Discursos a mis estudiantes - David Cox
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menos poco expresivo, puesto que no hubo alabanzas en que habitar en la eternidad pasada. Pero<br />
¡cuánta gloria hay en el pensamiento de que Dios condesciende en habitar, es decir, en tener su<br />
residencia en las alabanzas de Israel que significa la iglesia redimida. Además, hay otro ejemplo<br />
igualmente grotesco que pertenece a la <strong>mis</strong>ma clase, y del cual se hace uso con tanta frecuencia<br />
que probablemente se considera por la mayor parte de los cristianos como sancionado por la<br />
Biblia. Es este: "Quisiéramos poner la mano sobre la boca, y la boca en el polvo y exclamar<br />
Inmundos, Inmundos; Dios, sé propicio para con nosotros, pecadores." En esta expresión<br />
encontramos por lo menos cuatro textos mezclados, cada uno muy hermoso en si <strong>mis</strong>mo. El primero<br />
es de Job. 39:37 "He aquí que soy vil: ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca."<br />
El segundo es de Lam. 3:29. "Pondrá su boca en el polvo; por si quizá hay esperanza." El tercero<br />
es de Lev. 3:45, en que se exige al leproso que cubra su labio superior y pregone "Inmundo.<br />
Inmundo." El cuarto es la oración del publicano. Pero ¡cuán inconsecuente es la idea de que un<br />
hombre se pusiera la mano sobre la boca, y entonces la boca en el polvo, y por ultimo que<br />
pregonara, ‘etcétera’, Otro ejemplo y el último, es una expresión casi universal entre nosotros, y<br />
creo que la mayor parte de los que la emplean opinan que es bíblica: "En tu favor se encuentra la<br />
vida, y tu <strong>mis</strong>ericordia es mejor que la vida." Aquí también tenemos una combinación impropia<br />
de dos pasajes en que el término vida tiene dos acepciones enteramente distintas y aun<br />
incompatibles, es a saber, Salmo 63:3. "Mejor es tu <strong>mis</strong>ericordia que la vida," en que vida<br />
significa evidentemente la vida temporal.<br />
Se puede notar otra clase de errores, cambios poco felices del lenguaje bíblico. No es necesario<br />
decir que el Salmo 130 "De los profundos etc.," es uno de los más preciosos de todo el libro de<br />
los Salmos. ¿Por qué debemos oír las palabras de <strong>David</strong> y del Espíritu Santo, torcidas en las<br />
oraciones públicas de tal manera y tan constantemente, que todo nuestro pueblo piadoso llegue a<br />
adoptarlas en esta forma en sus oraciones sociales y familiares? "Hay perdón cerca de ti para que<br />
seas temido, y abundante redención para que seas buscado." ¡Cuán preciosas son las palabras<br />
como se encuentran en el <strong>mis</strong>mo Salmo versículo 4. "Hay perdón cerca de ti, para que seas temido."<br />
versículos 7 y 8: "En Jehová hay <strong>mis</strong>ericordia y abundante redención con El; y El<br />
redimirá a Israel de todos sus pecados." Además, las palabras del versículo 3 de este <strong>mis</strong>mo<br />
Salmo precioso, a menudo se cita en su propia forma tan sencilla y expresiva como se encuentra<br />
en la Biblia, pero se cambian de tal manera, que en vez de tener la expresión: "Jehová, si mirares<br />
a los pecadores, ¿quién, oh Señor, podrá mantenerse?" tenemos: "Si Tú, Jehová, fueres estricto<br />
mirando a los pecadores etc." Recuerdo bien que cuando estuve en el colegio solía oírlo en una<br />
forma aun más ofensiva. "¡Si Tú fueres estricto mirando y riguroso castigando!" Otro cambio<br />
favorito es el que sigue: "Tú estás en los cielos y nosotros sobre la tierra: por tanto sean pocas y<br />
bien ordenadas nuestras palabras." La declaración de Salomón sencilla y sublime (llena de<br />
instrucción, a la verdad, sobre todo el asunto de que estamos tratando,) es "Dios está en el cielo,<br />
y tu sobre la tierra; por tanto sean pocas tus palabras," Eccl. 5:2. Otro ejemplo de esta clase se<br />
encuentra en el cambio de las palabras sublimes de Habacuc. Se repiten ordinariamente así:<br />
"Limpio eres de ojos para no ver el mal, ni puedes ver el agravio sin aborrecimiento." Las<br />
palabras del Espíritu Santo son las siguientes (Hab. 1:13:) "Limpio eres de ojos para no ver el<br />
agravio." No es necesario decir que la fuerza de la expresión "ni puedes ver el agravio," casi se<br />
pierde cuando se agrega que Dios puede verlo, pero no sin aborrecimiento. Otra clase de citas<br />
falsas consiste en pleonasmos sin significado, redundancias vulgares de expresión, al citar<br />
pasajes de la Biblia. Una de éstas es tan universal, que apenas podéis dejar de oiría siempre que<br />
el pasaje referido sea citado. "Esté en medio de nosotros para bendecirnos y hacernos bien." ¿De<br />
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