09.05.2013 Views

[NGE] Hijos de un Dios Ancestral, Parte 16 - TransFanfic

[NGE] Hijos de un Dios Ancestral, Parte 16 - TransFanfic

[NGE] Hijos de un Dios Ancestral, Parte 16 - TransFanfic

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>TransFanfic</strong><br />

~*~<br />

[<strong>NGE</strong>] <strong>Hijos</strong> <strong>de</strong> <strong>un</strong> <strong>Dios</strong> <strong>Ancestral</strong>, <strong>Parte</strong> <strong>16</strong><br />

Todo el as<strong>un</strong>tito <strong>de</strong> las Tierras Oníricas, <strong>de</strong>cidió Toji, era ciertamente<br />

macanudo. El as<strong>un</strong>tito <strong>de</strong>l trasfondo medieval era súper, algo que Kensuke<br />

hubiera encontrado <strong>de</strong> película. La gente, al menos en este reino, parecía<br />

bien afable. Era tentadora la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarse <strong>de</strong> cosas, alquilarse <strong>un</strong> cuarto en<br />

la posada (con plata regalada generosamente por el rey Kuranes, por sus<br />

valerosos oficios en la movida <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> la Alegría) y relajarse.<br />

Pero no, él iba encaminado al pueblo con <strong>un</strong> propósito.<br />

Toji Suzuhara andaba buscando acción.<br />

De preferencia, la clase <strong>de</strong> acción que lo <strong>de</strong>ja a <strong>un</strong>o hecho caballero.<br />

Había mantenido las orejas en alto, y había oído ciertas habladurías <strong>de</strong><br />

que <strong>un</strong> monstruo mero<strong>de</strong>aba por la campiña, haciendo <strong>de</strong>fecar <strong>de</strong> susto a los<br />

paisanos. Nadie tenía <strong>un</strong>a <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> la criatura, aparte <strong>de</strong> ser veloz<br />

como el rayo y muy brutal con el ganado.<br />

Toji había seguido los rumores y cuchicheos que el monstruo <strong>de</strong>jaba a su<br />

paso, hasta <strong>un</strong> pueblito en las márgenes <strong>de</strong>l reino: Mamok.<br />

Harto boludo el nombre, pensó Toji, pero <strong>un</strong>o no podía ganarlas todas.<br />

Dándole brillo al hombro <strong>de</strong> su armadura <strong>de</strong> acero (también donada generosamente<br />

por el rey Kuranes, catalogado por Toji como <strong>un</strong> Bró<strong>de</strong>r Híper<br />

Cojonudo), se dispuso a entrar a la taberna como hombre <strong>de</strong> mucho m<strong>un</strong>do.<br />

Casi llegó a la puerta.<br />

Algo lo distrajo.<br />

Un paisano salió <strong>de</strong> la taberna, y al hacerlo pasó j<strong>un</strong>to a Toji. Los dos se<br />

miraron con cara <strong>de</strong> extrañeza por <strong>un</strong> momento, luego menearon las cabezas<br />

y apartaron la vista.<br />

Toji podía haber jurado que ese era Toshi, <strong>de</strong>l consejo estudiantil.<br />

Naaa, qué va.<br />

Se estaba volviendo para entrar a la taberna cuando vio pasar a <strong>un</strong>a<br />

muchacha que se parecía más que el carajo a Ami Mizoguchi, <strong>de</strong>l equipo <strong>de</strong><br />

atletismo.<br />

No... No podía ser.<br />

Según lo explicaba Langley, toda la gente sueña, pero son muy escasos<br />

los que pue<strong>de</strong>n llegar a las Tierras Oníricas. Que él se topara allí con otras<br />

dos personas <strong>de</strong> su colegio era <strong>un</strong>a coinci<strong>de</strong>ncia increíble. Como que <strong>de</strong>safiaba<br />

a la estadística, según <strong>de</strong>cía Asuka.<br />

Sacudió la cabeza. Debe haber sido <strong>un</strong> parecido tremendo o algo así. Eso.<br />

Olvídalo.<br />

Una vez más, se volvió hacia la puerta, todavía a varios pasos <strong>de</strong> esta, y<br />

se dispuso a entrar. Pero la puerta <strong>de</strong> la taberna se abrió rechinando, y salieron<br />

varios individuos <strong>de</strong> aspecto siniestro, vestidos con hábitos negros. Algo<br />

tenían que a Toji le dio cosa, pero el último <strong>de</strong> ellos lo sobrecogió, pues le<br />

pareció reconocer la cara <strong>de</strong>l monje cuando el sol le iluminó brevemente el<br />

rostro.<br />

Se parecía montones al comandante Ikari.<br />

„ Rod M. & John Biles<br />

„ Miguel García (traducción)<br />

Página 14 <strong>de</strong> 53

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!