09.05.2013 Views

El ocho

El ocho

El ocho

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Katherine Neville<br />

—Ahora conocéis la situación tan bien como yo —dijo la abadesa—. Aunque hace muchos meses<br />

que estoy enterada de esta crisis, no quise alarmaros hasta tener claro qué camino debía tomar. En su<br />

viaje de respuesta a mi llamada, las hermanas de Caen han confirmado mis peores temores. —Las monjas<br />

guardaban un silencio parecido a la quietud de la muerte. No se oía más sonido que la voz de la abadesa—.<br />

Soy una mujer entrada en años que tal vez sea llamada por Dios antes de lo que cabe imaginar.<br />

Los votos que pronuncié al entrar al servicio de este convento no sólo fueron ante Cristo. Al convertirme<br />

en abadesa de Montglane, hace casi cuarenta años, juré guardar un secreto y, si era necesario, mantenerlo<br />

a costa de mi vida. Ahora me ha llegado el momento de ser fiel a ese juramento. Para hacerlo,<br />

debo compartir parte del secreto con cada una de vosotras y pediros que os comprometáis a guardarlo.<br />

Mi historia es larga y os pido paciencia si tardo en contarla. Cuando haya terminado, sabréis por qué<br />

cada una de vosotras tiene que hacer lo que hay que hacer.<br />

La abadesa calló y bebió un sorbo de agua de un cáliz de plata que estaba sobre la mesa. Luego<br />

retomó la palabra:<br />

—Hoy es 4 de abril del año de Dios de 1790. Mi historia comienza otro 4 de abril de hace muchos<br />

años. <strong>El</strong> relato me fue narrado por mi predecesora tal como cada abadesa se lo contó a su sucesora en<br />

el momento de su iniciación, y tiene tantos años como los que esta abadía lleva en pie. Ahora os lo contaré...<br />

9

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!