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EXPLOTACIÓN DE LA INDUSTRIA SERÍCOLA. 87
na los tubos, y experimenta una corriente y se renueva
constantemente.
El coste de la manipostería y obra de fábrica
de un edificio de esta clase para incubar
100 onzas de semilla, aunque dependa de
las circunstancias locales, puede calcularse
con el número correspondiente de venta­
nas, cubierta, pisos de madera, andanas
para colocar los cañizos, estufa ó calorí­
fero, en 30.000 pesetas.
Para cada 10 onzas de semilla se calcula ne­
cesario una hectárea de terreno con 300
moreras de alto fuste, quedan 10.000 ki­
logramos de hojas; que calculadas necesa­
rias 3.000 plantas para 100 onzas, costarían
con 10 hectáreas de terreno 20,000 »
Aunque el coste de las 100 onzas de semilla hoy sea
poco más de 1.000 pesetas, y los jornales empleados asciendan
á otras 2.000, tendremos que con este gasto y el
del cultivo y poda de las 3.000 moreras podremos cada
dos años sacar un producto de 5.000 á 6.000 kilogramos
de capullos, que valen 40 á 50.000 pesetas, ó 500 á 600
kilogramos de seda, que valen 60 á 80.000 pesetas,
aunque tengamos que pagar también el gasto del hilado.
Yo desearía que ocho ó diez mil labradores que hay
en España, y que pueden dedicar algunas hectáreas de
terreno á este cultivo, hiciesen ensayos, principiando por
plantar dos ó tres hectáreas de moreras cada año; y en
vista de la hoja que puedan disponer, la aprovechasen
para criar los gusanos, teniendo presente que para cada
25 gramos de semilla se necesitan 1.000 kilogramos
de hoja de las especies ingertadas, aunque de las silvestres
se consume algo menos; pero es menester calcular
que haya sobrante cada año cerca de una tercera parte
de las hojas que deben quedar en los árboles para no