pudimos platicar con ella poco antes de obtener un triunfo más como torera,
como matadora de toros, la cual lidia, igualmente que sus compañeros de cartel
–damas o varones—, toros con el peso, el trapío y la edad reglamentarios.
En esta ocasión el cartel estuvo formado por
ella y dos hombres a los cuales no les dio concesión
alguna en el ruedo. Su nombre completo.
Hilda Eliana Tenorio Patiño. Pero se
anuncia en los carteles como Matadora de
toros Hilda Tenorio.
Desde chiquilla, en su natal Morelia, Michoacán,
donde nació el 11 de junio de 1986,
tuvo la inquietud de saber qué se sentía, primero,
estar frente a las vaquillas; luego, ante
los becerros y los novillos, hasta llegar ahora a
enfrentarse a los Toros.
Fue su padre, el doctor Fernando Tenorio,
médico familiar de Morelia, quien, siendo
aficionado taurino de siempre, llevaba a las
plazas de toros a sus hijos desde pequeños.
Pero fue al ver un video en su casa, en el cual
toreaba el maestro Calesero, que la pequeña
Hilda Tenorio, le indujo a querer enfrentarse a
alguna vaquilla, para saber qué se sentía estar
frente a estos animales, que le parecieron
singulares porque embestían constantemente
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ante quien se les pusiera delante de ellos, también
fue decisivo ver crear arte con capotes y
muletas como lo hacia el maestro Calesero.
Debido a esa seducción que la fiesta del toro
obró en ella, le pidió a su padre que la llevara
a la plaza de toros donde el maestro Rutilo
Morales enseñaba a niños como ser toreros.
El maestro Rutilo Morales, como usted recordará,
fue un banderillero destacadísimo
que figuró en sus tiempos de subalterno como
uno de los mejores peones de brega. Cuando
Hilda Tenorio niña decidió aprender a torear
Rutilo Morales fungía como maestro en la ciudad
de Morelia.
A los pocos días, Hilda Tenorio se inscribió
en la escuela taurina de su tierra, aprendiendo
la técnica, las suertes del toreo y cómo defenderse
de las embestidas de los bureles.
Supimos, por su maestro, y luego por varias
personas que le vieron de niña torera, que aplicaba
sus conocimientos con gracia e inteligencia,
lo que vino a confirmarse con el tiempo,
ya que pronto la descubrieron empresarios
taurinos para hacerle debutar ante el público.
Fue, precisamente, el taurino Pepe San Martín
quien con su capacidad visionaria de apoderado
y empresario, le descubrió muchas
cualidades a la pequeña Hilda Tenorio, debido
a lo cual, de inmediato, le busco alternantes
de su edad y talla, presentándola sin
picadores en un festejo donde alternó con los
entonces también niños toreros, Joselito
Adame y Pepe López, actuales matadores
de toros. Además, con la niña rejoneadora
Paty Gómez la cual poco tiempo estuvo en
activo toreando.
Esto fue en Salvatierra, Guanajuato, en la
plaza de toros La Macarena, el 30 de mayo
de 2001 y, dado el éxito de estos niños toreros
y la niña Hilda, se dieron varios festejos, hasta
debutar en un festival vestidos de luces en la
Monumental Plaza de Toros México, el 16
de septiembre de 2002, en cuya fecha alternó
de nueva cuenta con Joselito Adame y otro
niño torero de Michoacán, Juanito Chávez,
toreando becerros de la Ganadería la Victoria,
ganándose la aprobación de aficionados
y profesionales.
Posteriormente, el 10 de octubre de 2003,
apenas un año un mes de su debut en la
México, hizo otro tanto como novillera con
picadores, también en la Plaza México.
Esa tarde alternó con las novilleras Raquel
Sánchez, española, y la también michoacana
Marbella Romero. Los novillos fueron de la
Ganadería El Vergel.
Su primer novillo pesó 392 kilos el cual llevó el
nombre de A tus pies, ocurriendo que no solamente
el burel sino los aficionados se postraron
ante la valerosa y talentosa jovencita torera.
Su segundo novillo se llamó Ni hablar Mujer,
el cual pesó 462 kilogramos. Con la lidia
de este novillo, Hilda Tenorio ratificó lo que,
como torera, todos, habíamos visto en ella anticipadamente
como torera.
Hilda Tenorio sumó poco más de 90 novilladas
antes de tomar la alternativa como matadora
de toros, obteniendo triunfos importantes
en provincia y en la capital del país, entre
los cuales se incluye el corte de 7 orejas en la
misma Plaza México.