10.05.2013 Views

Discursos a mis estudiantes - David Cox

Discursos a mis estudiantes - David Cox

Discursos a mis estudiantes - David Cox

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

un pájaro fuera de su nido, y no me siento tranquilo sino hasta verme en mi antiguo camino de<br />

comunión con Dios, pasándome lo que a la aguja de la brújula que no se pone en reposo sino<br />

hasta que se halla vuelta al polo septentrional. Puedo decir, por la gracia divina, con la iglesia:<br />

Con mi alma te he deseado por la noche, y con mi espíritu te he buscado temprano dentro de mí.<br />

Mi corazón está temprano y tarde con Dios; es la ocupación y el deleite de mi vida buscarle." Tal<br />

debe ser, oh hombres de Dios, el constante tenor de vuestro proceder. Si como ministros no sois<br />

muy dados a la oración, merecéis que mucho se os compadezca. Si en lo futuro, sois llamados a<br />

ocupar pasturados, grandes o pequeños, si os mostráis re<strong>mis</strong>os en la oración secreta, no sólo<br />

vosotros necesitaréis que se os compadezca, sino vuestras respectivas congregaciones también; y<br />

en adición a eso, seréis vituperados, llegando el día en que os veáis avergonzados y confundidos.<br />

Apenas me parece necesario encareceros los gratos usos de la devoción privada, y sin embargo,<br />

no puedo abstenerme de hacerlo. Para vosotros, como embajadores de Dios, el propiciatorio tiene<br />

una virtud inestimable; mientras más familiarizados estéis con el atrio del cielo, desempeñaréis<br />

mejor vuestra <strong>mis</strong>ión celestial. Entre todas las influencias formativas que tienden a hacer a un<br />

hombre favorecido de Dios en el ministerio, no conozco ninguna más eficaz que su familiaridad<br />

con el propiciatorio. Todo lo que el curso de estudios en un colegio puede hacer por un<br />

estudiante, es cosa vasta y externa en comparación con el refinamiento espiritual y delicado<br />

obtenido mediante la comunión con Dios. Mientras el ministro en cierne está dando vueltas a la<br />

rueda de la preparación, la oración es el instrumento del gran alfarero, por medio del cual amolda<br />

la vasija. Todas nuestras bibliotecas y estudios son meras vaciedades en comparación con<br />

nuestros gabinetes de retiro. En estos crecemos, nos hacemos fuertes, prevalecemos en la oración<br />

privada.<br />

Las oraciones que hagáis serán vuestros auxiliares más eficaces mientras vuestros discursos estén<br />

sobre el yunque todavía. Mientras otros hombres como Esaú anden en busca de su porción,<br />

vosotros con el auxilio de la oración hallaréis cerca de vuestra casa la carne delicada, y podréis<br />

decir de razón lo que Jacob dijo sin ella, "el Señor me la trajo." Si podéis mojar vuestras plumas<br />

en vuestro corazón, recurriendo a Dios con toda sinceridad, escribiréis bien; y si arrodillados en<br />

la puerta del cielo podéis reunir vuestros materiales, no dejaréis de hablar bien. La oración como<br />

ejercicio mental, traerá muchos asuntos al entendimiento, y así ayudará a la elección de un punto,<br />

a la vez que como práctica espiritual purificará vuestra vista interior para que podáis ver la<br />

verdad a la luz de Dios. Los textos rehusarán a menudo revelar sus tesoros hasta que los abráis<br />

con la llave de la oración. ¡Cuan admirablemente fueron abiertos los libros a Daniel, cuando<br />

estaba en oración! ¡Cuánto aprendió Pedro sobre el techo de una casa! El gabinete de retiro es el<br />

mejor estudio. Los comentadores son buenos instructores, pero el Autor <strong>mis</strong>mo lo es mucho<br />

mejor, y la oración hace una directa apelación a él y lo alista en nuestra causa. Es una gran cosa<br />

que uno ore en el espíritu y sustancia de un texto, trabajando dentro de él para convertirlo en<br />

alimento sagrado, a semejanza del gusano que se abre camino por entre la almendra de una nuez.<br />

La oración suministra una palanca para levantar verdades pesadas. Se asombra uno al pensar<br />

cómo pudieron haberse colocado en sus sitios las piedras de Stonehenge, pero más asombro<br />

causa el inquirir de dónde han obtenido algunos hombres un conocimiento tan admirable de<br />

doctrinas <strong>mis</strong>teriosas: ¿no fue la oración la poderosa máquina que obró tal maravilla? Sirviendo<br />

uno a Dios se le tornan a menudo las tinieblas en luz. Una investigación perseverante de los<br />

oráculos sagrados, levanta el velo y da gracia para mirar el interior de las cosas de Dios. Cierto<br />

teólogo puritano, en un debate, se observó que escribía con frecuencia en un papel que tenía<br />

delante, por lo cual hubo algunos curiosos que procuraron leer sus anotaciones, no encontrando<br />

30

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!